Hotel para evitar, por dónde empezar.
No es un 3 estrellas porque fue estrellado en 2011, pero es válido 5 años.
No hay restaurante, está cerrado, te envían al restaurante de su otro hotel (que por cierto no es bueno).
Prometen un televisor que no teníamos en dos días. Un golpe el jefe dice que es culpa de la antena de relé, un golpe es el jefe que dice que es culpa de los clientes que rompen los cables. Nos cortaron durante 2 días, dejándonos algo más que un enchufe para conectar los teléfonos.
Jefes, tratemos de: tratemos a los clientes como menos que nada, denigrandolos a toda costa. No comerciantes y no cuidar de este hotel en absoluto.
La habitación es pequeña, carece de bombillas (dejando agradables cables eléctricos que sobresalen).
El baño está mal dispuesto: el accesorio de la cabeza está en el medio de la bañera, inundación asegurada con cada ducha ya que no hay vidrio para permitir el uso de la bañera de ducha.
El hotel está abandonado y completamente desprovisto de mantenimiento.
La limpieza se realiza rápidamente, y el ama de llaves no recoge la recolección de residuos.
La piscina es agradable, pero en el otro hotel tienes que ir a otro edificio más abajo de la calle.
Y no hay estacionamiento.
El hotel está abierto las 24 horas del día, dejando la entrada gratuita sin guardia.
Afortunadamente la señora que saluda a los huéspedes es servicial y amable.
¡Meyreuis es agradable, pero no para el Santo Salvador!
No es un 3 estrellas porque fue estrellado en 2011, pero es válido 5 años.
No hay restaurante, está cerrado, te envían al restaurante de su otro hotel (que por cierto no es bueno).
Prometen un televisor que no teníamos en dos días. Un golpe el jefe dice que es culpa de la antena de relé, un golpe es el jefe que dice que es culpa de los clientes que rompen los cables. Nos cortaron durante 2 días, dejándonos algo más que un enchufe para conectar los teléfonos.
Jefes, tratemos de: tratemos a los clientes como menos que nada, denigrandolos a toda costa. No comerciantes y no cuidar de este hotel en absoluto.
La habitación es pequeña, carece de bombillas (dejando agradables cables eléctricos que sobresalen).
El baño está mal dispuesto: el accesorio de la cabeza está en el medio de la bañera, inundación asegurada con cada ducha ya que no hay vidrio para permitir el uso de la bañera de ducha.
El hotel está abandonado y completamente desprovisto de mantenimiento.
La limpieza se realiza rápidamente, y el ama de llaves no recoge la recolección de residuos.
La piscina es agradable, pero en el otro hotel tienes que ir a otro edificio más abajo de la calle.
Y no hay estacionamiento.
El hotel está abierto las 24 horas del día, dejando la entrada gratuita sin guardia.
Afortunadamente la señora que saluda a los huéspedes es servicial y amable.
¡Meyreuis es agradable, pero no para el Santo Salvador!