Hotel Rustico Lugar Do Cotariño Hotel

Bueno pues llegue todo muy bonito rústico elegante pero a la vez acojedor. Hay como apartemtos pero es una habitación sales y ya estas fuera no tienes que bajar escaleras hay sala común terraza y grandes jardines las habitaciones son modernas pero rústicas limpio y bonito desayunos muy buenos el personal es muy amable SÍ QUIERES EStar TRANQUIL@ EN CAMARIÑAS VES AHÍ PERO ESTA EN EL MONTE EN UNA ALDEA MUY TRANQUILO RODEADO DE naturaleza :D.

Magnífico lugar y personal cortés.

Un hotel rural de ensueño. Por su entorno, por unas instalaciones inmejorables y por si fuera poco una atención exquisita a cargo de "los Albertos" padre e hijo. Este verano vuelvo.

Está muy bien, en un paraje espectacular, lo único, un poco alejado de la civilización, pero mejor, más tranquilo.

Nos ha encantado este hotel, es un sitio muy agradable, tranquilo con unas vistas espectaculares a 8 minutos del faro de costa da morte. El hotel es precioso las habitaciones son comodisimas y muy muy bonitas, nos hemos alojado en Alca y es una pasada decorado con el mejor gusto tanto la habitacion como el hotel. Los dueños muy agradables y hacen que te sientas a gusto. Mi enhorabuena por hacer que la estancia en este sitio haya sido perfecta! Muchas gracias por todo!

Estamos ahora mismo hospendandonos en este hotel y únicamente tengo buenas palabras para él. Los dueños son muy amables y se nota que tienen pasión por su trabajo. El paisaje es inmejorable, realmente logras desconectar de todo. En cuanto a las habitaciones, son muy amplias y cómodas. Además el estilo rústico hace que te sientas en el siglo XVII. Del servicio de desayuno decir que es muy bueno. En definitiva, recomiendo el hotel.

Excelente. Habitaciones amplias, impolutamente limpias, en un entorno supertranquilo, pero a 1 km del centro de Camariñas. Parking propio en el recinto. Atención cuidada y amable, desayuno casero, rico y variado, y absoluto silencio durante la noche… Dificil ponerle un pero.

Un sitio genial con una muy buen calidad y trato… sin duda repetiré.

Impresionante lugar para pasar una semana espectacular en familia. Buena comida, sobre todo los desayunos, entorno tranquilo y estupendo personal que atiende.

Una delicia de lugar. Precioso y cuidado hasta el último detalle. Un trato magnífico en el que te sientes a gusto desde el primer minuto. Simplemente un sitio único para cargar las pilas al lado de parajes excepcionales. Gracias a Alberto por crear el hotel.

El hotel es precioso y la atención inmejorable! No podéis perderos sus desayunos! Y aceptan perros!

Han sido unos dias inolvidables! El lugar inmejorable, la situación genial y la atención fantástica! Repetiremos seguro!
No canvieis nunca!

Maravilloso lugar. Maravilloso entorno. No se puede pedir más. Volveremos pronto.

Lugar excepcional, decoración e instalaciones exquisitas, camas super cómodas, trato amabilísimo de Alberto padre e hijo, entorno tranquilo, desayuno muy rico, totalmente recomendable!

Un fin de semana de relajación total en plena Costa da Morte, ésa era la idea y eso fue lo que disfrutamos. El lugar es precioso, en las afueras del pueblo, en plena naturaleza. Se nota el cariño desde la entrada hasta las llaves de la luz de las habitaciones. Y atentos al desayuno y a las cenas… ya pudimos caminar kilómetros que acabamos engordando: delicioso.

Estupendo lugar para cargar las pilas. Aislado en plena naturaleza y con cuidado especial en los detalles del alojamiento. Y la atención excepcional, te ayudan y te orientan que ver y donde comer estupendamente. En este alojamiento solo puedes disfrutar de servicios de desayuno pero… MENUDOS DESAYUNOS. Gran calidad en sus productos y primeras marcas.

Hemos pasado una noche de paso por la costa da morte y desde luego se nos ha hecho muy corto! El lugar es mágico en el se respira una gran paz, el hotel decorado con gran gusto y con muchos detalles! El desayuno increíble y la atención de Alberto, padre e hijo — inmejorable! Recomendable 100%

A mi hija y a mi se nos terminan pasado mañana estos maravillosos 10 días pasados en este rincón de Galicia. Nos vamos con pena El hotel es… precioso, con unas habitaciones comodísimas, espaciosas y muy bien decoradas, el desayuno fantástico y sobre todo la atención, amabilidad y simpatía, recibidas por Alberto, el proprietario y su hijo Alberto, que por cierto es un muy buen cocinero. Hemos podido descansar, dar nuestros paseos, pasar unos ratitos con Cota y Tango, perra y gato de este rincón de paz. Ha sido el lugar ideal para "desenchufar". Nos ha encantado.

Maravilloso lugar, acogedor, trato excelente, preciosas y comodas habitaciones, con la sensación de estar viviendo en un pueblo dentro de otro pueblo y situado en una localidad pesquera muy bonita, donde, además, se come muy bien. En fín, deseando volver.

Estuvimos un par de noches (pareja con perro) para descansar de actividades deportivas y como base para explorar un poco la Costa da Morte por esa zona. Nos gustó mucho, estuvimos muy cómodos y nos dieron muy buen trato. Las casas y los exteriores muy bonitas y cuidadas. Alrededor de la casa hay caminos en bosques para pasear muy agradables (la perra del alojamiento se venía también a pasear), la costa cercana es muy bonita también y en el pueblo se come bien parrillada de pescado y mariscos. Muy recomendable si interesa estar algunos días por la zona.

Precioso lugar, casa con más de tres siglos de historia, muy cerca de multitud de playas y retirado del casco urbano. Muy recomendable para descansar.

La casa esta preciosa, habitaciones cómodas, camas de calidad. No hemos encontrado un detalle mejorable la verdad. Estoy seguro de que repetiremos, x el hotel pero sobretodo x su dueño. Ha sido un placer.

26 de enero de 2012. Lorenzo. He pasado 5 días maravillosos disfrutando del paisaje, la gastronomía y el encanto de este hotel, que es un cuatro estrellas con un añadido: el trato amable, sencillo y elegante de su dueño Alberto y de la cocinera Mari Carmen. Sinceramente, me he sentido como un príncipe por un precio muy por debajo de su valor.

Absoluto descanso y confort en un paraje inolvidable.

El entorno es espectacular (costa, montaña, pueblos, campos cultivados, etc. ) y el hotel (sería mejor definirlo como aldea puesto que ocupa las casitas de una antigua aldea) precioso en todos sus detalles: la forma en la que han sido reconstruidas las casas, el jardín, las puertas, suelos y ventanas de madera, los azulejos pintados a mano, los muebles, las vajillas. Pero lo mejor de todo es sin duda Alberto, su dueño, y Carmen, la magnífica y encantadora cocinera. Este hotel es mucho más algo nacido del amor a la tierra y su gente que un negocio convencional. Como negocio, por su ejemplar respeto y ensalzamiento del medio y por el exqusito trato a los clientes le deseo lo mejor. Y en lo personal sólo puedo decir que me he sentido tratado como un amigo y considero un privilegio haber conocido este admirable proyecto y a la gente que lo ha hecho posible. Sin duda recomendable para cualquiera porque son infinitas las posibilidades de disfrutar este lugar de muchas formas diferentes: senderismo, bicicleta, playa, navegar por el mar, gastronomía, paisajes únicos que pueden ser disfrutados incluso sin dejar el coche. Y, muy importante, durante todo el año. Aquí se pueden pasar unos días inolvidables también en invierno. Estoy seguro de que volveré más de una vez.

Íbamos a pasar un par de días en Camariñas y decidimos reservar en este hotel por las buenas críticas leídas en Internet. La verdad, lo único que lamentamos fue no poder pasar más tiempo. Las instalaciones son perfectas, todo precioso y acogedor, en una zona increíble. El personal, increíblemente atento. De hecho tuvimos un problema con el coche y ellos nos acercaron al pueblo y nos ofrecieron su ayuda. Resumiendo, una gente excepcional y un sitio idílico, totalmente recomendable. Volveremos seguro.