Lujo y clase se unen en el Palais Amani, un Riad de quince habitaciones cerca del triángulo de oro en Fez. La antigua Medina de esta maravillosa ciudad marroquí es una imagen de la tradición y la cultura. Los mercados, los callejones, el paisaje, todos representan algunas de las mejores cosas que Marruecos tiene para ofrecer. Palais Amani captura el espíritu de Marruecos a la vez que proporciona las comodidades modernas y la elegancia contemporánea que los viajeros de hoy han llegado a esperar.
Me registré en el Palais Amani para una estancia de dos noches, e inmediatamente se consoló en mi Suite Junior. La habitación tenía un salón de relajación, completo con un dormitorio principal independiente y un baño de lujo. La cama estaba vestida con sábanas egipcias de alta calidad, y era extremadamente cómoda. Me encantó el hecho de que la habitación tenía un sistema de sonido privado, su propia televisión, y una conexión Wi-Fi fiable.
El desayuno estaba incluido con mi Suite, y pude disfrutar de la selección tradicional de mermeladas, yogur, zumos, huevos, ensaladas de frutas y panes frescos en su hermoso patio. Todo era absolutamente delicioso, y no podría haber querido para más. La vista desde la terraza de la azotea tiene vistas al jardín central del Riad, que es una manera impresionante de empezar o terminar el día. Por la noche se puede ver impresionantes puestas de sol sobre la Medina de Fez.
Eden, el restaurante del Palais Amani, es motivo suficiente para visitar. Tuve la suerte de cenar aquí, donde la comida refleja la diversidad gastronómica presente en muchas casas marroquíes. El chef utiliza ingredientes frescos directamente de los mercados de Fez, y ofrece un nuevo menú semanal para acomodar los sabores disponibles y productos de temporada, además de los platos de la firma del Edén.
Toda la experiencia en Palais Amani fue maravilloso. El servicio era de primera categoría, y cada empleado era amable y servicial. El tiempo que pasa en el Riad es una inversión en su bienestar, con acceso a un spa de lujo y un hammam tradicional. ¡ recomiendo encarecidamente!
Me registré en el Palais Amani para una estancia de dos noches, e inmediatamente se consoló en mi Suite Junior. La habitación tenía un salón de relajación, completo con un dormitorio principal independiente y un baño de lujo. La cama estaba vestida con sábanas egipcias de alta calidad, y era extremadamente cómoda. Me encantó el hecho de que la habitación tenía un sistema de sonido privado, su propia televisión, y una conexión Wi-Fi fiable.
El desayuno estaba incluido con mi Suite, y pude disfrutar de la selección tradicional de mermeladas, yogur, zumos, huevos, ensaladas de frutas y panes frescos en su hermoso patio. Todo era absolutamente delicioso, y no podría haber querido para más. La vista desde la terraza de la azotea tiene vistas al jardín central del Riad, que es una manera impresionante de empezar o terminar el día. Por la noche se puede ver impresionantes puestas de sol sobre la Medina de Fez.
Eden, el restaurante del Palais Amani, es motivo suficiente para visitar. Tuve la suerte de cenar aquí, donde la comida refleja la diversidad gastronómica presente en muchas casas marroquíes. El chef utiliza ingredientes frescos directamente de los mercados de Fez, y ofrece un nuevo menú semanal para acomodar los sabores disponibles y productos de temporada, además de los platos de la firma del Edén.
Toda la experiencia en Palais Amani fue maravilloso. El servicio era de primera categoría, y cada empleado era amable y servicial. El tiempo que pasa en el Riad es una inversión en su bienestar, con acceso a un spa de lujo y un hammam tradicional. ¡ recomiendo encarecidamente!