NO se debe confundir un hotel pequeño, barato y repugnante, llamado Domus Mea, con Domus Aurea, que es un hotel de 4 estrellas.
Veo muchos comentarios positivos que aquí hablar mal sobre Domus Aurea, que es uno de los mejores hoteles en el área (3 x el precio de Domus Mea),
Esta Domus Mea, en Via Catalamifi, es absolutamente horrible.
Baños pequeños y sucios, cuenta con un servicio al cliente muy mala, no hablan inglés correctamente, el empleado que trabaja por la noche (una persona de origen indio) me ha acoso sexual, sospecho que he sido robado como algunas piezas de ropa han desaparecido justo después de una noche yo dormía fuera, no tienen una nevera para los invitados a poner cosas, no hay aire acondicionado en las habitaciones, los baños están muy sucios. Son la peor y más repugnante personal de hotel que he conocido. El viejo ascensor estaba roto para los 4 días que me quedé así que tienes que subir 5 pisos con equipaje pesado, de 40 años también no tienen ningún respeto por sus clientes, a ellos se han quejado y han dicho "Si no eres feliz ir a otro hotel". Son abusivos, grita con los huéspedes (especialmente el recepcionista de noche, un hombre indio muy discriminativo que no parece como gente blanca), el pan del desayuno es duro y desagradable (el desayuno es sólo café, pan y mantequilla), y me han hecho nunca quiere volver a Roma. No recomendaría este lugar a mi peor enemigo. PS, no son amigables con las minorías o personas de diferentes religiones y grupos.
Veo muchos comentarios positivos que aquí hablar mal sobre Domus Aurea, que es uno de los mejores hoteles en el área (3 x el precio de Domus Mea),
Esta Domus Mea, en Via Catalamifi, es absolutamente horrible.
Baños pequeños y sucios, cuenta con un servicio al cliente muy mala, no hablan inglés correctamente, el empleado que trabaja por la noche (una persona de origen indio) me ha acoso sexual, sospecho que he sido robado como algunas piezas de ropa han desaparecido justo después de una noche yo dormía fuera, no tienen una nevera para los invitados a poner cosas, no hay aire acondicionado en las habitaciones, los baños están muy sucios. Son la peor y más repugnante personal de hotel que he conocido. El viejo ascensor estaba roto para los 4 días que me quedé así que tienes que subir 5 pisos con equipaje pesado, de 40 años también no tienen ningún respeto por sus clientes, a ellos se han quejado y han dicho "Si no eres feliz ir a otro hotel". Son abusivos, grita con los huéspedes (especialmente el recepcionista de noche, un hombre indio muy discriminativo que no parece como gente blanca), el pan del desayuno es duro y desagradable (el desayuno es sólo café, pan y mantequilla), y me han hecho nunca quiere volver a Roma. No recomendaría este lugar a mi peor enemigo. PS, no son amigables con las minorías o personas de diferentes religiones y grupos.