Berkeley City Club Hotel

Hotel

La comida y el servicio eran excepcionales.

Comida muy sabrosa con un personal encantador. El pato asado se derrite en tu boca. Caro y un pequeño final nocturno. El ambiente causal inteligente/inteligente.

Tuvimos un almuerzo encantador allí. Ambiente elegante, servicio amable y buena comida. El restaurante y el Hotel están abiertos al público. Arquitectura gótica y morisca creada por Julia Morgan.

¡ Hermosa instalación! Lástima que no haya una manera de conectar nuestro ordenador a. El Internet para una presentación de diapositivas, pero más allá de que recomendaría este lugar para cualquier ocasión formal. El personal fue excelente.

Esta es una maravillosa alternativa a los hoteles convencionales si estás buscando un alojamiento estéticamente mágico en Berkeley o cerca de San Francisco durante unos días. Además de ofrecer habitaciones de Hotel, "The Little Castle" cuenta con un club privado, restaurante (Julia), bar de cócteles (Morgan's), instalaciones para conferencias y eventos, una peluquería, y una piscina (y estacionamiento en el Hotel). Las lavadoras con monedas ($2) y las secadoras ($1.75) también están disponibles.
Las habitaciones varían en función del tamaño y la disposición de las camas. Los muebles están envejeciendo, pero llenos de carácter. Hay Wi-Fi, pero no hay televisores. Las habitaciones tienen teléfonos, pero no hay aire acondicionado o control de temperatura. Mi ducha era frustrante debido a la baja presión del agua y la dificultad mantener la presión del agua, pero es parte del paquete. Queja similar con dos sistema del fregadero del grifo; Me encontré ahuecamiento agua fría y luego agua caliente en mis manos para lavar mi cara cómodamente.
Una gran estancia durante la semana, pero es posible que desee evitar los fines de semanas ya que el restaurante no está abierto y se pone ruidoso con bodas y fiestas de eventos (paradas a las 11 PM en su mayor parte).

Esta es una maravillosa alternativa a los hoteles convencionales si estás buscando un alojamiento estéticamente mágico en Berkeley o cerca de San Francisco durante unos días. Además de ofrecer habitaciones de Hotel, "The Little Castle" cuenta con un club privado, restaurante (Julia), bar de cócteles (Morgan's), instalaciones para conferencias y eventos, una peluquería, y una piscina (y estacionamiento en el Hotel).
Las habitaciones varían en función del tamaño y la disposición de las camas. Los muebles están envejeciendo, pero llenos de carácter. Hay Wi-Fi, pero no hay televisores. Habitaciones tienen teléfonos, pero no hay aire acondicionado. Mi ducha era frustrante debido a la baja presión del agua y la dificultad mantener la presión del agua, pero es parte del paquete.

UN cómodo lugar de Hotel en Berkeley. Si te gusta el brillo no lo encontrarás aquí, pero el diseño y la herencia del lugar lo convierten en un hallazgo excepcional para aquellos que se inclinan hacia los intereses arquitectónicos.

Yo vivo la sensación de este hotel. Es como volver en el tiempo, incluso los ascensores de horror película-esque parecía guay. Sin embargo, las habitaciones son un poco pequeñas, y no hay aire acondicionado en la habitación podría ser malo. Yo personalmente no me importa, aunque, sólo una advertencia.

La ubicación es fantástica y la arquitectura es absolutamente maravilloso. También el aparcamiento es fácil en la zona. Muy buen lugar.

Edificio antiguo interesante en la ubicación aislada. Silencio. Las habitaciones son primitivas, sin controles de clima, TV, escritorio o silla de estar. El baño tenía pintura pelada y accesorios antiguos.

Una instalación tan hermosa y las habitaciones refurbed son agradables y ahora con la hora feliz de la tarde arriba (compraron y refurbed el viejo Larry Blakes en Telegraph Ave bar! ) Es un gran lugar para una bebida tranquila.

Nos alojamos en el BCC en marzo 2018. Este es un antiguo edificio histórico muy aseado con un montón de carácter. Desde nuestra habitación (504) tuvimos una vista increíble de la bahía, montañas, y en la distancia se podía hacer SF y el Golden Gate Bridge. Las puestas de los atardeceres eran fantásticas. Gran parte de los muebles y construido en el almacenamiento eran antiguos o período consistente, incluyendo * no hay televisión (gracias! ) *, viejas perillas de vidrio y cerámica, una vieja bañera de hierro, y las ventanas de hierro antiguo de la barra, que en realidad eran bastante agradable junto con el radiador sobre activo (el la brisa fría y el aire caliente se cancelaron mutuamente, te sentirás como en casa si alguna vez has vivido en un apartamento como ese). La cama era nueva y cómoda. Todo estaba limpio y bien cuidado. Sinceramente, se sentía más como si estuviéramos alojados en el apartamento de un pariente rico o algo así. El personal era muy servicial, energias y amable. No usamos la piscina, pero parecía agradable! Parecía que estaba hecho para nadar vueltas. El desayuno estaba bien; los deliciosos pasteles caseros (bollos, croissants, danéss, etc) compensaban el resto que era simplemente café quemado mediocre, yogur, fruta, granola, etc. Si normalmente sólo tienes un pequeño desayuno, serás perfectamente feliz. Ayuda que usted está comiendo en un gran edificio adornado impresionante viejo.

Hermoso interior, habitaciones pequeñas pero adecuadas. A pocas cuadras de UC Berkeley. Pida un descuento si usted es un ex alumno o tiene un niño allí. El bar restaurante cierra los domingos y los lunes, pero sirve un desayuno gratuito todos los días. ¡ Tienes que ver la piscina cubierta!

Precioso hotel con todo tipo de detalles interesantes, diseñado por Julia Morgan. Intomate Theate en la ronda gestionado por Centralworks, pero también con la producción de otras pequeñas empresas de la bahía del este. Julia está arriba es un restaurante francés íntimo. La piscina cubierta es preciosa, al igual que las varias otras habitaciones comunes salpicadas alrededor de las dos primeras plantas.

Este es un edificio histórico con una hermosa arquitectura. Cuenta con un hotel, Club de funciones de tipo, y también espacio para banquetes/eventos. Me alojé allí por un par de noches en el Hotel. La habitación en la que me alojé era pequeña y no tenía una televisión o un escritorio u otras comodidades contemporáneas, pero todavía era un buen lugar para alojarse. La habitación estaba bien cuidada y el servicio de limpieza hizo un excelente trabajo. Hay desayuno continental gratuito, que era de calidad mínima pero decente. También ofrecen café gratis, tés Harney y agua filtrada. Hay refrigeradores comunitarios en cada piso, creo, y una hermosa piscina. Hay aparcamiento de pago disponible. El servicio era excelente y los empleados eran muy cordial y servicial.

Un club agradable y elegante con amenidades elegantes. Muy limpio y bien cuidado, sin duda un lugar que desea reservar un evento.

Este hotel no es para todos. Pero si usted aprecia la arquitectura única, clásica; amable, servicio de la vieja escuela; y una habitación sencilla sin la caja de idiotas (aka TV), te encantará este lugar. Gran precio y gran ubicación significan un gran valor.

Gran lugar y excelente comida. Especialmente si usted pasa el rato con los libros y los amantes de las artes, un lugar paradisíaco.

Las habitaciones son pequeñas, los baños son pequeños, los armarios son grandes. No hay TV en las habitaciones, pero hay conexión Wi-Fi gratuita. El mayor sorteo es la arquitectura del hotel, que definitivamente vale la pena un tour, incluso si no te quedas allí.

Estuvo aquí por un almuerzo. Un lugar antiguo con encanto del viejo mundo. Tendrás que entrar.

Diseñado por Julia Morgan, la primera mujer arquitecta de California. No perderse la visita a la piscina.

El edificio del hotel se ve muy bien. Pasamos una noche aquí ayer y fue una experiencia agradable. Todo el mundo aquí ama a los visitantes, la habitación está limpia y bien cuidada. Definitivamente volveré

Muy bueno servicio pero me parece un poco caro.

Adoro el Berkeley City Club. No hay lugar como este en la tierra. Tal encanto, historia y comodidad todo rodado en un solo lugar. ¿Qué podría ser mejor?

Club de la ciudad de Berkeley era un lugar poco agradable pero nada se levantó espectacularmente sobre él. El bien era medio como todo lo demás.
Hay alternativas mucho mejores como lugares para eventos, no pierdo mi tiempo y mi dinero aquí

Abajo aparece un poco más vieja y desgastada. El gran auditorio en la planta superior se ve un poco mejor y también hay una bonita zona de patio al aire libre 2 º que sería genial para hors d ' oeuvres. Hay un aparcamiento al lado del edificio y también otro lote privado en la calle que usted puede alquilar si vas a tener un montón de invitados en tu evento.

La habitación era pequeña pero no era uncomfortablet o sucio. Realmente caro aunque así lo lamento un poco. Todos realmente que hice allí fue usar el baño y el sueño así que no puedo decir mucho más.

Habitaciones rústicas. Excelllent Hall.

Es sin duda un clásico. El personal era agradable y servicial.

Realmente interesante edificio de patrimonio. Espacios comunes, jardines y la piscina son excelentes. Las habitaciones son pequeñas y un poco demasiado viejo-timey. Desayuno Continental se agradece, como fue la conexión Wi-Fi gratuita.

Este es muy caro. Se encuentra en un castillo del fresco como del edificio sin embargo el interior necesita reforma. Las habitaciones son pequeñas y las hojas no son las más limpias. El desayuno es peor que un mejor desayuno occidental.

Vino para un taller. Comida y café que se sirve son buenos. No eran las sillas para sentarse. Hecho para días difíciles, sentada 9 horas durante las conversaciones. El interior es antiguo pero muy bonito. El área alrededor de él tiene un montón de restaurantes y gente sin hogar.

Una joya escondida en Berkeley. Busque ofertas en invierno en livingsocial. Julia Morgan diseñado.

Precioso e histórico. Atroz Wi-Fi.

Edificio antiguo, gran arquitectura, no muy bien mantenido. Excelente ubicación para visitar el colegio, a un corto paseo del hotel. No hay televisión en la habitación, pero el personal es amable. El aparcamiento es $20/ día pero seguro y muy cerca. Seguridad es excelente. Que sólo se quedó un día así no vemos la piscina. Sólo dos habitaciones tienen dos camas, tuvimos un doble y un doble. El desayuno no memorable, pero sobre todo es un lugar único para descansar, no para vacaciones.

Nos alojamos aquí por 2 noches con mi otra pareja y tenía un tiempo maravilloso. El edificio es un poco viejo pero su muy bella con arquitectura maravillosa. Las habitaciones eran bastante cómodo y pintoresco con decoración victoriana. No son muy grandes y lujosos pero la habitación en que nos alojamos era tranquila y tenía una vista increíble de la ciudad. Su diversión a explorar el edificio y sus habitaciones grandes. Hay un bonito jardín al aire libre con asientos, una zona de comedor para el desayuno y la cena, una zona de salón de baile para bodas y tal y una zona de biblioteca con libros, scrabble y un piano que fue un placer jugar. El edificio cuenta con un ambiente de "Shinning" que en el buen sentido, un lugar clásico con historia y agradables recuerdos. Nos va definitivamente a regresar otra vez.

Una de las peores experiencias de hotel que he tenido. Grosero y decepcionante.

Excelente lugar para una estancia tranquila y modesta. Somos miembros de un club de Seattle, con tarifas de socio, que nos permite pagar estancias más largas. Nos hemos quedamos 5 veces. Tienen horas tranquilos entre 23:00 y 9:00. También es agradable historia sobre el lugar.

Has oído hablar del movimiento slow food. Si el movimiento lento del Hotel coge, el Club de la ciudad de Berkeley se ejemplifican lo que se trata. El edificio en sí es hermoso. Diseñado por el reconocido arquitecto Julia Morgan (quien también hizo el castillo de Hearst) y construido en 1929, tiene ese encanto del viejo mundo con las características clásicas tales como sillas de caña en el "Coffee Corner", pomos de cristal, de diamante acristalamiento, piscina climatizada y hasta una "sala. "
No hay televisores existen en las habitaciones con encanto, acogedoras. Más bien proviene de una sala de estar TV vuelta de la esquina de la sala histórica de Julia Morgan. No hay Wi-Fi en las habitaciones bien. Hay puntos fuera de los elevadores en cada piso pero de lo contrario tienes que usar las zonas comunes de 1 º y 2 º piso para cualquier conexión a Internet. ¿Qué haría una mujer multitarea como yo? Yo espiaba una caja de sales minerales de baño en el cuarto de baño. Así que tomé un baño desde hace mucho tiempo.
Habitación 408 fue reservado en la esquina con vistas sin obstáculos del Golden Gate, Alcatraz y SF. Si te gusta el aire fresco, los padres con niños pequeños aventureros podrían desear una habitación que no tenga una caída larga. Las ventanas de la altura de la cintura no tiene pantallas y abra ancha, derecha hacia el aire ventoso.

Me alojé en el Club de la ciudad de Berkeley por 4 días en junio de 2011 y realmente disfrutamos de nuestra estancia. Se trata de un histórico edificio construido en 1930, originalmente una sociedad de mujeres, por lo que usted encontrará carece de algunos convienences modernos. Como en la sala de tomas de corriente limitada, tienen un vestuario para compartir hombres y mujeres (con su separado y ella se detiene), y hay un refrigerador de la comunidad, en lugar de uno en su habitación. Pero si ves más allá de eso usted verá que han hecho un maravilloso trabajo de preservar el edificio y los muebles dentro de él. La arquitectura es impresionante y hay un montón de lugares públicos para explorar, incluyendo comedores, polvo de habitaciones, bibliotecas y un hermoso jardín al aire libre con zona de sitter. El hotel se siente más como se hospeda en una casa de ricos parientes con un montón de zonas comunes para sentarse y leer o tomar un café.
Las habitaciones son pequeñas y muy básicas. No hay televisión, ni una plancha. Hay una cama sentada silla, armario y cómoda, baño con bañera antigua de estilo 60 y plomería (que funcionó muy bien y parecía atractivo) y una vista del puente Golden Gate desde su ventana. Realmente disfruté todo lo cómodo se sentía. La piscina es maravillosamente hermosa, sin embargo era un poco frío para mí.

Hermosa explosión de lo últimos de California.
Hermosas habitaciones. Impresionante piscina cubierta.
Nuestro propio pequeño castillo de Hearst en Berkeley.
Y un gran lugar para casarse.