L'Hostellerie du Château de Bricquebec

Hotel

Un lugar histórico para descubrir en familia — La historia del castillo está muy bien explicada por grandes señales explicativas — El patio accesible por el sillón está muy bien cuidado — Un restaurante le dará la bienvenida en el lugar, así como un enorme aparcamiento —

¡ Un entorno excepcional!
Me comí muy bien, servicio eficiente muy buena relación calidad-precio.
Sé o vengo a comer ahora en mi próxima visita a Bricquebec:)

Decoración de la habitación low-end.
Habitación de ducha pequeña e incómoda. Imposible para una persona grande para sentarse correctamente en el inodoro.
La TV no funciona. Olor a aguas residuales en el baño y ningún responsable presente para tomar sus reclamos. Comida muy normal. Realmente no recomiendo este establecimiento que no tiene nada de un tres estrellas.

Somos clientes de largo plazo; Nos gustó el establecimiento, nos encanta ahora!
Los nuevos propietarios tan encantador han cambiado justo lo correcto.
Las habitaciones rehecho son muy buen gusto y la ropa de cama perfecta.
La decoración general también ha sido rehecha respetando el maravilloso alma de esta casa que aumenta la sensación de ser privilegiado en estos lugares.
Le aseguro que los antiguos clientes, el chef no ha cambiado! La mesa es siempre deliciosa, comida de calidad y un servicio impecable.
María-Alicia de Saint-Céran.

Gracias por este buen tiempo deliciosa cocina, rara vez comí una carne tan bien preparada.
Una bienvenida de calidad y un servicio impecable recomendaría y volvería Emmanuel de Valognes.

¿Qué íbamos a hacer en esta nevera?
¡Oh! ¡ no todo es negativo! La recepción y el servicio son muy correctas, la mesa muy bien puesto y somos nueve amigos, feliz de reunirse con nosotros.
¡ay! La habitación de los caballeros es helada, incluso si, afuera, el sol brilla en este domingo de abril… no pudo atravesar las gruesas paredes del castillo.
Los radiadores están fríos. Preguntamos si es posible tener un poco de calefacción y, inmediatamente, se enciende un fuego de leña en la chimenea. Un fuego de leña, es decir que tres miserables brasas intentan resistir la asfixia…
Elegimos el menú a 39 euros pero, en el aperitivo, tienes que reclamar algunas tostadas, ni siquiera planeado, parece. Llegan rápidamente, compuestas de dos pequeñas moldes que contienen aceitunas verdes teñidas de marrón y, acompañadas de una sola tostada caliente (bastante buena) por persona…
En el lado de la comida, el hígado graso demasiado salado aparece minúsculo en su placa rectangular grande, a pesar de un esfuerzo de la decoración.
Casi la ternera y el filete de ternera son muy medios, enmascarados bajo una gruesa salsa marrón…
Los postres bastante variada pero sin grandes investigaciones, son bastante buenos pero no lo suficiente para hacer olvidar el frío de la habitación… ¡ por eso no vamos a volver!

Puse una nota muy mala en la calificación de mi punto. Han pasado dos años desde que había comido en el restaurante del Chateau. Tuve un gran recuerdo de ello. Así que fue con la memoria de la buena comida que fui allí Domingo mediodía.
1ª sorpresa: habitación vacía (sólo una mesa de 2 personas ocupadas además de nosotros).
2º sorpresa: un servidor muy bonito pero bastante estresado y un poco "perdido".
3ª sorpresa: la cocina, entrada correcta (demasiado salada para mi gusto), plato frío demasiado cocido y salsa tan ácida como incomible… postre qué decir las peras no estaban maduras.
Después de haber querido decir, amablemente, al servidor que la placa no era buena, él vuelve todo lo ovino sin demasiado atrevimiento para hablar con nosotros. Él nos hizo saber que él siempre tiene retornos de salsa o cocina.
El jefe no se movió, sólo ouspillé el servidor que no es para nada.
No es una actitud de líder en ningún caso…
Después de la discusión con la persona de recepción, parece que hay un problema real con este líder y entiendo mejor la desertificación de la que sufre el restaurante. Lástima que era una buena dirección a pesar de los €4 aumentar menús en 2 años.
Muchos otros buenos restaurantes en la zona, así que…

Muy buen entorno del viejo castillo Fort refinado restaurante pero perfecta.

Precio demasiado alto, servicio inconpetant para el restaurante.

Hermoso paseo para descubrir las ruinas del castillo.

Todo está en la cima, tuvimos una estancia estupenda, gracias por su amabilidad y seguramente al año que viene.

Si usted es seducido por los ambientes medievales, se encuentra con este hotel. Como resultado, es acogedor, un poco convencional, tranquilo (el fantasma de Bricquebec estaba de vacaciones cerca de un lago escocés) y por lo tanto creíble para cruzar Francis I o la Reina Victoria (anfitriones ilustres de estos lugares). Para el ambiente elegir las habitaciones de 1 a 3. El restaurante se beneficia del entorno histórico con buena comida. Aparcamiento gratuito en el corazón del Chateau-Fort en frente de las habitaciones y la luz de la noche.

Muy, muy decepcionado con la habitación sin ningún prestigio y los servicios no siempre a la par.

Muy buen entorno, personal sonriente y disponible.
El nuevo propietario es muy amable.
Excelente relación calidad-precio.
Recomiendo el Hotel pero también su restaurante, muy buena mesa.

Un lugar encantador para parar después de un cruce de canal tardío. Fuera de las rutas principales y una experiencia adecuada de Francia, justo al salir del ferry. Volveremos a visitar.

Muy agradable y agradable para mirar alrededor. Si usted visita en un lunes el mercado también está en.

Cenamos en 11/06: Qué decepción! el sitio es notable y de hecho tarjeta tentador que las recomendaciones de guía bottin gourmand, michelin y routard. Si le gusta comer olvidar esta dirección. Las materias primas utilizadas son más mediocres (congelados de pescado, baja calidad pasterizado queso). Inaceptable para un menú de 29 euros.

C la vida es realmente muy bonito castillo.

El menú muy agradable Salla de la reina está muy bien.

Un edificio impresionante, una cálida bienvenida y una cena de buena calidad en un todo incluido… ¡Es realmente un castillo de noche!