Cromwell es una encantadora ciudad ubicada en la región de Otago, en la Isla Sur de Nueva Zelanda. Situada a orillas del río Clutha, esta ciudad es conocida por su belleza natural y su rica historia. Cromwell es famosa por su clima continental, con veranos calurosos e inviernos fríos. Esta ubicación geográfica única ha permitido el desarrollo de una próspera industria vitivinícola, convirtiendo a Cromwell en un importante centro de producción de vinos de alta calidad. Los viñedos y bodegas de la región ofrecen a los visitantes la oportunidad de degustar una amplia variedad de vinos, mientras disfrutan de las impresionantes vistas de los viñedos y las montañas circundantes.