Parador de Santo Estevo

Hotel

Este edificio resulta interesante para visitar si se cumplen dos requisitos: que se vaya allí para alojarse o coincida dentro de una ruta prevista; es decir, no merece la pena visitarlo si para ello hay que realizar un viaje de 100 kilómetros. El entorno hasta llegar allí tiene mucho encanto, pero no es una carretera apta para personas que sufran mareos, conviene tenerlo en cuenta. En cuanto al monasterio, su atractivo cultural e histórico ha quedado subyugado a su función como parador, la visita consiste en admirar la fachada por fuera, ver los tres claustros y la iglesia. Ofrece una exposición permanente de un escultor local, pero su contenido no tiene que ver con la riqueza patrimonial propia de un monasterio.

Internet es un asco, pero es un hotel bastante tbh.

Una hermosa monestary, que ha sido muy cuidadosamente convertida en un hotel de primera clase, conservando el carácter original del edificio. El restaurante tiene una terraza con una vista excepcional sobre el valle del río Sil. No está claro qué hacer al llegar, debido a una falta de señalización, pero con el tiempo hemos descubierto: Aparcar su coche en el garaje y proceder a la recepción. Visitar algunos de los pueblos de los alrededores y tomar un paseo en barco por el río Sil.

En una palabra: espectacular. La fachada es increíble y en el interior aún se respira el ambiente de su anterior función. Muy bien mezclada la función de hotel y de antiguo monasterio. En cuanto al personal una maravilla. Los de recepción muy atentos y amables y los de la limpieza y el comedor igual. Un sitio precioso, en un lugar magnífico, con un personal muy profesional y habitaciones increíbles. Repetiremos sin duda.

Hermoso edificio en un lugar hermoso, con una atmósfera especial. Habitación cómoda y espaciosa. El personal amable y servicial como siempre.

Bonito, señorial, interesante… Vale la pena visitarle. Ideal para grandes eventos (si cuentas con un buen presupuesto)

Impresionante. Marco incomparable. Trato inmejorable y no dejen de comer en el comedor. Sin palabras.

Uno de los más hermosos Parador que hicimos un hermoso jardín con una antigua casa una gran chimenea un restaurante donde hay una terraza vista sobre el bosque un magnífico claustro se puede tomar un aperitivo detrás de una veranda una exposición de esculturas Excelente y al lado de una iglesia para visitar, así como el cementerio espaciosa habitación no muy iluminada por fin definitivamente vale la pena el viaje.

Nos encantó este parador. Las instalaciones son preciosas, el spa merece un montón la pena y la comida del restaurante está deliciosa. Además el entorno es precioso y permite hacer diversas actividades en la naturaleza.

Uno de los paradores mas bonitos de España. El entorno es espectacular dentro de la Ribera Sacra con unas vistas impresionantes. El restaurante tiene un gusto exquisito con unas vistas muy bonitas. El trato del personal fue estupendo. Volveremos con toda seguridad.

Es un lugar perfecto para desconectar y relajarse. Interesante visita teatralizada por la noche. Una estancia estupenda y tranquila. El entorno es precioso y el spa está muy bien aunque uno de los días estaba bastante lleno.

Impresionante rehabilitación y en medio de la nada. Lugar para pasar un fin de semana de calidad 10 y aprovechar y disfrutar de la Ribera Sacra. Cómo parador, de lo mejor que he disfrutado.

Gran lugar, en el centro de Ribeira Sacra. Está rodeado de viñedos. La habitación es muy grande y tranquila. Tiene un spa, que es una visita obligada si te alojas allí por una noche.

Bonito pero si no te hospedas en el parador tienes que dejar el coche a 1 km aprox… Y mientras subíamos a por el coche, lloviendo a cántaros, los de protección civil casi nos atropellan bajando a una velocidad excesiva. Una vergüenza.

Parador muy grande y bonito. En medio de la nada, lugar perfecto para desconectar y rodearse de naturaleza y buenas vistas. Habitación sencilla. Dispone de parking gratuito para clientes del parador. Comimos en el restaurante y la comida es estupenda. Raciones no excesivamente pero de excelente calidad y materia prima. Camarero de gafas muy amable y simpático. Servicio muy correcto. Restaurantes amplio y muy bonito. Pongo fotos de las croquetas, filloas (muy recomendables), caldo y revuelto que pedimos. Todo exquisito y con precios razonables. Pongo foto de la cuenta. Nos aplicaron un descuento. Especial que tenía yo.

El entorno espectacular, con numerosas sendas y miradores. Para estancias cortas es ideal. Como punto negativo que las duchas son con la alcachofa fija y eso es bastante incómodo, pero tampoco resta calidad a las habitaciones. Destacable especialmente la visita nocturna teatralizada que hacen por los claustros del monasterio, por un módico precio y que no se puede perder nadie.

Como hotel no lo se, por no haberme hospedado. Pero un lugar muy bonito, no se puede dejar de visitarlo. Increible una construccion como esta. En un lugar tan escondido.

Agradable y justo lo que necesitaba ser escuchado…

Un lugar mágico en la Ribeira Sacra. Ideal para desconectar del mundanal ruido de la ciudad y volver a escuchar el canto de los pájaros y del río Sil a su paso por el cañón.

Lugar precioso en un enclave privilegiado. Sitio estupendo para relajarse y desconectar. Si vas puedes aprovechar para hacer una caminata que sale justo desde allí y que te lleva no más de 2h. Además en diversos sitios de la zona se come muy bien.

Impresionante lugar. Es llegar a este sitio escondido de la ribeira sacra y todo se transforma en paz. No he tenido todavía la oportunidad de alojarme pero si vas aunque sea solo por verlo por dentro junto a la iglesia adyacente verás que se trata de un lugar mágico como toda esa zona.

Un lugar placentero para los sentidos, silencio, paz y naturaleza. Una obra de arquitectura que te hace sentir en otra época y el enclave natural en el que se encuentra, pleno corazón de la ribeira sacra. El servicio de desayuno muy amable y atento. Limpieza y comodidad en dormitorio. Repetiría sin duda. Experiencia de 10.

Realmente vale la pena visitar esté recuperado monumento como parador. Ubicado en un maravilloso paraje natural y con buena oferta gastronómica. Antes de ir a comer y elegir de una. Agradable y preparada carta, disfrutar de la magnífica arquitectura.

Restaurante del hotel en un antiguo monasterio recuperado y restaurado muy bien, inmerso en el verde de Galicia.

La ubicación es impresionante. La restauración del monasterio para su uso como parador de turismo es una maravilla. Han combinado de forma exquisita los elementos arquitectónicos antiguos con los elementos actuales, obteniendo un lugar muy acogedor.

El Parador esta enclavado en un lugar magnífico; se trata de un antiguo monasterio, que es maravilloso, con varios claustros y unas instalaciones estupendas, con spa. El restaurante tiene un menú degustación que merece la pena. Es un sitio ideal para pasar una semana y desde allí hacer la Ruta Sacra.

Espectacular enclave y precioso hotel. Personal amable y atento. Soy amiga de Paradores pero la habitación no se si por hacer vía booking la reserva era muy pequeña. Cama de 1.35 y el baño similar en tamaño a los que tienen las habitaciones de un barco de crucero.

Me parecen pocas las estrellas para un sitio tan especial. Un estupendo servicio con además la posibilidad de disfrutar de un buen restaurante se encuentran ubicados en un lugar maravilloso dentro de un monasterio que nos hace viajar en el tiempo. La excelencia para pasar unos días.

Bonito lugar y vistas. Lugar recomendado para tomar unas copas en el bar. Un poco caro.

Precioso, atención al cliente excepcional. Todos muy profesionales y amables. Mención a Fernando camarero del comedor. También muy sorprendente y sobresaliente la escenificación del Monje. Totalmente recomendable.

Impresionante edificio. Lo constituye una iglesia de gran tamaño, el convento con tres atrios, escaleras de piedra, la antigua cocina, restos de un edificio que albergaba los hornos del convento. Un buen restaurante y una confortable habitación.

Precioso e inmenso ex-monasterio. Ahora es un hotel de lujo. Dejan visitar la iglesia y entrar y visitar algunas zonas. Me hubiera gustado poder ver más su interior, pero creo que ya no es lo que antaño fue y es lo que es, un hotel con pinceladas de lo que antaño fue. Un poco caótico el acceso, pues es estrecho, y a pesar de tener parking, la gente se empeña en aparcar en zonas prohibidas con lo que en ocasiones provocan situaciones de colapso total para entrar o salir de la zona.

Es un sitio precioso. La habitación un poco pequeña para el precio por eso no le pongo las 5 estrellas. El personal muy amable.

Un lugar increíble. … vistas de ensueño… edificio muy bien decorado e instalaciones impecables. Trato personalizado y personal muy profesional y humano. Totalmente recomendable si te apetece visitar un paraíso.

El parador está muy bien acondicionado y en un enclave muy bonito. La cama es comodísima. El único pero el precio excesivo: debería incluir el desayuno como mínimo.

Entorno increible. Edificio histórico, es un monasterio, que mantiene intacta su esencia. Trato exquisito. El mejor parador de la red.

Decir que es un lugar con encanto se queda corto. El Parador mas bonito que he visto. Zona muy tranquila y las instalaciones están muy bien decoradas. Las habitaciones son amplias y limpias. El trato tanto en recepción, cafeteria, restaurante y SPA muy bueno.

Un edificio espléndido, muy bien conservado. Decoracion acorde con el entorno que aunque moderno no desentona en absoluto (mejor que otros paradores con una decoración antigua). Entorno de película. Me encantó aunque breve la estancia por el precio que considero excesivo (18 € desayuno bufet/persona) no digamos la estancia 160€ con descuento. Desde luego no es para todos los bolsillos.

Es un lugar lleno de encantó Muy bien restaurado. Tiene un restaurante espectacular y con una buena carta. Personal muy atento. Situado en un entorno natural muy bonito. Me ha encantado. Volveré sin duda.

Lugar hermoso y perfectamente preservado.

Aunque no es barato… Excelente cocina. Habitaciones muy tranquilas y espaciosas. Entorno espectacular. Buenas vistas. Tres claustros para visitar. Galería "quita pesares" para disfrutar del Sil.

Parador ubicado en un monasterio del siglo VI. Tiene parking a la entrada con dos plantas para clientes del parador, la llegada desde Orense es más sencilla que desde Monforte de Lemos, que es mucho más curvada la carretera. Vistas impresionantes tras estar ubicado en las montañas todo rodeado de bosques frondosos. Las habitaciones modernas, con buena bañera y dispone de spa y zona de wellnesth. Desde aquí puedes visitar la Ribera Sacra y muchos pueblos de Orense. La atención del personal del Parador, excelente.

Arte y naturaleza, de las más hermosas de Galicia, la Ribeira Sacra, los cañones del Sil… Y el edificio para perderte por sus escaleras y pasillos, y acabar en el restaurante abovedado. Muy recomendable.

Un emplazamiento inmejorable para descansar y descubrir esta bellísima comarca de la Ribeira Sacra gallega. Un hotel ubicado en un edificio espectacular, magníficamente restaurado y adaptado, con todo lujo de detalles, para los viajeros del siglo XXI. El personal muy atento y servicial. Únicamente se echa de menos una carta de cafetería algo más extensa. Pues no siempre se puede estar tirando de carta de restaurante.

La atención no me pareció a la altura de Paradores. Poca información de uso del Spa en recepción. El precio del Spa no está incluido, estado algo descuidado y los horarios nos parecieron muy reducidos. Habitación muy espaciosa pero nos dieron dos camas individuales y queríamos de matrimonio. Relación cantidad/calidad/precio de la carta descompensada hacia ésta última. El sitio es precioso y está ubicado en un entorno único, muy tranquilo y con muchas posibilidades turísticas.

Viaje con mi familia en febrero de 2016, y puedo asegurar que es de los sitios más bonitos que he conocido. Trato amable, ambiente relajado, comedor extraordinario en calidad y servicio. Volveré sin duda alguna.

El mejor parador en el año 2015 por méritos propios. Ubicación y edifico espectaculares. Habitaciones amplias y modernizadas. Le falla el restaurante para el bombo que le dan. Flaquea en comparación con el resto del hotel.

Un lugar increíble, pero cuidado con el gps que os mete por calles que ni pasan los coches, literalmente, toca el coche a ambos lados por muchos caminos de por ahi.

El más hermoso hotel en el que he estado en. Va a estar de vuelta para más!

Un fantástico Parador totalmente alejado del mundanal ruido. Muy apartado, es ideal para desconectar. Tiene dos claustros fantásticos y una iglesia anexa. El entorno es totalmente de cuento.

Maravilloso Parador. Cuatro estrellas. Antiguo monasterio. Tiene dos claustros preciosos románicos. El enclave mágico, con niebla alrededor. Si te gusta la naturaleza no lo dudes. Muxo románico para visitar en la zona.

Una joya arquitectónica en medio de un paisaje de ensueño y unos empleados amabilísimos. Y un acogedor silencio.

Un entorno espectacular e inolvidable, los precios algo elevados.

El mejor Parador que he alojado en tan lejos. El diseño del hotel combina magníficamente en el antiguo edificio monastic pero es contemporánea, moderna y refrescante. El arquitecto debe ser elogiado por sus esfuerzos.
Las habitaciones son amplias, como son las instalaciones. El restaurante tiene unas vistas impresionantes del cañón del Sil desde la terraza. El resto del restaurante es imponente pero luminoso y ventilado. La comida es exquisita, emocionante; el menú es interesante y la presentación coincide con el entorno.
El personal es atento pero no intrusivo.
El entorno y paisaje del Parador es realmente increíble. Esto es lo que distingue Paradores otros hoteles y no hay más que Santo Estevo!

Simplemente un sitio de ensueño.

El mejor sitio que conozco para pasar un fin de semana. Muy cerca del impresionante río Sil. Un lugar imponente rodeado de naturaleza.

El lugar es una preciosidad, los salones espaciosos y el entorno es lindo. Las habitaciones amplias y cómodas. Los servicios como el spa sería bueno que no lo publicitasen como un servicio más cuando por acudir al mismo te cobran 25€. El comedor muy bonito pero caro, carece de menu.

Sencillamente espectacular.

Precioso aunque solo sea para pasear por sus jardines, a los que se accede a través del comedor. Me sorprendió que no nos pusieran ninguna pega para visitarlos a pesar de no estar alojados allí.

Un lugar realmente maravilloso. Que organicé hace algún tiempo una reunión internacional en este antiguo monasterio reconstruido recientemente como un hotel de lujo. Todo el mundo estaba realmente fascinado con el ambiente. No sólo desde el punto de vista arquitectónico, el sitio es impresionante, también las instalaciones y por supuesto el restaurante. De hecho, los alrededores son realmente impresionantes. La ubicación perfecta para explorar la arquitectura románica en esta parte del noroeste de España. Como los baños termales de well-kown en la ciudad de Ourense había abierto 24/7 para libre (! ).

Un lugar mágico. Como huésped usted sentirá gloriosamente levantado en un edificio histórico magníficamente restaurado. Restaurante, la estancia y la reclusión pusieron los huéspedes en un oasis de calma. Fueron sólo 2 días allí, estoy seguros que vamos a ir allí.

Un sitio apasionante. Creo que será uno de los Paradores más bonitos y más logrados en cuanto a la integración del patrimonio con unas instalaciones modernas y agradables. Tiene tres claustros, cada cual más bonito, con muchas galerías y salones perfectamente decorados. Las habitaciones se ve claramente que son las antiguas celdas de los monjes y el restaurante, que tiene una altura de impresión, eran las cuadras. No déis de visitar la iglesia en la entrada y el bosque legendario de robles en la parte trasera, con las ruinas del horno. Para rematar, las vistas sobre el cañón del Sil son algo sobrecogedor.

Impresionante Parador. Por el emplazamiento y sobre todo por el monasterio. Realmente bonito y perfectamente acondicionado. Tiene dos claustros a cual más bonito. Tuve la suerte de asistir a una boda y estuvo realmente bien. Respecto a las habitaciones, muy bien equipadas pero tuve que cambiar la que me habían asignado inicialmente porque la cama de matrimonio era de 135cm. Había disponibilidad y no tuvieron problemas en cambiarme a una habitación con una cama más grande. Si vais a reservar y no cabéis en una de 135, como es mi caso, anticiparlo de antemano no está mal. También cenamos allí y la verdad que muy bien. El emplazamiento del restaurante es una sala abovedada con un techo altísimo. Probamos el pulpo a la parrilla, que estaba bueno aunque alguna parte estaba demasiado fibrosa, el solomillo de ternera, realmetne bueno, el cordero asado, también muy bueno, y la filloa de la casa con helado de castañas. Demasiado grande y tampoco me pareció nada del otro mundo. Lo que si que creo que habría que mejorar es la información sobre las actividades y cosas que ver en la Ribera Sacra. Lo único que me facilitaron era un mapa muy poco claro con la situación de los miradores.