Hotel Puntagrande

Hotel

Lamentable atención al cliente.

Es un muy encantador, romántico, elegante y refinado. Las habitaciones son increíbles (la suite muy recomendable) y el restaurante excelente. Un abrazo a los propietarios que nos hizo sentir muy bien.

Impresionante hotel a 5 ⭐⭐⭐⭐⭐
Ambiente, personal, equipo, comida — everythig era increíble.

Davide y Paola y Duquesa nos hicieron sentirnos como parte de la familia. Atención cuidadisima en todos los aspectos.
El lugar es espectacular, y el restaurante es de una calidad excelente.
Nos sentimos unos privilegiados de haber podido disfrutar del hotel y la nueva suite es ESPECTACULAR.

Muchas Gracias por permitirnos verlo por dentro. Una maravilla de Hotel y de entorno.

Sin lugar a dudas El Hierro ha sido un maravilloso descubrimiento pero tenemos claro tanto mi hija Elena como yo, que sin Puntagrande no hubiera sido lo mismo, hemos estado como en casa y así nos los hizo saber Paula y David en el mapa, como volver a casa! Sin olvidarlos de Carlos, da gusto y hacia tiempo que no conocía a nadie que disfrutara tanto con su trabajo y eso se nota en el trato que trasmiten… muchas gracias nuevamente por unos días inolvidables, El Hierro ya forma parte de nosotros.

Vistas preciosas, carta exelencia, personal jenuino, cócteles buenísimos para disfrutar de ellos, exelentes cócteles para niños sin alcohol.

Es una de las zonas más bonitas de toda la isla. El agua en este lugar está muy cristalina, y la zona en general tiene un aspecto muy fotogénico. Este hotel dicen que es el más pequeño del mundo.

Si vas a El Hierro, no te pierdas la oportunidad de visitar el hotel Puntagrande a las puntas en la Frontera… La comida es tan buena, el equipo muy amable y desde allí una puesta de sol increíble…

Inmejorable ubicación. Muy bonita la habitación con ambiente marinero. Las camas muy cómodas.

Las vistas inmejorables y tiene muy buen servicio. Nos tomamos un café y genial. La única pega es el precio, que es caro, pero claro, pagas la exclusividad… Por cierto, son cuatro habitaciones, no una como se comenta por ahí…

Imagic y lugar muy relajante.
Ir allí por 2 noches y usted tiene tiempo para la isla del agujero.

Escenario perfecto en el que perderse con tu pareja y abstraerse de la realidad. Bien cuidado, bien decorado, limpio, servicio inmejorable y único por ser el más pequeño del mundo. La nueva gestión le ha dado la imagen que este mágico lugar merece. 10+1!

Una experiencia inolvidable a pie del Oceano Atlantico.

Un bonito lugar, recomiendo el restaurante Garagnones…

Ubicación única increíble. También el Hotel es acogedor y muy interesante.

Lo siento, pero el hotel más pequeño del mundo está en Amberg, situado a 130 kilómetros de Munich, es una caja real de sorpresas. Mantiene intactas sus construcciones medievales y se llama el Hotel Eh'Häusl, un establecimiento solamente 2.5 metros de ancho y un total de 53 m2 en dos plantas, colores claros, decoración minimalista y refinada.
La punta grande sigue siendo un lugar perfecto para disfrutar de la tranquilidad y la hospitalidad local. Muchas gracias.

Simplemente lo visité por fuera por la particularidad de ser el hotel más pequeño del mundo. Está en un lugar muy tranquilo junto al mar.

Precioso, la pena es que no haya un servicio bar para el público como cuando estaba su creadora. El sitio es increíble y absolutamente único por su peculiaridad, por donde está construido y por las impresionantes puestas de sol que se pueden disfrutar, el interior es muy característico y acogedor, el exterior actualmente está un poco pobre, pudiendo aprovechar mejor la estupenda terraza de la cual dispone. Entiendo que ha sufrido duramente la crisis y al estar a la venta espero que los próximos dueños puedan devolverle todo su esplendor.

Un lugar muy acogedor donde me alojé por dos noches. El ruido del mar y del viento por la noche es espectacular, relajación total. El staff es muy amable y simpático, te cuentan historias del hotel y te ayudan en lo que necesites.

Fácil. Ingenioso. No deberías esperar demasiado. Pero para eso estás en el fin del mundo. Así que casi. :-)

Mezclado. Los precios son de lujo, por desgracia no el resto. El caballero es muy amable pero no compensa.

Fantástica ubicación para comer y/o alojamiento de noche, un antiguo edificio del puerto encaramado en los acantilados. UN lugar mágico. El interior está amueblado con recuerdos marinos, incluyendo un traje de buceo vintage. No preguntes por la lista de menús porque no está disponible: el cocinero cocinará el pescado del dia según la inspiración y la disponibilidad del momento. El precio de una cena está relacionado con la belleza del lugar, sin embargo vale la pena gastar unos pocos euros más.