Rheingoldschänke

Hotel

Deliciosa comida, disfrutar de un buen vino y luego pasar la noche en la gran plaza de aparcamiento de autocaravanas. Sin duda volveremos.

Muy limpio. Cocinero amable. Además de la familia. Desayuno muy rico. Cena tras menú muy sabrosa. Nuestro consejo secreto.

Acogedora posada con una hermosa vista. Nos recibieron calurosamente y pudimos elegir entre una habitación en el sótano o bajo el techo. La habitación elegida en el sótano es lo suficientemente grande, incluso en verano todavía bien templado y ofrece suficiente espacio de almacenamiento. El baño no tenía ventana, que no nos molestó personalmente. Durante la operación del restaurante es, por supuesto, un poco más fuerte, pero por lo general no estás en la habitación. Por la noche sólo había un zumbido tranquilo (de la tienda fría? ), que absolutamente no nos molestó. Desafortunadamente, un lado de la cama se está crujiendo muy duro, aquí el óxido o el colchón tendría que ser reemplazado.
Contrariamente a lo que muchos están acostumbrados, el desayuno no se sirve en forma de buffet, sino con amor en la mesa. Hay una selección de yogur, salchichas, queso y panecillos y pan. Todos deberían estar hartos aquí.
El restaurante cuenta con una zona cubierta y al aire libre. Especialmente la terraza con su vista y el techismo es muy recomendable. Hay una buena selección de comida y bebidas. Los vinos locales eran muy recomendables aquí, que también se venden como botellas para llevar. El servicio de la gastronomía siempre fue superior.
Si nos fijamos en la relación precio-rendimiento general, hemos encontrado aquí un alojamiento agradable y acogedor, que también nos gustaría visitar de nuevo (a pesar de sus pequeños defectos).