Comentario del Holiday Inn Portland-By the Bay, an IHG Hotel 3*

La habitación era preciosa. Estaba muy bien equipado con una nevera y microondas y cafetera. La cama me pareció cómoda. El baño estaba limpio y equipado con lo esencial. El servicio de transporte gratuito desde el aeropuerto era una buena ventaja. A su llegada, me había preguntado acerca de conseguir un servicio de transporte por la mañana al centro de Portland, ya que necesitaba abordar un crucero. Yo era el orador invitado a bordo. Me dijeron que no habría problema. Por la mañana, solicité el trans bordador. Después de retrasos, finalmente me dijo el empleado de recepción que era demasiado para ser llevado a la nave. No se permitió a los pasajeros embarcar antes de las 10 de la mañana. Le expliqué que me pidieron específicamente que abordara a más tardar a las 0900. El secretario fue a buscar al conductor del trans bordador. Mi tiempo extra (normalmente llego temprano) se estaba escapando. El conductor finalmente aparece y me dice cortésmente que no iba a llevarme a la nave porque fue gritado el fin de semana pasado por traer invitados temprano. Le expliqué mi situación laboral y se quejó de que me conduciría. Su grosera broma continuó y cuando finalmente llegamos a la nave, literalmente tiró mis maletas al suelo. Los arrojó con fuerza. Cualquier buena voluntad que sentí hacia este hotel fue destruido por la manera grosera y presuntiva del empleado y el conductor. ¿Me quedaría allí otra vez? Probablemente no. No son el único acto en la ciudad.