27/06/13
ALMUERZO DE LUJO DESTINO
Como nuestro autobús grande carta detuvo el impulso hacia la Meadowood, miramos por la ventana en una carretera cubierta con árboles de sombra y verdor. El paisaje había cambiado drásticamente desde la bodega que nos habíamos detenido en anteriores. Esto se siente como un refugio de bosque mountainy — mucho me recordó a conduce al campamento de verano de hace muchos años. Piscinas vinieron dentro y fuera de la vista con hermosos prados verdes entre ellos. El autobús estacionado y nuestro evento especial fue un paseo a una zona junto a la pista de croquet y por encima de la campo de golf. La vista que nos rodea era magnífica y el gran edificio de Meadowood grandiosamente parado en el fondo.
Mesas hermosamente fueron fijados, cada asiento ocho (o nueve) con cubiertos para varios cursos. Probablemente tuvimos un centenar de personas en nuestro grupo. Alcanza la temperatura 92 grados en esta tarde especial, por lo que hubo una lucha por estar bajo el paraguas, que eran en la mayoría de las mesas, cubriendo solamente dos asientos en cada una. UH oh. Sacó mi spf 110 y había protegido mi cara y luego coloque algunos spf 4 en mis brazos. Me encanta el sol. Sin embargo, varios otros en nuestro grupo parecían listos para marchitarse en pocos momentos. No se preocupe: el personal llevado paraguas enormes y pesados desde una gran distancia y establecer poco a poco todo a nuestro alrededor, creando un gran paraguas que cubre por encima de casi todo el mundo. Honestamente, la platería fue inicialmente demasiado caliente al tacto incluso. Trabajaron duro y rápido; Esto probablemente debe haber pensado antes de nuestra llegada, pero definitivamente corrección el error y no tarda mucho. Incluso nos proporcionan sombrillas de sol individual para mantener durante el tiempo que tardó para llevar el paraguas más grandes.
Empezamos con pan caliente y aceite de oliva. Se llenaron nuestras copas de vino y vasos de agua eran nunca por debajo de la mitad. El primer plato que sacó fue una ensalada de remolacha y verde. Pistachos confitadas en lugar de picatostes para algunas mordeduras crujientes. Muy bien. Hubiera gustado ver más remolachas. Remolachas Baby fueron utilizados, el tamaño de los tomates cherry grandes. No creo que personas se dieron cuenta eran las remolachas hasta que tomaron un bocado. Luego vino mordeduras de langosta con caviar por encima y las patatas fritas (sonidos impares, derecho? ) Puntos de nata fresca fueron en el plato para mojar. Increíblemente buena. Otra vez quise que había picaduras de más de cuatro! Difícil de creer esto fue mi segundo favorito, pero nada vencer el cordero que recibió a continuación. Perfectamente cocinado. Perfectamente sazonado. Bastante seguro que era cordero americano; y fue excepcional. Un postre costra de chocolate alemán terminó nuestra comida de la manera más dulce. Casualmente me encontré mis dedos a través de la placa para obtener cada último bocado. Sí, soy esa chica.
Así que aparte de la comida, lo que realmente se destacó fue el servicio. Pan se repone en las placas de pan sin tener que pedir más. Vino fluyó a través de la comida entera. Y nunca estaba una vez sin agua. Generalmente soy esa persona sedienta en la mesa que se siente mal para servidores deshacerse de más agua a lo largo de mis comidas, pero el personal aquí fue totalmente encima de ella. Además, todos en la mesa se sirven a la vez. Muy elegante.
La tarde entera rezumaba una gloriosa sensación de lujo. Profesionales personal-personas. Hermoso entorno. Comida increíble.
ALMUERZO DE LUJO DESTINO
Como nuestro autobús grande carta detuvo el impulso hacia la Meadowood, miramos por la ventana en una carretera cubierta con árboles de sombra y verdor. El paisaje había cambiado drásticamente desde la bodega que nos habíamos detenido en anteriores. Esto se siente como un refugio de bosque mountainy — mucho me recordó a conduce al campamento de verano de hace muchos años. Piscinas vinieron dentro y fuera de la vista con hermosos prados verdes entre ellos. El autobús estacionado y nuestro evento especial fue un paseo a una zona junto a la pista de croquet y por encima de la campo de golf. La vista que nos rodea era magnífica y el gran edificio de Meadowood grandiosamente parado en el fondo.
Mesas hermosamente fueron fijados, cada asiento ocho (o nueve) con cubiertos para varios cursos. Probablemente tuvimos un centenar de personas en nuestro grupo. Alcanza la temperatura 92 grados en esta tarde especial, por lo que hubo una lucha por estar bajo el paraguas, que eran en la mayoría de las mesas, cubriendo solamente dos asientos en cada una. UH oh. Sacó mi spf 110 y había protegido mi cara y luego coloque algunos spf 4 en mis brazos. Me encanta el sol. Sin embargo, varios otros en nuestro grupo parecían listos para marchitarse en pocos momentos. No se preocupe: el personal llevado paraguas enormes y pesados desde una gran distancia y establecer poco a poco todo a nuestro alrededor, creando un gran paraguas que cubre por encima de casi todo el mundo. Honestamente, la platería fue inicialmente demasiado caliente al tacto incluso. Trabajaron duro y rápido; Esto probablemente debe haber pensado antes de nuestra llegada, pero definitivamente corrección el error y no tarda mucho. Incluso nos proporcionan sombrillas de sol individual para mantener durante el tiempo que tardó para llevar el paraguas más grandes.
Empezamos con pan caliente y aceite de oliva. Se llenaron nuestras copas de vino y vasos de agua eran nunca por debajo de la mitad. El primer plato que sacó fue una ensalada de remolacha y verde. Pistachos confitadas en lugar de picatostes para algunas mordeduras crujientes. Muy bien. Hubiera gustado ver más remolachas. Remolachas Baby fueron utilizados, el tamaño de los tomates cherry grandes. No creo que personas se dieron cuenta eran las remolachas hasta que tomaron un bocado. Luego vino mordeduras de langosta con caviar por encima y las patatas fritas (sonidos impares, derecho? ) Puntos de nata fresca fueron en el plato para mojar. Increíblemente buena. Otra vez quise que había picaduras de más de cuatro! Difícil de creer esto fue mi segundo favorito, pero nada vencer el cordero que recibió a continuación. Perfectamente cocinado. Perfectamente sazonado. Bastante seguro que era cordero americano; y fue excepcional. Un postre costra de chocolate alemán terminó nuestra comida de la manera más dulce. Casualmente me encontré mis dedos a través de la placa para obtener cada último bocado. Sí, soy esa chica.
Así que aparte de la comida, lo que realmente se destacó fue el servicio. Pan se repone en las placas de pan sin tener que pedir más. Vino fluyó a través de la comida entera. Y nunca estaba una vez sin agua. Generalmente soy esa persona sedienta en la mesa que se siente mal para servidores deshacerse de más agua a lo largo de mis comidas, pero el personal aquí fue totalmente encima de ella. Además, todos en la mesa se sirven a la vez. Muy elegante.
La tarde entera rezumaba una gloriosa sensación de lujo. Profesionales personal-personas. Hermoso entorno. Comida increíble.