Casablanca El Petit Hotel

Hotel

Fina la dueña muy atenta desde nuestra llegada, te explica todo lo que visitar, dónde comer y que hacer por la zona. Todo estaba muy limpio y mimado con detalle. La cesta con fruta, bolleria, café y el embutido fue un detalle que nos encantó.

El lugar es muy tranquilo y el trato de Fina (la propietaria) muy bueno. Pero solo puedes comer comidas preparadas, pues la cocina solo dispone de microondas, tostadora y cafetera. No puedes cocinar. También eché en falta más utensilios de cocina como unas tijeras o trapos para poder limpiar la cocina. Las biciletas están en bastante mal estado. Las cadenas oxidadas y los pedales rotos o a alguna le falta el pedal. Si lo hubieramos sabido hubieramos traido nuestras bicis; pues nuestra intención era hacer rutas en bici y no pudimos. Tampoco hay intimidad. Tanto la habitación como el comedor dan al patio y si quieres tener intimidad tienes que estar con las persianas bajadas. Y la cama bastante incómoda. Por lo demás bastante bién. El baño muy completo y tiene televisión que se puede girar y ver tanto desde el sofá como desde la cama.

Un sitio tranquilo y cómodo para realizar visitas en bici por el delta. Mejor llevarte tu propia bici, ya que por el aspecto que tenían las que prestaban en los apartamentos yo no me iría muy lejos. Si llevas tus bicis las puedes dejar dentro del recinto y la dueña que da indicaciones de por donde ir o no ir. El apartamento esta muy bien y es muy cómodo.

No nos gustó el trato que nos dio Fina, la dueña. Impertinente y mal educada.

Cama incomoda, falta utensilios de cocina como una balleta, tijeras, cuchillo grande, etc… Lugar tranquilo, su propietaria muy atenta.

Estuvimos con mi pareja un fin de semana y lo pasamos, genial! El hotelito esta en la zona residencial del pueblo con casas y jardines y por la noche la tranquilidad, es absoluta… Los apartamentos son bastante amplios y limpisimos! Perfecto para pasar unos dias comodos y agradables. Todas las referencias y recomendaciones sobre la zona de la propetaria han sido acertadas y muy utiles. La verdad, es mas facil montar tu ruta de estar bien informado. Muchas gracias a Fina por ser tan atenta y tener un trato tan agradable! Nos vemos pronto de nuevo!

UBICACIÓN: El hotel se encuentra en Deltebre, a las afueras del pueblo, pero el entorno no es NADA rural, bloques de pisos y demás, poca naturaleza… La próxima vez que vaya me alojaré en El Poble Nou Deltebre, que es un pueblecito mucho más acogedor de casitas pequeñas y blancas y que SÍ se encuentra en pleno centro del parque, rodeado de naturaleza. ALOJAMIENTO: Decepcionante, sofá y cáma realtmente incómodos, falta de mobiliario básico como toalleros o papeleras. Los colores son bonitos, pero uno no duerme en los colores y cuando va a un sitio a descansar espera, por lo menos, un colchón de calidad. TRATO CON EL PROPIETARIO: La dueña, que en un principio parece ser buena anfitriona, demostró no estar a la altura en los imprevistos y sacó su verdadera cara reclamándonos el pago de servicios que no disfrutamos y amenazando con denuncias si no los abonábamos. Estuvimos muy incómodos con ella ya que demostró muy poca humanidad ante una persona enferma sin interesarse tan siquiera por sus salud y preocupada constantemente por el dinero. Sin duda, si estáis pensando en ir al Delta del Ebro, en busca de un entorno natural, tranquilidad, comodidad y buen trato, os recomiendo que busquéis OTRO alojamiento.