My Sopi Hotel (ex Timhotel Saint Georges - Pigalle) (ex. Timhotel Saint Georges - Pigalle)

Hotel

No merece 5 estrellas que se merece 2 tienen que reestructurar.

Muy descuidado y decadente.
El personal es muy agradable y limpio. Excelente brioche (pan divino au chocolat servido caliente)
La ubicación es excelente, justo enfrente del Moulin Rouge a 10 metros de la línea 2 del Metro.
Renovación de la fachada, esperamos continuar con los interiores que están cayendo a pedazos.

Para mí este hotel es un hotel Pass personalmente pasé 10 días en este hotel el Wi-Fi no es gratis el teléfono en extra gravado los muebles y la alfombra de la habitación muy habitación es su son el cigarrillo vi un cliente reclamado porque lo hizo vuelo Y 300 euros de su habitación entre el pequeño dege y el tiempo para salir; También los recepcionistas limitan agresivos no hay aire de recepcionistas los veo más como Mac o Chulos y el serise en las tortas si abres la ventana en el Boulevard tienes 2 oportunidad en 3 para ver la pelea en vivo en la calle y salir por la noche St límite en se Cartier te prometo que todo esto es cierto va a tirar su dinero lejos porque un hotel como que es la vergüenza de París.

Hace poco estuve en París con mi madre para unas vacaciones de 5 días. Nos alojamos en el tercer piso de este hotel. Mi mamá y yo comenzó a entrar a golpes que pica en nuestros brazos y caras un par de días en la estancia. Inicialmente pensamos que las picaduras de mosquitos y no creo que mucho de ellos. Una semana después de nuestra estancia, las protuberancias en la piel empeoraron. Se convirtió en picazón, inflamado, rojo y tienen pequeños hoyos en el centro. Nos vieron nuestros médicos, descubrieron que eran picaduras de chinches de cama y recibieron prednisona para aliviar la inflamación. Esta fue mi primera vez en París, y si pude hacer el viaje de nuevo, derrochar y alojarse en un hotel más limpio en su lugar.

Si la finalidad de la estancia en Paris es conocer todos los lugares y productos referentes al sexo, será sin duda el sitio más acertado para pasar unos días inolvidables, pero nada aconsejable si va en familia o quiere pasar unos románticos días, a pesar de su aparente buen enclave, cerca del bello barrio de Montmartre y de su cercanía a una boca de metro. Para acceder a las habitaciones se debe atravesar un laberinto de claustrofóbicas puertas. Las habitaciones no están sucias pero las rancias manchas de su moqueta hacen inapreciable tal limpieza. El baño queda reducido a un metro cuadrado dentro del cual hay que rezar para que no se te resbale el jabón; el armario…”un petit coin” con dos malas perchas donde no cabe ni una maleta y un ventilador como aire acondicionado. Por supuesto, este hotel cuenta con el atractivo de algunas grescas nocturnas y ¡eso sí! un semidecente desayuno, lo imprescindible para reponer energías y desear volver exhausto por la noche olvidando el alojamiento. ¡Ah! Y como sorpresa final, el pago de una tasa de “sejour” que puede variar, según el criterio del jefe de las decenas de conserjes que pasan por allí durante un día, dependiendo de la docilidad o exigencia del turista de turno.

El nombre ya lo dice todo, TIMO HOTEL. La reserva llevaba hecha (¡y pagada! ) 3 meses. Para llegar y descubrir que no les quedan plazas, que nos mandan a otro hotel de la misma cadena en calcoño.