Tristemente, nuestras vacaciones han llegado a su fin. Pero nos iremos con grandes recuerdos de nuestra estancia en Francia. Desde el principio, el hotel era muy agradable. La ubicación era espectacular, ya que se encuentra en el corazón de las principales atracciones turísticas, los restaurantes y las tiendas. Todo es accesible a pie y si no quieres caminar, los taxis, Uber o metro están convenientemente disponibles. Pero lo más importante para mí, el hotel está a 15 minutos a pie de la zona de inicio de la Maratón de París y se encuentra a lo largo de la ruta del recorrido de la maratón. Incluso estaba disponible para tomar fotos de los corredores de élite antes de ir a mi coral. Durante el maratón, mi esposa, nuestra sobrina y su familia pudieron esperar fácil y cómodamente a que pasara y animarme.
Toda la estancia fue complementada por el excelente personal del hotel, especialmente Audrey y Jihade. A su llegada, Jihade nos registró rápidamente en nuestra habitación, que fue mejorada, donde también encontramos una canasta de frutas de bienvenida y una tarjeta con buenos deseos para la maratón de Audrey. Estos gestos amables y sutiles hicieron que nuestra estancia fuera más acogedora, ya que era un día sombrío, frío y lluvioso cuando llegamos a París.
Después de la maratón, Audrey me felicitó por completarla y, al final, el esposo también la corrió. Pasamos el lunes en Montmarte sightseeing y se lo habíamos mencionado a Jihade. Le dije que fuimos a comer helado libanés a Bachir. Resultó que también es libanés y recomendó un buen restaurante libanés cerca del hotel. Sin embargo, como el martes era nuestro último día, no pudimos ir. Nos aseguraremos de visitarlo la próxima vez que regresemos.
Toda la estancia fue complementada por el excelente personal del hotel, especialmente Audrey y Jihade. A su llegada, Jihade nos registró rápidamente en nuestra habitación, que fue mejorada, donde también encontramos una canasta de frutas de bienvenida y una tarjeta con buenos deseos para la maratón de Audrey. Estos gestos amables y sutiles hicieron que nuestra estancia fuera más acogedora, ya que era un día sombrío, frío y lluvioso cuando llegamos a París.
Después de la maratón, Audrey me felicitó por completarla y, al final, el esposo también la corrió. Pasamos el lunes en Montmarte sightseeing y se lo habíamos mencionado a Jihade. Le dije que fuimos a comer helado libanés a Bachir. Resultó que también es libanés y recomendó un buen restaurante libanés cerca del hotel. Sin embargo, como el martes era nuestro último día, no pudimos ir. Nos aseguraremos de visitarlo la próxima vez que regresemos.