Muy cálida bienvenida, siempre dispuesto a ayudar y responder a cualquier pregunta, excelente hablar inglés.
Nos alojamos en la habitación 303 con una ventana de la piscina. Es difícil juzgar el silencio-en diciembre los turistas no son suficientes, pero dormían tranquilamente. La habitación es pequeña, pero para dos el lugar carece bastante + un gran balcón. Hay un televisor y aire acondicionado (calefacción también funciona). Cortinas densas (en verano es importante! ). Limpio, cómodo, muchos espejos. Las camas son cómodas. El baño es luminoso y cómodo, para dos dieron 5 toallas. Hay un servicio de lavandería (15 liras).
El restaurante es un pequeño edificio separado con paredes de cristal, hay mesas en la calle. Los desayunos son muy abundantes, pero incluso si no es suficiente-siempre se puede pedir suplementos (dar raciones, no un buffet). Té-café a cualquier hora del día ilimitado. Nos permitieron usar los utensilios para cenar en la noche.
En la planta baja hay un acogedor salón con cómodos sofás y TV.
La ubicación es excelente, a 20 metros de un pequeño supermercado, a 10 minutos a pie-la entrada al parque de Pamukkale. El hotel dispone de parking para 3-4 coches, a petición nuestra nos permitieron poner la moto más cerca de la entrada, no preocuparse.
Contras: presión de agua débil en la ducha. La señal Wi-Fi es débil durante las horas pico.
Extraño, desagradable para el cuerpo "Waffle" manta, la segunda vez en Turquía me encuentro. :) )
No hay armario completo para la ropa, pero ya que mi novio tiene un armario-es siempre el suelo, tuve suficiente espacio. :)
Nos alojamos en la habitación 303 con una ventana de la piscina. Es difícil juzgar el silencio-en diciembre los turistas no son suficientes, pero dormían tranquilamente. La habitación es pequeña, pero para dos el lugar carece bastante + un gran balcón. Hay un televisor y aire acondicionado (calefacción también funciona). Cortinas densas (en verano es importante! ). Limpio, cómodo, muchos espejos. Las camas son cómodas. El baño es luminoso y cómodo, para dos dieron 5 toallas. Hay un servicio de lavandería (15 liras).
El restaurante es un pequeño edificio separado con paredes de cristal, hay mesas en la calle. Los desayunos son muy abundantes, pero incluso si no es suficiente-siempre se puede pedir suplementos (dar raciones, no un buffet). Té-café a cualquier hora del día ilimitado. Nos permitieron usar los utensilios para cenar en la noche.
En la planta baja hay un acogedor salón con cómodos sofás y TV.
La ubicación es excelente, a 20 metros de un pequeño supermercado, a 10 minutos a pie-la entrada al parque de Pamukkale. El hotel dispone de parking para 3-4 coches, a petición nuestra nos permitieron poner la moto más cerca de la entrada, no preocuparse.
Contras: presión de agua débil en la ducha. La señal Wi-Fi es débil durante las horas pico.
Extraño, desagradable para el cuerpo "Waffle" manta, la segunda vez en Turquía me encuentro. :) )
No hay armario completo para la ropa, pero ya que mi novio tiene un armario-es siempre el suelo, tuve suficiente espacio. :)