Casa das Pías Casa rural

Casa de huéspedes, no es un pazo, viajas a los 60, limpieza dudosa. Todo antiquísimo. Si no vas con coche estás a 2.1 kms del pueblo más cercano. No hay posibilidad de ir andando y tienes que usar el taxi local por lo que te limita. No hay cenas ni comidas en el lugar pese a ponerlo en la página web.

El sitio precioso. Los dueños muy amables. Lastima que nos tocó la habitacion al lado del salón y la cocina y por la noche tuvimos olores y ruidos… Está apartado de todo. Y las cenas sólo por encargo.

El trato muy bueno, el desayuno no me agradó especialmente, ya que los huevos fritos por la mañana no son mi fuerte.

Atención excelente. La casa muy limpia, comida y bien decorada. La comida fue espectacular. Un gusto habernos quedado ahí.

La casa está bastante bien, para ir en verano es una gozada la piscina con unas vistas bastante chulas. Los desayunos muy ricos. La atención muy buena. La única pega a poner es que en la web ponen que hay cenas y luego cuando llegamos allí nos dijeron que no servían cenas, aunque nos dejaron llevar nuestra comida que compramos en el super y comerla en el comedor sin problemas.

Estubimos un dia con un trato ecelelte por parte de los dueños y una zona tranquila para descansar.

Muy amables y muy buena atención.

Muy acogedora, el trato fantástico. Sin duda muy recomendable.

"Muy agradable" Llegamos sin ninguna referencia y nos encantó el lugar, la tranquilidad y el trato.

Es un lugar muy bonito, tranquilo, relajado y el servicio muy atento y amable. Allí no te aburres ya que está muy bien situada; cerca de una playa fluvial, un campo de golf, un castro Celta precioso y muchos pueblos cerca que podrás visitar. Dentro del lugar se encontrará con un jardín muy cuidado y bonito, con una piscina donde podrá disfrutar al aire libre debajo de las sombras del Magnolio y por supuesto de la casa hecha en piedra. Los dueños encantadores y muy amables. Volveré…

Maravilloso lugar. La casa es preciosa, las instalaciones perfectas, todo muy cuidado y limpio. Lo mejor es la atención de los dueños: atentos y encantadores, se esmeran db que tu estancia sea perfecta.

Muy buena experiencia, una casa con encanto, buen ambiente familiar con sus dueños muy accesibles, un desayuno delicioso!, La piscina buenísima y la habitación muy bonita. Volveremos! Hemos estado con una niña de 1 año.

Estuvimos un fin de semana con amigos y las casa nos encantó por la decoración, no le falta ningún detalle, y tiene un jardín estupendo con una piscina de agua natural, que invita a disfrutarla. Los dueños de la casa son encantadores y nos prepararon unos desayunos espectaculares y se preocuparon que no nos faltara de nada. Sin duda volveremos a repetir.

Cada vez que me alojo allí es como si estuviera en mi casa, mi familia se siente como en un segundo hogar. Es una pasada ver como el marido se levanta el primero de la mañana para hacer el desayuno conmigo temprano, antes de salir a jugar al campo de golf que está lado, realmente es una gente entrañable y uno de los sitios más bonitos para pasar unos días.

Es el mejor lugar a donde uno puede ir. Enorme calidad y detalle en todo lo que hacen, los alimentos son siempre frescos, comprados por María Jesús cada día, eligiendo las mejores piezas para que cenemos, y con desayunos caseros hechos con muchísimo amor. El lugar es encantador, tanto dentro del recinto como fuera: dentro, una preciosa casa acogedora y familiar. Con su piscina, más alta que la entrada de la casa teniendo sol desde que sale por la mañana. Pero es que fuera, cruzando una calle, tenemos un monte totalmente aislado del mundo, mágico, donde perderse y encontrarse y, si no se sale mucho uno del camino, encontrar una iglesia y un castro celta (a ver si encontráis la serpiente dibujada en una de las piedras) en lo alto, con unas vistas espectaculares y donde se respira paz. A pocos minutos de muchísimas playas, y a menos de media hora de la Lanzada, una inmensa playa, en mi opinión de las mejores de las costas españolas. Pero es que sólo por el maravilloso trato de Marcelo y María Jesús, ya merece la pena conocer este entrañable lugar.