Hotel Admiral

Hotel

El Hotel está situado casi perfectamente entre la estación central y el lago. Es fácil caminar a ambos. Esa es la parte buena de la ubicación, lo malo es el entorno directo: situado justo debajo del barrio rojo y bastante ruidoso en la noche.
La habitación (teníamos #34) están limpias y tenía suficiente espacio. El baño podría utilizar una renovación, pero todavía está bien. El desayuno también está bien.
Larga historia corta: relación precio/calidad está bien para Ginebra.

Las habitaciones son limpias y el personal muy atento. El impuesto municipal es un poco más empinado aquí que en otros hoteles, pero aún no mucho.
Está justo al lado del barrio rojo si eso te molesta encontrar en otro lugar.

Habitaciones adecuadas. Nada especial. Barrio horrible. No es peligroso como tal, simplemente desagradable.

Un hotel de tres estrellas sin ningún lujo pero un buen servicio, limpio y la cama confortable. La ubicación es excelente, en el centro de la ciudad, el desayuno riquisimo. Lo recomiendo con seguridad, buena relación calidad precio.

Buen hotel limpio. Cerca del barrio rojo, así que no es realmente un hotel para niños!

El personal muy amable, las instalaciones podrían ser mucho mejor en comparación con el precio.

Muy buen hotel. Las habitaciones son tranquilas y limpias. Personal muy amable. Buena relación calidad-precio.

Un buen lugar para alojarse. Desayuno relativamente limpio y razonable.

Hotel de paso por la ciudad, calidad-precio asequible, desayuno incluido en el precio,

Buen sitio. Especial para solteros:)

En el trabajo muy complicado de encontrar.

Sin infamia y alabanza precio más que derecho!

Acogedor, limpio, bien calentado en invierno, excelente velocidad de Internet, buena relación calidad-precio y en el centro. El Hotel es bueno, pero por desgracia con un gran tornillo y situado en un barrio caliente.

Hotel muy decente y una buena relación calidad-precio contra situado en un barrio cálido el Padilla que aconsejaría la familia (prostitución fuerte visible). Yo estaba allí solo, así que valió la pena cuatro estrellas porque como en todas partes de Suiza, pero no hacer con la familia.

Como hotel está bien. Cerca del centro y de la estación de tren. Personal no muy amable. Lo peor fue que por la noche habia mucho ruido. Al asomarme vi prostitutas en la esquina de la calle y hay 2 sex shops al lado del hotel. Fue una sorpresa, de día es muy tranquilo.

Hotel modesto con la habitación básica. Altos costos pero son en Ginebra.

Horrible experiencia y la falta de servicio, las habitaciones tienen olor raro, AC no funciona y no hay mando en la sala. La respuesta de la recepción fue lo siento que no podemos hacer nada. También la ubicación está rodeada por trabajadoras sexuales, las fotografías publicadas no son la realidad se modifica. No se recomienda. Trampa para turistas.

Un increíble agujero. Personal de dedos. Hoy intentamos vender nuestra segunda vez allí el mismo número… 500 francos. Por una noche. Aunque anunciado como acogedor, parece un hotel de deševejšaâ en el área problemática de Belgrado.
"No se pudo encontrar la base de nuestra reserva y corteja a la! — Sólo tenemos espacio para 500 francos. Es casi 500 euros.
Nos negamos a pagar, y al final, la noche terminó en Ginebra sin Hoteles (todos los hoteles en allí y de alguna manera hacinamiento ahora, al parecer este serían el cálculo en la recepción del hotel del Almirante).
Además la impresión, en definitiva. Aunque encontramos, por supuesto, al final, donde pasar la noche.

Tranquilo, buena ubicación. Las habitaciones no son nada para pero son decentes.

Este hotel tiene tan gran potencial, pero no todos excitados por su pretensión de ser libre de humo, como lo hice. No es así. Cuando me registré, me di cuenta de inmediato que mi habitación olía fuertemente a humo de cigarrillo. Planteé la cuestión y el escritorio el personal era muy agradable pero las amas de casa se apresuraron para arriba y rociaron con algún tipo de químico antes de que pudiera detenerlos. Por supuesto, no hace nada acerca de las toxinas en el humo, solo agrega algo más para inhalar. A pesar de que mi puerta abierta, abriendo la ventana y funcionando el ventilador de techo, por el tiempo que estaba a la mitad de la noche que tuve un dolor de cabeza terrible, mi nariz estaba totalmente conectada y hablaba como Lauren Bacall. Me dijeron que podría ser el Gerente de turno a la mañana siguiente, así que cuando fui me preguntaron al hombre en el mostrador si él era el administrador, pensando que preguntar acerca de mudarse a otra habitación. Él repetidamente (curiosamente) se negó a decir si él era el responsable; en su lugar decían de manera confrontacional, "¿Qué puedo hacer para usted? " Entonces me di cuenta de que él mismo estaba fumando en el mostrador de facturación, su cigarrillo sostenido debajo del mostrador.