Hospederia Tarela

Hotel

Lentos, muy muy lentos, en servir. Pedimos unos calamares y estando en Galicia eran congelados supongo que de Pescanova. Mi hija se pidió una hamburguesa y era lo mejor. Yo no pediría nada más allá de hamburguesas y tabla de quesos.

Es un lugar al que como compostelana voy/iba habitualmente, no sólo ha perdido amabilidad y profesionalidad sino que también calidad. No cuidan la atención, ni la profesionalidad, al menos en el turno de mañana y mediodía … Ayer eran 3 personas trabajando, 2 dentro del local, (en donde yo estaba sentada) y 1 fuera. Tardaron 10 minutos en atenderme. Dentro del local había otro cliente y yo. La barra de la mesa está a 3 pasos… La excusa por tercera vez fue, perdona no te vimos…. Es la tercera vez que me pasa esto… Repito una pena…

Lugar correcto pero de reducidas dimendiones.

Sitio céntrico de Santiago, sin tapa… y 20 minutos después de pedir la comida, nos dicen que la cocina está cerrada (tres y media de la tarde)

Estuvimos más de 30min esperando por una ensalada y una hamburguesa… Estábamos nosotros dos y otra persona! Ni gente en la barra, … Y 3 personas trabajando. Muy muy lento. Soy de Santiago, volveré sólo a beber… Si a caso!

Es acogedor y bonito… Pero estaría mucho mejor si mantuviesen la reserva de la habitación concreta que pedimos y estuviese lista a nuestra llegada a las 15h.

Hermoso hospedaje en el casco Viejo. Cerca de todo, tranquilo, sumamente acogedor. La chica que atiende es muy agradable. Calefacción adecuada y habitaciones impecables. Recomendamos!

Precio/calidad fantásticos. La habitación estaba muy limpia, todo bien mantenido. La cama era muy cómoda. El personal es muy amable y atento. El Hostal está en una plaza tranquila. Un placer alojarse allí y sin duda volveremos!

Una casa de piedra en la esquina de dos plazas (Praza da Pescadería Vella y Praza de San Agustín) con más de 400 años da cabida a una taberna típica gallega y una hospedería con mucho encanto.

Ubicación, personal amable, valor para el dinero …

La camarera de las mañanas muy agradable, ponen churros con el café. Los fines de semana por las noches, para tomar cañas y algo de picar. Diego, un crack.

Hace unos meses que íbamos a tomar el café y a tomarnos unas cañas por la tarde noche, ahora resulta que cierra non dan comida, ni unas pésimas aceitunas, la camarera de la mañana deja mucho que desear, nunca tiene nada para picar, y aún por encima solo se dedica a estar sentada fuera de la barra hablando con otro chico, lo peor que pides algo y ella misma ya te avisa de que a las tres tiene que cerrar. Que pena porque era un local que nos gustaba para tomarnos las cañas y el café, hacían unas buenas tostadas y ponían buenas tapas, desde hace unos meses muy mal no creo que volvamos.

En fin de semana q fue nuestra estancia ;imposible dormir. Musica y ruido hasta altas horas de la noche. Una pena habitación limpia y acogedora. l.

La limpieza de las habitaciones le doy un 10, baños, camas ect súper limpio, quedamos súper contentos, la señora que nos atendió que nos limpio la habitación, era majisima y súper atenta, Gracias, si mal no recuerdo era Sandra su nombre.

Buen sitio para quedarse en Santiago. Ubicación inmejorable, habitaciones nuevas, limpias y acogedoras, servicio amable, y la taberna bastante decente con una terraza estupenda a pie de calle. Totalmente recomendable sin ser sibaritas.

La tapa de arroz era un pedrolo todo pegado. Este sitio ha ido de mal a peor. Antes veníamos muchas veces pero últimamente nos está deceocionando bastante tanto por su calidad, pero mas que nada por su atención y creo que ya es suficiente y no volveremos.

Las tosadas son enanas y la tortilla huele a mieda.

Falta personal. Hay únicamente 1 señora para atender hospedaje y cafetería (10 mesas), 1h en desayunar… Tenía pinta de algo puntual. La peor tortilla que he probado en mi vida. Se les olvidó echar sal.

El Wi-Fi, las camas dobles infernales y el hecho de no tener nevera o mini bar es por lo único que no valoro a este sitio con 5 estrellas. En cuanto a calidad-precio y servicio sitio más que recomendable.

Comida normal, aunque ajustada a su precio, que es bastante bajo. No es el mejor lugar para parar a tomar algo en Santiago, y menos en su zona, pero tampoco es un sitio a evitar.

Delicioso abundantes tapas con las bebidas. Tienen una agradable terraza al lado de la puerta, en una acogedora plaza tranquila, ideal para tomar algunas bebidas.

Muy limpios y amables empleados. Las habitaciones son muy confortables!