Si el alojamiento en este hotel cuesta 1000 rublos por habitación, uno entendería. Pero por casi 5000 al día…
La habitación no tiene aire acondicionado, ambas ventanas abiertas en pequeños álcalis, el aire va apenas. Para todas las preguntas el personal explicó que tienen aire acondicionado en las suites, y tenemos un estándar (así que puedes morir por el calor).
Con sorpresa encontramos que en el segundo día después de la llegada no pusimos (en su lugar utilizado) bolsitas de té y paquetes con champú y gel de ducha. La señora de la recepción nos explicó que era un "cumplido del Hotel" en el día de la llegada…
Es que, la persona que vino al hotel en el primer día todavía puede beber té y lavar, y el siguiente debe conducir en el "imán" para la química del hogar y la comida…
El traslado al metro los fines de semana no funciona (que no se le contará en el check-in), y los días laborables comienza de 9:15 o 9:30 (aunque en horario-de 8:00, pero en esta institución se ignora en general todo lo que está escrito). A las ocho de la mañana sobre el minibús ni siquiera puede tartamudear. Así que si quieres tener tiempo para ver los lugares de interés (la cola para el Kremlin está ocupada con 8:30), tienes que arrastrar en la parada de autobús y gastar dinero también para viajar.
Las habitaciones estaban limpias bien, pero la alfombra en el suelo nadie parece haber intentado incluso vacío: era terco manchas negras-como si en el invierno con zapatos sucios fluía.
Este es el peor hotel que he conocido. Gastar el mismo dinero en una institución más digna.
La habitación no tiene aire acondicionado, ambas ventanas abiertas en pequeños álcalis, el aire va apenas. Para todas las preguntas el personal explicó que tienen aire acondicionado en las suites, y tenemos un estándar (así que puedes morir por el calor).
Con sorpresa encontramos que en el segundo día después de la llegada no pusimos (en su lugar utilizado) bolsitas de té y paquetes con champú y gel de ducha. La señora de la recepción nos explicó que era un "cumplido del Hotel" en el día de la llegada…
Es que, la persona que vino al hotel en el primer día todavía puede beber té y lavar, y el siguiente debe conducir en el "imán" para la química del hogar y la comida…
El traslado al metro los fines de semana no funciona (que no se le contará en el check-in), y los días laborables comienza de 9:15 o 9:30 (aunque en horario-de 8:00, pero en esta institución se ignora en general todo lo que está escrito). A las ocho de la mañana sobre el minibús ni siquiera puede tartamudear. Así que si quieres tener tiempo para ver los lugares de interés (la cola para el Kremlin está ocupada con 8:30), tienes que arrastrar en la parada de autobús y gastar dinero también para viajar.
Las habitaciones estaban limpias bien, pero la alfombra en el suelo nadie parece haber intentado incluso vacío: era terco manchas negras-como si en el invierno con zapatos sucios fluía.
Este es el peor hotel que he conocido. Gastar el mismo dinero en una institución más digna.