Hotel garni Milseburg

Hotel

Muy buena vista en el Ródano! Una pequeña cabaña administrada ofrece algo para el poco hambre y contra la sed. Esto se ganó después del ascenso ;)

Hermoso de Montaña en las montañas del Rhön.

Me encanta la Milseburg. Ella era hace miles de años que el Hogar de nuestros Antepasados, de los Celtas. En el Camino hacia arriba para Gangolfskapelle y las Cruces son Señales de la Historia de aquel celta Tiempo establecido. Arriba, en la Milseburg llegado, espera a los Visitantes de una proyección de 360° Vistas. Realmente genial. En Verano vale la pena en las primeras horas de la Tarde Milseburg junto con el novio o la mejor Amiga a subir — en el Equipaje de una buena Botella de Cava helado. Se dice entonces que la Botella de abrir, verter en las distintas Copas.

Gran castillo, vistas maravillosas y un delicioso restaurante en la montaña.

El personal es muy agradable.
La puerta corredera entre el mostrador y la cocina en la habitación 122 solo permite dormir entre las 24h y las 6-7 de la mañana.
El asiento del inodoro es de color marrón.
Desafortunadamente, la cocina no es convincente de ninguna manera. Salsas preparadas, sopa fría con albóndigas de plástico y sin Flädle (contrario al menú).
Cualquiera que piense que el plato de la parrilla sería algo para el hambre grande está equivocado. Tres carnes Fitzelchen y un Nuremberg Rostbratwürstchen, ahogados en salsa preparada, más tres Bofrost Rösti por 15€. — No, incluso yo puedo hacerlo mejor.
Probablemente solo volvería en caso de emergencia.

Encontramos aquí en el fin de semana de ascensión 2017 en mayo con 20 personas el hogar perfecto para nuestra reunión familiar y cada deseo se cumplió. El servicio de habitaciones era muy bueno y completo, la vista de la habitación del hotel es un aturdidor, la comida era sabrosa, se presentó hasta que el último huésped estaba feliz. Podemos recomendar hotel Milseburg y volvería en cualquier momento! La reserva / rebooking fue sin complicaciones y siempre amable y complaciente.

El personal es muy agradable.
La puerta corredera entre el mostrador y la cocina en la habitación 122 solo permite dormir entre las 24 en punto y las 6-7 de la mañana.
Los vidrios del inodoro son de color marrón.
Desafortunadamente, la cocina no convence de ninguna manera. Salsas preparadas, sopa fría con albóndigas de tuétano de plástico y sin flädle (al contrario del menú).
Cualquiera que piense que el plato de la parrilla es algo para el gran hambre se equivoca. Tres trozos de carne y un Rostbratwürstchen de Núremberg, ahogados en salsa preparada, con tres Bofrost Rösti por 15 €. — No, incluso yo puedo hacerlo mejor.
Probablemente solo volvería en una emergencia.

Muy bonito alojamiento "en el medio de la nada". Si usted está buscando paz y tranquilidad que se puede encontrar allí. Las habitaciones son amplias y limpias, el restaurante es excelente.