No me impresionó en absoluto acerca de la inflexibilidad del personal de primera línea para reaccionar a un desastre natural. Era lunes 8/20/2018, el día en que ciertas áreas alrededor de Madison recibieron hasta 12 pulgadas de lluvia en 24 horas. Era el día en que las carreteras se inundaban y la gente tenía que ser rescatada de sus vehículos.
Estábamos en un grupo de 30 empresarios que se quedaron varados después de cenar en Middleton por la noche. Acabo de llegar de un vuelo de la costa oeste y fui directamente a cenar. Resulta que tuvimos que dormir en el suelo en el restaurante durante la noche y finalmente pudimos ser rescatados alrededor de las 6:30 de la mañana siguiente. Estamos donde todos agotados y cansados y sólo quería llegar a nuestras habitaciones de hotel para ducharse y reagruparse. Muchos de nosotros teníamos sólo una noche de estancia reservada y realmente ni siquiera nos alojamos allí. Todo lo que necesitábamos era ducharnos y refrescarnos por el día. Esta ducha resultó ser una ducha de $160 para mí.
No hubo flexibilidad para considerar los eventos desastrosos durante la noche y al pedir cierta flexibilidad se nos remitió a la política de cancelación.
Por otro lado, el restaurante que nos quedamos varados durante la noche fue más allá de las expectativas para hacer que su huésped se sienta cómodo en este evento desastreso inusual.
Lástima que sus empleados de primera línea donde no están capacitados y disponibles con la misma compasión.
Estábamos en un grupo de 30 empresarios que se quedaron varados después de cenar en Middleton por la noche. Acabo de llegar de un vuelo de la costa oeste y fui directamente a cenar. Resulta que tuvimos que dormir en el suelo en el restaurante durante la noche y finalmente pudimos ser rescatados alrededor de las 6:30 de la mañana siguiente. Estamos donde todos agotados y cansados y sólo quería llegar a nuestras habitaciones de hotel para ducharse y reagruparse. Muchos de nosotros teníamos sólo una noche de estancia reservada y realmente ni siquiera nos alojamos allí. Todo lo que necesitábamos era ducharnos y refrescarnos por el día. Esta ducha resultó ser una ducha de $160 para mí.
No hubo flexibilidad para considerar los eventos desastrosos durante la noche y al pedir cierta flexibilidad se nos remitió a la política de cancelación.
Por otro lado, el restaurante que nos quedamos varados durante la noche fue más allá de las expectativas para hacer que su huésped se sienta cómodo en este evento desastreso inusual.
Lástima que sus empleados de primera línea donde no están capacitados y disponibles con la misma compasión.