El precio era correcto, y el personal era amable. Esos son los principales aspectos positivos. Además, no es un corto paseo hasta el Coliseo y San Pedro y similares, pero no es terrible, tampoco. Creo que ambos están dentro de ~ 2 millas, y el paseo es relativamente plana (y parecía relativamente seguro).
En el otro lado, nuestra habitación era muy, muy pequeña (para sentarse en el inodoro, que tenía que poner las piernas debajo del fregadero, donde se golpeó la plomería). No podías andar por la cama sin correr a tu compañera de cuarto. No había balcón, y sólo una ventana.
La falta de ventanas era malo porque el control de temperatura no funcionaba correctamente, de modo que no había aire en movimiento para nuestras primeras tres noches (el termostato fue fijado a 20C, pero la habitación era mucho más caliente, y no había aire en movimiento/soplado). En la cuarta noche, inexplicablemente — y pasó a ser frío afuera —, el aire comenzó a soplar fuera del respiradero, pero era aire frío (que no queríamos). No se puede configurar el termostato de su habitación, ya sea; tienes que pedir a la persona de recepción para hacerlo.
Curiosamente, nuestros hijos estaban en la habitación de al lado, y fue enorme en comparación. Los tres (edades 17-23) estaban en la habitación, y todavía era espacioso. El baño era espacioso. Tenían dos ventanas, y una puerta completa a un balcón real. El control del clima seguía siendo defectuoso, pero al menos podían conseguir aire en la habitación.
Las paredes son muy finas. Teníamos un vecino que nos despertó con sólo hablar (a las 12:30am).
El desayuno estaba bien… Tienes un rollo y un croissant, con jugo y café. No hay carne ni queso. No está mal (teniendo en cuenta que es gratis), pero no es suficiente para mantenerlo lleno para una mañana de turismo. Afortunadamente, hay una tienda de comestibles a un par de cuadras al noroeste que tiene comida que se puede comprar relativamente económicamente.
Podría quedarme aquí de nuevo, pero también podría estar inclinado a buscar en otro lugar. Por el precio, no es terrible — especialmente si tienes suerte y conseguir una de las habitaciones más grandes.
En el otro lado, nuestra habitación era muy, muy pequeña (para sentarse en el inodoro, que tenía que poner las piernas debajo del fregadero, donde se golpeó la plomería). No podías andar por la cama sin correr a tu compañera de cuarto. No había balcón, y sólo una ventana.
La falta de ventanas era malo porque el control de temperatura no funcionaba correctamente, de modo que no había aire en movimiento para nuestras primeras tres noches (el termostato fue fijado a 20C, pero la habitación era mucho más caliente, y no había aire en movimiento/soplado). En la cuarta noche, inexplicablemente — y pasó a ser frío afuera —, el aire comenzó a soplar fuera del respiradero, pero era aire frío (que no queríamos). No se puede configurar el termostato de su habitación, ya sea; tienes que pedir a la persona de recepción para hacerlo.
Curiosamente, nuestros hijos estaban en la habitación de al lado, y fue enorme en comparación. Los tres (edades 17-23) estaban en la habitación, y todavía era espacioso. El baño era espacioso. Tenían dos ventanas, y una puerta completa a un balcón real. El control del clima seguía siendo defectuoso, pero al menos podían conseguir aire en la habitación.
Las paredes son muy finas. Teníamos un vecino que nos despertó con sólo hablar (a las 12:30am).
El desayuno estaba bien… Tienes un rollo y un croissant, con jugo y café. No hay carne ni queso. No está mal (teniendo en cuenta que es gratis), pero no es suficiente para mantenerlo lleno para una mañana de turismo. Afortunadamente, hay una tienda de comestibles a un par de cuadras al noroeste que tiene comida que se puede comprar relativamente económicamente.
Podría quedarme aquí de nuevo, pero también podría estar inclinado a buscar en otro lugar. Por el precio, no es terrible — especialmente si tienes suerte y conseguir una de las habitaciones más grandes.