Pensió Bellmirall

Hotel

Una bonita pensión rural cerca de la catedral. Para llegar hay que subir unas cuantas escaleras pero vale la pena. La pensión está en una antigua casa de payés de siglos anteriores.

Hermoso lugar en el corazón de Girona. El personal es muy amable y el lugar es muy cómodo. No te puedes equivocar con Bellmirall. 100% recomendado.

Buen desayuno, colchones y almohadas, limpio, amable personal. El baño era muy pequeño. Las campanas de la catedral son golpeadas cada 15 minutos. (campana pequeña) y cada hora (campana grande). Si el día anterior un poco trabajado en causa y no se durmió dormido muerto, se puede escuchar toda la noche hasta la mañana. Recomiendo no ser perezoso.

Situacion inmejorable al lado de la catedral. El trato magnifico. Se oyen bastante las campanas, si se tiene sueño ligero mejir llevar tapones.

Acojedor, personal muy amable y un ambiente muy agradable. Lo recomendaria a todos que desean pasar unos dias tranquilos. El desayuno muy bueno!

Excelente por donde se la mire. Y la atención de 1ra.

Me encantó esta pensión, pequeña pero acogedora y en excelente ubicación. Lo mejor la atención y el desayuno, fue fantástico! Creo que pueden mejorar el baño, quizá algunos detalles.

La ubicación era estupenda y el desayuno en la mañana era simple, pero agradable. El propietario era servicial de nuestra llegada tardía. La habitación era pequeña y necesita renovación. El baño era muy pequeño. No pude dar la vuelta en la ducha porque era tan pequeña. Las camas estaban limpias, pero difícil. No había aire acondicionado en la habitación.

Buena atención al cliente en una pensión céntrica y acogedora. Habitaciones sencillas a la par que espartanas. Recomendable. Y como en todas las pensiones del mundo, la presión del agua de la ducha es inexistente; no vendría mal solucionar eso. Buena relación calidad precio.

Difícil acceso y mal servicio.

Alojarme aquí fue una experiencia un poco decepcionante. Por la descripción de la página web, pensé que iba a ser otra cosa. El edificio es precioso y está bien cuidado, pero las habitaciones no son acogedoras. Le hace falta una renovación, porque pasar incomodidades le resta encanto al sitio. Otra cosa que no me gustó fue el desayuno… Era realmente escaso y en vez de poder servirse uno mismo, la propietaria pasaba con una bandeja de embutido ofreciendo una o dos lonchas a lo sumo. Quieras o no quieras más, la manera de servirlo ya hace que te cortes. Así que después de no poder disfrutar del desayuno pagado, fuimos a dar un paseo por el precioso casco antiguo de Girona y buscamos una cafetería donde comernos un buen bocata.

Hotel muy acojedor y auténtico en el casco antiguo de Girona, el trato esquisito del personal, accesible y con sitio para aparcar cercano.

Turistas sedientos que quieren beber agua. Me vende cada agua de 33cl por 2 euros. No es razonable. Caraduras y aprovechados.

El Bellmirall es una verdadera joya. Era el más bonito, más encantador lugar donde nos alojamos durante nuestro viaje a el área de Barcelona (junio de 2014). Inolvidable.

Encantador hotelito com muuuuucho encanto en la zona mas romantica, artistica y antigua de Girona. Acogedor e intimo, con toques folck.

Trato inmejorable. El lugar es hermoso, inmejorable para ir en pareja.

Gané t decirle nada acerca de la situación de exceptionnel y nada sobre la belleza de este hotel (ver los otros para eso) pero te hablo acerca de la calidad perfecta, la amabilidad del dueño de este maravilloso Hotel pequeño. Ella es una de las personas mayoría de simpático que nos reunimos durante todo nuestro viaje en España. Le encanta su trabajo y ella ama a sus clientes. Sólo para esto. Ir allí.