Molino del Corregidor

Casa o chalet

Mi mejor experiencia de vacaciones con perro hasta la fecha.

Es un lugar perfecto para desconectar, descansar o irse a hacer senderismo por los maravillosos paisajes que hay cerca.
Las habitaciones son preciosas, limpias y cada rincón está perfectamente decorado.
Los dueños son un amor, simpatiquísimos.
Recomendable 100% (familias, parejas, amantes de la naturaleza, gente con hijos perrunos…)

Son una pareja divertida y encantadora, con mucha pasión por los pequeños detalles, súper recomendable.

Estuvimos este fin de semana con unos amigos y fue simplemente genial. El sitio maravilloso, las habitaciones con muchos detalles, Alberto y Sara super agradables, bonitos paisajes, pueblos con encanto, ambiente muy apacible y agradable. Recomendable al 100%.

Hemos estado en este alojamiento pasando tres dias, nos ha encantado, Sara y Alberto que son las personas que lo llevan son encantadores, desayunos y cenar veganas riquiiiisimas. No tengo nada malo que decir de nuestro paso por alli. Información detallada de la zona, rutas para hacer por los alrededores. Un 10 en todo. Gracias por todo.

La casa es el resultado de dos personas que trabajan con entusiasmo y viven lo que hacen. Y eso se nota nada más llegar. Alberto y Sara han hecho de ese Molino un lugar acogedor y precioso. 100% recomendable, y si te gusta hacer rutas de senderismo o Btt, incluso van contigo y te enseñan la zona. Volveré seguro! Muchas gracias por todo!

Genial, Alberto y su mujer un encanto muy recomendable! la casa genial! y el paisaje espectacular sendas con encanto!

En una buena localización para poder visitar la zona, siendo los dueños muy agradables y atentos. Las instalaciones están bien, en la que estuvimos tiene baño, Wi-Fi, televisión (aunque hay mucho que ver alrededor) cama de matrimonio además litera para los niños.

Estuvimos con niños y perro en una habitación anexa al edificio principal. Es como una casita. Precioso. Muy bien decorada y huele a limpio. Tiene de todo. Desayuno casero muy bueno. Alberto y Sara son muy amables. Puedes llevar comida propia y tienen muchos utensilios en la cocina. El salón es muy acogedor, con televisión y decorado también, muy bonito. Ahora tenía detalles de Harry Potter. La chopera que está en el mismo recinto es muy relajante, con hamacas y juguetes para los niños. También tienen huerta, a los niños les gustó mucho. La verdad es que nos ha encantado. Volveremos.

Muy acogedor y muy atentos los molineros.

Gran fin de semana en el molino del corregidor, zona preciosa, recomiendo visitar la zona para los amantes de la naturaleza y la bicicleta. Que decir de Alberto y Sara, sois geniales, un 10 para vosotr@s, me he sentido como en casa, trato inmejorable, animo a los dos y seguir haciendo este trabajo tan bonito que tenéis, espero volver pronto para conocer nuevas zonas.

Hemos estado este fin de semana, con la opción de alquiler completo. Hay 3 habitaciones completas pero hay q salir al exterior, no están comunicadas con la sala común. Hay una habitación c capacidad para unas 16 personas y para el grupo q íbamos pues genial porque los niños c las literas estaban encantados. Lo peor que el jardín estaba sin segar y sin desbrozar y los niños no han podido ni jugar a la comba ni al fútbol xq se frenaban tanto la comba como el balón. Limpieza bien. Las escaleras tienen salvaescaleras para minusválidos por dentro de la casa.

Para ir en familia y montar en bicicleta MTB, los Cameros para BTT ideales te organizan rutas.

Hemos estado cuatro noches y tanto Alberto como Sara han sido unos estupendos anfitriones. El molino tiene muchísimo encanto y el lugar es ideal para desconectar y descansar. Los desayunos son muy completos y estaban riquísimos, cada día nos sorprendían con alguna receta nueva. Un lugar ideal para descubrir el Cameron Viejo y los valles adyacentes. Repetiremos!

¡Un lugar con mucho encanto! Se nota el cariño y la dedicación de Sara y Alberto en cada detalle. Hemos disfrutado 5 días de relax, buena comida, preciosas rutas de senderismo entre bosques, cascadas, animales, huellas de dinosaurios, sorprendentes cuevas… En fin, ya hemos recomendado este destino y esta casa rural a familiares y amigos. Esperamos volver, nos queda aún mucho por descubrir de La Rioja.

Sitio espectacular, un antiguo molino habilitado con habitaciones confortables y decorado con muchísimo encanto en plena naturaleza. Es como de cuento, incrustado en un bosquecillo al lado del rio. Te reciben Sara, Alberto (y Dama), que son gente adorable y atenta. Pedimos desayuno, que estaba súper bueno, muy generoso y variado, además es totalmente apto para veganos. Todo realmente económico.
Creo que la zona está infravalorada, porque por lo menos a mi no me sonaba como otros lugares del norte de la península, y los Cameros tienen un montón de cosas por ver como las cuevas de Ortigosa o el cañón de Leza y está muy cerca de sitios como el parque natural de la sierra de Cebollera, con cascadas muy guapas y frondosos bosques de pino y haya. Hay rutas que merecen la pena por la zona, tanto para caminar como para bici (Alberto controla de estos temas), y se pueden avistar diferentes rapaces además de ver huellas de dinosaurios. Está a un rato de Logroño, así que también te puedes pegar una escapada para hacer unos pinchos y unos vinos por allí.
En definitiva, muy recomendable.

Es un hotel con mucho encanto. El recinto acotado y las habitaciones están cuidadas y decoradas con detalles que lo hacen un lugar muy acogedor. La pareja que lo lleva es muy amable y son muy detallistas. Ofrecen desayuno casero, habitaciones con chimenea y son pet friendly. Fuimos con nuestra perrita y disfrutamos mucho del viaje. Sin duda repetiremos en un futuro.

Nos atendieron muy bien, Alberto y Sara. Orientándonos por la zona (porque las carreteras son algo intrincadas y a veces cogiamos para acortar algunas para las que si no tienes un todoterreno, te la juegas) e informándonos de lugares recomendables para comer o realmente interesantes para tapear por la noche, llegar a la casa rural menos arriesgados para conducir… además, encantados con Sara que es una detallista ambientando cada rincón de la Finca y buscando actividades para realizar en la Casa Rural. Guardamos un buen recuerdo de nuestra visita.

Buen alojamiento en el que nos hospedamos toda la familia. El trato por parte de los dueños fue inmejorable, desviviéndose por que todo estuviera bien. El desayuno muy rico, y abundante. La pena es que nos tocó una habitación común, pero ya nos habían avisado que estaban las habitaciones llenas. Pero nos la reservaron solo para nosotros, y tan bien que estuvimos. La cocina la puedes usar, salón común.

Estuvimos una familia con 2 peques, y lo pasamos fenomenal, Sara y Alberto nos indicaron sitios con encanto para conocer. Y la casita está en un bosque muy bonito y con una decoración al detalle y con gusto. Maravillo el trato, la limpieza e infinidad de detalles con los niños. Todavía mis hijos recuerdan como plantaron una plantita con Sara, vieron su huerto, jugaron con Ocarina (Hurraca), vieron estrellas, etc. Trato muy cariño con los niños.

Un alojamiento con mucho encanto y perfecto para desconectar. Los propietarios, Alberto y Sara son muy atentos y amables. El alojamiento está decorado con mucho esmero, lleno de detalles. Muy silencioso y con camas muy cómodas, el descanso es de calidad. Cuenta con un gran jardín lleno de chopos que es muy fresco en verano. Los desayunos son muy completos. La comarca tiene muchas cosas para visitar y desde el propio alojamiento no tardas mucho en llegar: huellas de dinosaurios, aves rapaces en Calahorra, montañas, bosques, rios, pantano para bañarte, cuevas, rutas a caballo y senderismo, cielo estrellado para disfrutar de un telescopio, gastronomía, bodegas… estuvimos 10 días e hicimos un montón de cosas. Sin duda de los mejores sitios donde hemos estado.

Maravilloso lugar, propietarios y entorno. Altamente recomendable.

Habitaciones muy confortables. Entorno precioso y dueños muy atentos y agradables. Calidad-precio inmejorable.

Lugar idílico. Perfecto para desconectar del mundo de ciudad. La pareja que lo lleva son encantadores. Uno se siente parte del lugar. Sin duda repetiré

Se trata de una casa rural con un jardín muy grande en un paraje muy bonito. En concreto la habitación que nos facilitaron era prácticamente una casa en si misma anexa a la casa de los propietarios. Tienen huerta propia y animales de granja como cabras, ovejas, etc. Ideal para viajar con niños y/o mascotas. No sirven comidas, desayunos o cenas según nos explicaron. Los propietarios muy majos y dispuestos a ayudar con cualquier problema.

Un sitio fabuloso para alojarse mientras se disfruta de los Cameros. Los dueños muy atentos y amables. La casa está limpia y arreglada, desayunos correctos.