Comentario del Hotel Baltico 3*

Experiencia genial y entrañable Este Agosto hemos recorrido parte de Asturias y un poquito de Galicia, era un promesa que habíamos realizado a nuestra familia mientras viviéramos en España y así comienzan nuestras vacaciones del verano 2015. Teníamos un plan muy ambicioso pero un poco estresante, finalmente pensamos que nos lo tomaríamos con calma y así pudimos ver muchos de los lugares que había apuntado cuando mi familia me narraba una y otra vez sus recuerdos de Asturias. Nuestro viaje partia desde Barcelona y empezó por la parte Oriental, … si tuiviéramos que nombrar algunos de los lugares, aunque resulta complicado, destacaría: Los Lagos de Covadonga, Ribadesella, El Naranjo de Bulnes, Sotres, La ruta del Cares, Cangas de Onis, Lastres, Tazones, las Casas de Indianos, … hemos estado en diferentes hoteles y en Ribadesella en casa de unos amigos. También estuvimos en Oviedo y Gijón, maravillosos espacios: La Catedral y la Camara Santa, El Antiguo, La Plaza del Fontán, El Auditorio, El CC. De Calatrava, El Naranco (prerrománico asturiano), … Playa de San Lorenzo, Elogio del Horizonte, El puerto, Cimadevilla, Paseo de Begoña. Etc. Y ahora para finalizar nos toca el Occidente: Cudillero, El Faro Vidio, Luarca (y aquí nos detuvimos), Puerto de Vega, Tapia de Casariego, El Castro de Coaña (Navia), Cascadas de Oneta, Vegadeo, Figueras, Castropol y Ribadeo (Playa de las Catedrales), Taramundi, Tineo, Pola de Allande, … Establecimos en Luarca nuestro centro de operaciones para poder ver el Occidente, en concreto en el Hotel Báltico, durante los tres días que teníamos reservados nos quedamos en el hotel de ** estrellas porque era el que nos recomendaron y conocían nuestros familiares, cual fué nuestra sopresa al encontrarnos al llegar, que había crecio, había uno nuevo… nos tocó una de las habitación mirando al mar, sencilla, cuidada y muy amplia, … la estancia en general fue tan buena que ampliamos otros 2 días más y esta vez (debido a que estaba completo para estas fechas) nos tuvimos que trasladar al de ***, en esta ocasión nos tocó una habitación en la 4º planta, muy bonita, moderna y desde la balconada podíamos ver las playas y los tejados de pizarra de las diferentes casas asturianas. Destacar la limpieza, la calidez de las habitaciones, la situación, la cercanía y la familiaridad con que nos acogieron… Todos los días bajábamos al desayuno con nuevas rutas, aventuras y cosas que ver que compartíamos con el pesonal que eran como nuestra familia,. Además de algunas de las comidas y cenas que hicimos en el Restaurante Báltico con una carta llena de platos variados, caseros y riquísimos, … muchísimas gracias por hacer de nuestras vacaciones un experiencia inolvidable … De Luarca, queédecir, todo lo que nos habían contado es poco, hay que verlo, con y sin fiestas, simplemnte PRECIOSO, además tiene muchos rincones que explotar: El Puerto, Las playas, La mesa de los mareantes, Los barrios del Cambaral y la Pescaderia, El Faro, La Atalaya, el Cementerio, El palacio del Marqués de Ferrera, Los Jardines de Panrico, … Sin palabras, "Asturias al completo, es de cuento" tanto la costa como el interior: los acantilados, el mar, la montaña, los paisajes, los rincones, las playas, la gastronomía, de las mejores que existen en calidad, cantidad y la cercanía de la gente, … nos llevamos unos recuerdos para siempre de una tierra que deja huella y de una gente que llega al corazón!,. Ya me lo decía mi familia.