Conocí a un amigo para el almuerzo. Queríamos sentarnos en una mesa en lugar de comer en una cómoda silla con una mesa de café baja. Comimos en el restaurante. Otra pareja torce el té de la tarde a la hora del almuerzo. Así que sólo dos cubiertas en el restaurante. Tuvimos que esperar en el área del bar para ver el menú. Apenas podíamos oírnos hablar debido al ruido de la máquina de hielo que se utilizaba para hacer hielo para una fiesta de bodas.
Elegimos nuestra comida, pero luego nos dijeron que sólo una porción estaba disponible. Era una opción vegetariana. Afortunadamente ninguno de nosotros era vegetariano de lo contrario habría sido difícil servirnos. Si aún así sigues teniendo problemas, decoración y cocina.
La camarera parecía bastante flummoxed inicialmente y fue muy apologética sobre el ruido y la elección de la comida. ¡Nos preguntamos si habíamos cometido un error al ir allí a almorzar!
Cuando la comida finalmente llegó estaba caliente, sabroso y más agradable. Tal vez el jamón de Parma alrededor del pollo estaba un poco seco y tal vez los puerros de bebé estaban con cuerdas, pero el pollo estaba húmedo y tierno y las patatas boulangere eran preciosas. Mi compañero estaba contento con la verdura Wellington. Los postres eran muy buenos y el pannacotta cítrico excepcional.
Nuestra camarera era muy amable y estaba relajado después de los problemas iniciales. La política del hotel significaba que ella no había probado ninguna de las comidas ella misma, lo que parece una pena, ya que esto a menudo ayuda a los comensales con opciones de comida.
Es un agradable hotel antiguo, bonitos jardines, fácil acceso desde la salida 34 de la autopista y siempre he podido aparcar. Excelente lugar para un café y una charla, pero si quieres el almuerzo es probable que necesite reservar con antelación y advertirles.
Elegimos nuestra comida, pero luego nos dijeron que sólo una porción estaba disponible. Era una opción vegetariana. Afortunadamente ninguno de nosotros era vegetariano de lo contrario habría sido difícil servirnos. Si aún así sigues teniendo problemas, decoración y cocina.
La camarera parecía bastante flummoxed inicialmente y fue muy apologética sobre el ruido y la elección de la comida. ¡Nos preguntamos si habíamos cometido un error al ir allí a almorzar!
Cuando la comida finalmente llegó estaba caliente, sabroso y más agradable. Tal vez el jamón de Parma alrededor del pollo estaba un poco seco y tal vez los puerros de bebé estaban con cuerdas, pero el pollo estaba húmedo y tierno y las patatas boulangere eran preciosas. Mi compañero estaba contento con la verdura Wellington. Los postres eran muy buenos y el pannacotta cítrico excepcional.
Nuestra camarera era muy amable y estaba relajado después de los problemas iniciales. La política del hotel significaba que ella no había probado ninguna de las comidas ella misma, lo que parece una pena, ya que esto a menudo ayuda a los comensales con opciones de comida.
Es un agradable hotel antiguo, bonitos jardines, fácil acceso desde la salida 34 de la autopista y siempre he podido aparcar. Excelente lugar para un café y una charla, pero si quieres el almuerzo es probable que necesite reservar con antelación y advertirles.