Island Hostel Budapest Albergue

El personal era muy útil, el precio era correcto, el lugar era grande y las camas eran cómodas. Todo lo que usted desea de un albergue 10/10

El albergue estaba muy bien hasta que la última noche, el personal era escuchar música a todo volumen, cantando, bebiendo y recorriendo arriba y abajo el pasillo de camino a la medianoche. Segunda vez que les pidió que se callaran y nos llamaron f***ing c**ts. El administrador nos ofreció 2 salami sandwhiches, jaja lo que es una broma.

En nuestra última noche en este albergue el personal era potable. El chorro de la música y madee un montón de ruido en la noche. Después de que los enfrenta por segunda vez a las 2 de la madrugada para que nos dejen dormir, hemos recibido un torrente de insultos y blasfemias, desde la recepcionista, que siguió por represalia molestia. En la mañana de recurso, la administración nos ofreció dos bocadillos gratuitos (con valor de menos de 2 Euros cada uno). En cuanto a la estadía, nuestro privado habitación era tan pequeña que no había espacio para el equipaje, y la cama parecía ser una reconstrucción de una biblioteca, con el colchón de unos 4 centímetros por encima del suelo. En general yo recomendaría fuertemente en contra de partida en este albergue.

Impresionante albergue! Está situado en una isla con una gran vista del río Danubio. Tiene un club de remo de la planta baja y una terraza con hamacas y sofás e incluso una barbacoa fuera de los apartamentos. Las habitaciones compartidas son lo suficientemente amplias y cada cama tiene un armario donde puedes dejar tus cosas. Sólo hay 1 cuarto de baño por habitación, así que hay un problema cuando todo el mundo quiere ir al mismo tiempo. El personal es muy amable y hablan inglés.

Este albergue hizo que mi estancia en Budapest fantástico. La gente que he conocido aquí estaban todos super amables y hay una gran terraza donde todos podemos pasar el rato y tomar unas copas. Es algo simple, pero trajo a los invitados. Es cierto que no es un lugar para familias con niños o personas mayores, porque no eran en su mayoría jóvenes que querían fiesta o quedarse hasta tarde. El lugar es un poco raro desde el exterior, pero moderno y limpio por dentro. Mi consejo es el de conseguir los 4 dormitorio para un poco más de privacidad. El personal era amable y servicial, hemos pagado 10 €por noche, que es muy barato para lo que tenemos. Hay una cocina y 2 neveras para conservar sus alimentos. Junto al albergue hay un bar y que también tienen comida. La isla en sí es tranquilo y verde, e incluso hemos encontrado una enorme piscina al aire resort. Es un 5 minutos a pie desde el puente donde hay un 24 horas servicio de tranvía para tomar a la izquierda o a la derecha en la ciudad. Si vas a viajar a Budapest en el precio, este es el lugar para ir para una experiencia inolvidable.

Muy buena ubicación, Wi-Fi gratuito, nevera y cocina pequeña, buen lugar para conocer gente y MUY barato. Encontramos el personal a ser agradable; también se encontró a Víctor y lo encontró muy amable. Supongo que todos podemos tener un mal día? Muy recomendable.

No es sencillo encontrar el hostal en la isla. Una vez ahí, hacia las 11 de la noche, el dueño me hizo esperar una media hora porque estaba mirando si tenía camas libres. ¡Pero si yo tenía una reserva hecha! Después me adjudicó una cama junto a una pared abierta (no llegaba hasta el techo) y una ventana pegada a una gran mesa llena de gente bebiendo y gritando. Sólo una pared de unos pocos centímetros me separa del barullo. Todo esto acompañado de un equipo de sonido junto a la pared, es decir, junto a mi cama. Le dije al dueño que tenía fiebre y que necesitaba dormir. Me dijo que no podía hacer nada y que por cierto, poner la la lavadora costaba 6€-. Cuando ya no podía más de tener el ruido al lado — los tapones de oído no surtían efecto-, salí de la habitación para protestar y me encontré al dueño de frente. Me humilló delante de todo el mundo. Dijo que si quería dormir que no viniera a un hostal, qué él había estado en muchos hostales del mundo y que siempre son así. (Yo he visitado más de 40 países y jamás había tenido ese problema). Mientras me decía más sandeces la gente me hacía burlas por detrás. Cuando se fue, por supuesto, no quitaron la música. Me hacían burlas por la ventana y me tuve que escuchar insultos muy fuertes hasta altas horas de la mañana. El que quiere dormir es un aguafiestas, no importa que tenga fiebre. En la isla hay discoecas, pero prefieren quedarse. A las 8 de la mañana volvieron a despertarme con el equipo de sonido a toda mecha.

Buena ubicación aunque lejos del centro, todo estaría bien si no fuera por el personal, y así, el único hombre que vimos trabajando allí, víctor, que era grosero, ineficiente y, en mi opinión debería trabajar con la gente:/
estamos seguros de que vamos a estar de vuelta en budapest, pero también 100% seguro de que no le vamos a permanecer de nuevo en la isla de albergue.