— la brasserie es una de las mejores en las que hemos estado, nos han ofrecido un menú de esquiadores y un maridaje de vinos perfecto, tuvimos una velada inolvidable;
— desayuno ecológico y saludable, también este inolvidable, la mantequilla se hace a mano, el pan es orgánico, el muesli también se prepara en casa, hay diferentes tipos de leche que se pueden elegir, naranjas exprimidas, batidos con bayas también esta de la casa y plato de quesos Engelberg, fríos y verduras, brioche suave y fresco para ser rellenado con diferentes mermeladas, nutella o mantequilla de maní. En resumen, un desayuno imperdible;
— la decoración del hotel es moderna y juvenil, te hace sentir como en casa, el estilo se cuida en todas las zonas de la estructura, desde la habitación hasta las zonas comunes. En el jardín hay una bañera de madera para tomar un baño cálido con vistas a las montañas (realmente romántico) y una acogedora sauna;
— la habitación era lo suficientemente espaciosa y con vistas tanto a las montañas como al pueblo, la cama era muy cómoda y dormimos bien también porque la noche la habitación era tranquila;
— el personal es muy amable y está dispuesto a apoyarlo en cada solicitud proponiendo la alternativa adecuada para nosotros y para nuestro hijo de 7 años;
— están muy atentos a la higiene, el desayuno era buffet, pero se tenían que usar guantes desechables para servirse a sí mismos, las mesas están todas a la distancia correcta y los huéspedes están acompañados para evitar reuniones, tienen la mano de soeder sanit en todas las áreas del hotel;
— la tienda de regalos tiene algunos artículos muy bonitos, compramos un suéter y dos gorras con la marca del hotel;
— es un lugar muy frecuentado por deportistas y amantes de las montañas, el hotel también ofrece una revista dedicada a la región en la habitación y en todas partes se pueden encontrar fotos tomadas en el entorno increíblemente hermoso.
— desayuno ecológico y saludable, también este inolvidable, la mantequilla se hace a mano, el pan es orgánico, el muesli también se prepara en casa, hay diferentes tipos de leche que se pueden elegir, naranjas exprimidas, batidos con bayas también esta de la casa y plato de quesos Engelberg, fríos y verduras, brioche suave y fresco para ser rellenado con diferentes mermeladas, nutella o mantequilla de maní. En resumen, un desayuno imperdible;
— la decoración del hotel es moderna y juvenil, te hace sentir como en casa, el estilo se cuida en todas las zonas de la estructura, desde la habitación hasta las zonas comunes. En el jardín hay una bañera de madera para tomar un baño cálido con vistas a las montañas (realmente romántico) y una acogedora sauna;
— la habitación era lo suficientemente espaciosa y con vistas tanto a las montañas como al pueblo, la cama era muy cómoda y dormimos bien también porque la noche la habitación era tranquila;
— el personal es muy amable y está dispuesto a apoyarlo en cada solicitud proponiendo la alternativa adecuada para nosotros y para nuestro hijo de 7 años;
— están muy atentos a la higiene, el desayuno era buffet, pero se tenían que usar guantes desechables para servirse a sí mismos, las mesas están todas a la distancia correcta y los huéspedes están acompañados para evitar reuniones, tienen la mano de soeder sanit en todas las áreas del hotel;
— la tienda de regalos tiene algunos artículos muy bonitos, compramos un suéter y dos gorras con la marca del hotel;
— es un lugar muy frecuentado por deportistas y amantes de las montañas, el hotel también ofrece una revista dedicada a la región en la habitación y en todas partes se pueden encontrar fotos tomadas en el entorno increíblemente hermoso.