Comentario del Parador de Cruz de Tejeda 4*

Pasé ahí un fin de semana en julio de 2012 y la experiencia fue casi inmejorable. La situación es perfecta para todo aquel que quiera conocer Gran Canaria de verdad, lejos de los masificados e impersonales macrocomplejos del sur de la isla, que no representan en absoluto la cultura, la tradición y, sobre todo, la diversidad de Canarias. En Tejeda y aledaños aún se conserva la idiosincrasia canaria. Desde la Cruz de Tejeda parten además muchos senderos que recorren el centro de la isla. El hotel es encantador. Decorado con muy buen gusto, muy acogedor y con habitaciones bien equipadas. Las vistas desde la habitación eran espectaculares. Con el Roque Bentayga a los pies (casi literalmente) y el Roque Nublo y el Teide a izquierda y derecha respectivamente. El restaurante es excelente. Con una acertadísima fusión entre lo que se puede esperar de un restaurante "de lujo" (para mis modestos estándares) y la comida tradicional canaria. Podría decirse que el spa es más de lo mismo. Nunca he entendido la fascinación de la gente por esas piscinas con chorros y otras máquinas de tortura. Pero lo cierto es que este tiene algo que lo hace especial: una piscina desbordante exterior (climatizada) que sobresale de la estructura sobre la ladera y que te permite bañarte con vistas al Nublo y con los pinos a tus pies. La verdad es que esa parte sí resulta agradable. ¿Defectos? El primero el precio. Me acogí a una oferta especial para residentes y aún así la media pensión resulta prohibitiva (la cogí por tratarse de una ocasión especial). El menú en el restaurante cuesta más de 30 euros sin la bebida. Igual el problema es que yo soy demasiado pobre. No sé. Llegar también puede ser un problema. Las carreteras para acceder a la Cruz de Tejeda son una gozada si vas en moto (de hecho, es una auténtica referencia para todos los moteros de la isla) o si te encanta conducir por carreteras de montaña, pero para mí fue un suplicio recorrerlas en coche.