He estado en este hotel por trabajo y la estancia fue realmente admirable. Ya llegar en el patio se entiende que no es un hotel de clase baja. La entrada con doble puerta de cristal y la recepción del portero en uniforme rojo como en las películas americanas, introducen en una enorme habitación donde por un lado está la recepción. El personal de la oficina es impecable y amable, como los porteros que se preocupan por acompañar al cliente en frente del ascensor o en la habitación. Propinas en este punto es una visita obligada.
Las habitaciones, al menos mi y mi colega, más ancho de lo normal y tranquilo se encuentran cómodos. El cuarto de baño muy limpio, está equipado con todas las comodidades y diferentes productos suministrados, tales como zapatillas desechables (aunque es una pena hacerlo) y el jabón para la higiene íntima, además de lógicamente a los viales habituales de ducha.
El desayuno se sirve en una habitación grande y tiene una amplia selección entre sabroso y dulce. Muy agradable mermelada y miel en los frascos de vidrio mini y no en el embalaje de plástico habitual.
Un defecto es el Wi-Fi no incluido en el precio, al menos no en la categoría de habitación elegida por nosotros: ahora el Internet se ofrece en todas partes también en la calle y un hotel de esta excelencia que excluye a bajar el precio no es tanto para apreciar.
En cuanto a la ubicación no estamos en el centro, más bien un poco ' en los suburbios, pero la cercanía del metro amarillo le permite llegar a cualquier lugar en pocos minutos.
En general, recomiendo la estructura a quién es Milán sólo por trabajo.
Las habitaciones, al menos mi y mi colega, más ancho de lo normal y tranquilo se encuentran cómodos. El cuarto de baño muy limpio, está equipado con todas las comodidades y diferentes productos suministrados, tales como zapatillas desechables (aunque es una pena hacerlo) y el jabón para la higiene íntima, además de lógicamente a los viales habituales de ducha.
El desayuno se sirve en una habitación grande y tiene una amplia selección entre sabroso y dulce. Muy agradable mermelada y miel en los frascos de vidrio mini y no en el embalaje de plástico habitual.
Un defecto es el Wi-Fi no incluido en el precio, al menos no en la categoría de habitación elegida por nosotros: ahora el Internet se ofrece en todas partes también en la calle y un hotel de esta excelencia que excluye a bajar el precio no es tanto para apreciar.
En cuanto a la ubicación no estamos en el centro, más bien un poco ' en los suburbios, pero la cercanía del metro amarillo le permite llegar a cualquier lugar en pocos minutos.
En general, recomiendo la estructura a quién es Milán sólo por trabajo.