Hotel Ondina

Hotel

La propiedad está situada muy cerca del mar y cerca de varios lugares de ocio, así como restaurantes y pizzerías; seguramente ese es el punto culminante. El hotel no es nuevo, de hecho no tiene ascensor, a pesar de las dos plantas, pero se ve muy bien cuidado y también parece renovado recientemente. El desayuno es normal y de buen gusto es el comedor de temática del mar.
No hay conserje, pero cuando se dan las llaves de la habitación, también se le da una llave especial para poder regresar incluso tarde en la noche cuando la puerta principal está cerrada.
Desafortunadamente la estructura, como fechado, no está en absoluto aislada acústicamente por lo que los ruidos de los vecinos que regresan tarde en la noche se arriesgan a molestar el sueño. No tiene su propia plaza de aparcamiento, sin embargo, con una convención a través del hotel se puede pagar una cantidad insignificante (unos pocos euros) dejando coche desatendido en una zona muy cerca del hotel y en una serie de otros aparcamientos cercanos.
La habitación que reservé era pequeña, pero para alojarse unos días aceptable. Para una estancia más larga, sin embargo, no lo recomiendo.
Por último, mientras que el propietario exhibió su amabilidad aconsejándonos los mejores lugares para cenar, por otro lado estaba un poco fuera de lugar al querer conocer con bastante insistencia los programas de nosotros los clientes. En general, sin embargo, vale la pena alojarse en este establecimiento.

Buen hotel, relación calidad-precio.

Acogedor, limpio y buen trato. Nos aconsejaron muy bien sobre sitios donde comer.

El hotel está muy bien ubicado, a pocos metros de la playa y del paseo. La habitación antigua pero muy muy limpia. Pero lo mejor de todo el trato que hemos recibido. Han sido encantadores y nos han indicado lugares buenísimos para comer en Viareggio.

Tuve una gran fiesta en el Hotel Ondina Viareggio, un ambiente acogedor y un edificio de estilo liberty en manos de los propietarios con gran cuidado. El cliente se dio la bienvenida y ayudado en cada momento impecablemente por el personal de recepción. Las habitaciones son bastante bonitas y limpias por lo que parece ser una mayor nivel estructura mucho, sin dejar de mencionar el aire acondicionado sin ruido y un perfecto nivel de acondicionamiento. La comodidad está garantizada por un relajante jardín donde algunos gastan un relajante tiempo leyendo y bebiendo cerveza. La ubicación del Hotel es eccesionale a decir lo menos es el mar menos de 50 metros, para visitar ciudades de arte e historia de la Toscana como Lucca. Finalmente un diez sobre diez en el desayuno ofrecido a un precio relativamente bajo con croissants recién hechos y pan siempre fresco. Cuándo puedo volver, nada que ver con el otro Hotel que traté de Viareggio teniendo en cuenta relación calidad-precio. Muy recomendable.