Comentario del Fattoria Manostalla Villa Chiarelli 2*

Estuvimos allí con un grupo de amigos el 25 de abril de 2018. En primer lugar me esperaba más bienvenida en cuanto a los niños, pero para esa ocasión la gerencia no podía organizar nada para los niños si no un caballo que al final del almuerzo ofrecido gratis un paseo de 10 metros ido y devolución. Como para el almuerzo era desordenado y pobre, los entrantes no llegaron todos como un menú, llamando varias veces el camarero. Inmediatamente después de la primera superposición con esos pocos aperitivos. Un risotto para nada amalgama con los ingredientes, salado, un segundo primero, la salsa de carne casera jabalí y con sabores exagerados y fuertes. Un segundo de cordero y salchicha, del que el cordero fue hervido y en algunas partes y en otros secos del horno, mientras que la salchicha estaba fría con grumos de grasa en el interior. Mientras que el menú para los niños, un primero de pasta con salsa es caliente y rafferma, mientras que el segundo era una rebanada de pollo que en la porción se dividirá en tres recomponer con los otros niños sentados a continuación, notó que la situación fue retirado el camarero y Ella nos dijo que no había más disponible. El atrio de la sala donde pasaste por el comedor bastante hospitalario pero descuidado, como la presencia de un característico agujero de riego donde en el suelo yacía de las aguas sucias y viejas llenas de mosquitos y moscas insalubres para ser un lugar para los niños, mientras que el Bancos laterales sucios y llenos de polvo. Fuera de una piscina vacía no vigilado muy peligroso sólo para ser un lugar dedicado a los niños. Para concluir me gustaría decir que era una experiencia negativa total, demasiadas personas que no permiten absolutamente a moverse en las mesas que encierra incluso la posibilidad de una salida de emergencia. En el cajero que representa lo que había sucedido en las mesas, lo suficientemente rápido nos ha demostrado que no nos ocuparemos de ello porque un empleado. Pagamos tanto como nos requerían y no merecía por referirnos nunca más.