Casa Rural Francisco Mayo Hotel

100% recomendable todo perfectisimo.

Todo perfecto 100% recomendable.

Bonita casa en el centro de Isaba.

Sitio magnifico, aconsejable para tod@s, sobre todo si os gusta la naturaleza, la amabilidad y tranquilidad. Los dueños un 10, atentos y cercanos, muy buena gente… 100% recomendable, mas a quien le gusta practicar deporte, ya que hay muchas rutas, empezando por el que nunca haya hecho deporte, hasta los que esten acostumbrados a darse mucha caña…

Casa Rural Francisco Mayo es una opción de alojamiento en Isaba muy recomendable. Es una casa típica, recién reformada, en el centro del pueblo, con una relación calidad-precio extraordinaria. Estuve con mi mujer y mi hijo de nueve años a finales de septiembre. Tuvimos la fortuna de que nos hiciera un tiempo magnifico así que disfrutamos de un par de jornadas de trekking por un entorno privilegiado. En la confección de las rutas nos ayudó mucho Idoia, la dueña de la casa, una chica joven muy amable y simpática que, además, vimos que atendía a otros huéspedes también en Euskera y en Francés. Estuvimos en las dos habitaciones de la buhardilla. Muy agradables, colchones y almohadas cómodas, el baño perfecto y la limpieza impecable en toda la casa. Destaca el silencio de la casa y de todo el pueblo. El descanso está garantizado. No dejéis de probar el desayuno. Todo natural, ecológico y de la zona: café, cacao, miel, muesli, tostadas, mantequilla, mermelada, jamón, queso de Roncal, crema de yogur con frutas casera hecha en el momento, un lujo de desayuno que vale mucho más que los 6€ que pagas. Volveremos, sin duda, volveremos.

Las habitaciones están recién restauradas, son estupendas y los baños también. Pasamos un fin de semana genial, repetiremos!

Casita muy acogedora, al igual que la anfitriona (Idoia). Nos recomendó varios sitios que visitar y rutas por la zona. En un pueblo con encanto. Muy recomendable.

Hemos estado el fin de semana en la casa rural y ha sido genial. La reforma que ha realizado de 10! Tiene una decoración rural preciosa decorada al mínimo detalle con todo lo necesario. Idoia es majisima y atenta a cualquier cosa que necesites, además de hacer unos desayunos caseros riquísimos. Esperamos volver pronto!

La casa muy acogedora y el servicio inmejorable. Desayunamos todos los días, todo casero y si queríamos repetir podíamos hacerlo sin problema. Es la segunda vez que vamos y repetiremos.

Hemos pasado 2 noches aquí y se lo recomendamos a todo el mundo. El pueblo es precioso y tienes muchas opciones para ir a hacer excursiones, el valle del Roncal en si, valle de Belagua, el vecino valle de Salazar con la selva de Irati, pirineo francés a un paso, y el vallé de Ansó en Huesca también. En otoño con el colorido de las hojas es espectacular! La casa está genial, en el centro del pueblo, muy acogedora, habitaciones amplias y limpias con camas muy cómodas. Los baños son compartidos para 2 habitaciones. Hay Wi-Fi. Y tienen una sala común con TV y pelis. El precio de las habitaciones fue de 33 euros la noche! El desayuno 3, 5 euros, te lo prepara la dueña en el momento, tostadas, cereales ecológicos, mermelada hecha por ellos, miel casera… Muy bien. Idoia, la dueña, es un encanto, te da todo tipo de informaciones que necesites para preparar tu estancia. Si volvemos por la zona ya sabemos donde ir!

Es una casa de madera, sencilla y muy acogedora. Lo mejor sus propietarias, Idoia y Pascuala. Los desayunos se hacen con productos propios, igual que las cenas, en las que se puede disfrutar de verduras ecológicas de su huerto y una cocina de toda la vida… deliciosa! Lo peor… que los días pasan rápidos y para cuando te das cuenta tienes que marcharte.