Hotel Posada Real

Hotel

Cocina excelente y muy buena calidad de productos y sobretodo muy profesionales.

Muuuuuy bien. Fantástica relación calidad precio.

Excelente servicio y una comida muy rica, con un ambiente agradable. Muchas ganas de repetir.

Un servicio de diez, super amables y atentos. Super limpio y unas vistas escepcionales, las habitaciones con dosel son preciosas y la cama es gigantesca y super cómoda. Un lugar acogedor y perfecto para disfrutar de la paz y de la tranquilidad del paisaje y hacer una inmersión en la edad media total.

Una estancia muy agradable y las vistas muy bonitas. Para desconectar totalmente. Asta la proxima.

No está mal para pasar la noche en Ainsa. Casi en plena plaza. Típica casa del pirineo acondicionada con varias habitaciones de madera con su baño. No tiene recepcion y hay que ir a un restaurante al otro lado de la plaza para el chek-in y pagar la estancia por adelantado. El personal agradable y todo muy limpio.

Un hotel precioso y una ubicación privilegiada, ya que está en la plaza principal. El trato hacia el cliente excelente, tanto en el hotel como en el restaurante. Volveremos a repetir.

Lugar magnífico, vistas muy bonitas y pueblo muy acogedor. Servicio de comidas.

Una estancia muy agradable Hemos estado yo y mi esposa en una habitacion con dosel la cual tenia una vista maravillosa. Volveremos pronto.

Estancia de cuatro días en un hotel con encanto, tanto por su decoración medieval como por ofrecer una atmósfera cálida y con buenas vistas. Destacar la limpieza y la amabilidad de su personal. Una experiencia a repetir y para recomendar.

Un hotel precioso acorde con el pueblo de Ainsa. Situado a escasos metros de la plaza mayor, tranquilo y acogedor. Las habitaciones son amplias y cómodas, el baño impecable.

Lugar ideal para el descanso del viajero. Estuvimos en una habitación muy bonita con cama con dosel, super cómoda, amplia, un baño muy acogedor, y vistas al Pirineo, que por cierto estaba todo nevado, precioso! Lo recomendamos 100 × 100!

Bonitas vistas desde la habitación, además de ser cómoda y limpia.

Lugar ideal para el descanso Disfrutamos unos días en El Pirineo y también pasamos un poco de frio aunque era muy sano, nos alojamos en El Hotel Posada Real, habitaciones decoradas tipo medieval muy de acorde con El Casco Antiguo de Ainsa "TODO MEDIEVAL", vistas al Pirineo buena calefacción y amabilidad por parte del personal. Lo Recomendamos.

Hotel para enamorados La habitación Monte Perdido, una cama amplísima con docel y unas vistas impresionantes al Pirineo y más ahora que está todo blanco y a un río que se ve en la parte baja del pueblo, la habitación super confortable incluido el baño, lo recomiendo para el descanso, la tranquilidad y los enamorados.

Situado en el Casco Antiguo de Ainsa. Sus pocas habitaciones son excelentes con vistas al Valle del Cinca.

"Precioso hotel ******* Confortable, acojedor, bien decorado y calidad en todo. La atencion por el personal muy amable. Un buen sitio para conoser esta parte del Pirineo.

Muy buena comida y un genial servicio. Se lo recomiendo a todos.

El Hotel Posada Real situado junto la Plaza Mayor de Ainsa con vistas parte de las habitaciones a una parte de esta y el resto a la Peña Montañesa y al segundo pico mas al de los Prineos Monte Perdido y el Rio Cinca decoracion medieval camas algunas de ellas con dosel el lugar ideal para el descanso en los Pirineos, limpieza, atencion, servicio y comodidad un 10 ver comentarios de Posada Real estos de aqui son del Restaurante Bodegon de Mallacan son edificios totalmente separados os lo recomiendo.

Justo en medio de todo, pero en una zona tranquila. Habitación maravillosa con vistas a la montaña casa rural cartel cuatro. Me alojaría de nuevo.

Tiene una carta amplia y unos menús asequibles, la atención es buena y la decoración del restaurante muy singular. Cenamos muy bien.

La comida a la carta no la he probado. Pero el menu de 18 euros yo lo califico de pésimo.

Un buen lugar calidad — precio en plena Plaza Mayor de Ainsa.

Restaurante muy bien situado en la plaza. El menú un poco carillo pero en la zona todos andan parecido. Los pirineos patos muy minimalistas de estos que piensas "cuando salga de este restaurante me pillo un bocadillo" pero he de reconocer que los segundos son inversamente proporcionales a los primeros. La calidad de los productos muy buena y la terraza bajo los soportales de la casa perfecto. Una pena que aparquen coches en la plaza desmerece mucho el conjunto visual de esta impresionante plaza.