Parador de Trujillo

Hotel

Trujillo es una ciudad de interés para una visita cultural. Interesante y con algún buen restaurante. El parador es un antiguo convento bien rehabilitado. Habitaciones típicas de este tipo de establecimiento. Algo pequeñas las standar Buen servicio en recepción, cafetería y restaurante. Este último con buen nivel de cocina aunque en Trujillo hay mejores opciones y muy cerca, el Corral del Rey, por ejemplo.

Es un lugar precioso. Antiguo convento rehabilitado. Tiene además de un precioso comedor una pequeña piscina. El personal muy amable y muy atento. Lo pasamos muy bien.

La verdad es que la ciudad le pega muy bien al parador porque tiene pinta de medieval con muchos monasterios y calles empedradas. Yo estuve en una boda y la verdad que no estuvo nada mal. Servicio muy correcto y elegante para mi gusto de más. Comimos bien pero lo mejor la carne y embutidos. El Jamón lo mejor. Habitaciones amplias y con bonita decoración medieval. Hay piscina y zonas para lectura. El bar amplio y con posibilidad de comer, cenar y desayunar.

Este parador sistema en España es incomparable los mejores lugares para quedarse en Europa. Castillos, monasterios, edificios históricos restaurados y convertidos en los mejores hoteles de calidad, con restaurantes de cinco estrellas. Siempre se encuentra en el maravilloso, lugares interesantes. El Parador de Trujillo es uno de los más bonitos que nos hemos alojado.

Estupendo para hacer el centro del viaje para conocer todo Cáceres, Merida, Plasencia, jorge, Etc. Lugar bello y muy agradable para descansar. Trato del personal fantástico y calidad de su comedor. Muy recomendable.

Muy bonito y tranquilo. La habitación bastante cómoda y limpia. Por poner una pega, el sumidero del lavabo no tragaba bien el agua. El personal es muy atento y dispuesto.

Un parador estupendo, precioso. Un alojamiento en un sitio con mucha historia, único. Merece la pena. Desayuno exquisito.

¡Precioso! Digno de ser parador. Con una gran variedad de productos y buen ubicado. ¡Repetiremos!

Solo hemos ido a tomar algo al bar. La atención ha dejado mucho que desear. Una trabajadora que nos ha atendido ha sido bastante desagradable. El sitio es bonito, sore todo el patio.

Bonito hotel situado en lo que algún día fue un convento. Como siempre Paradores han hecho una gran combinación de lugares antiguos restaurados con una decoración moderna y funcionalidad. Gran cocina mezclando tradición con nuevas técnicas.

Un parador estupendo, precioso. Un alojamiento en un sitio con mucha historia, único. Merece la pena. Desayuno exquisito.

Ubicación muy céntrica a 5 minutos andando de la Plaza Mayor de Trujillo. Gastronomía excelente con una atención muy cuidada. La habitación es amplia y muy cómoda.

Solo entramos a tomar un café, pero nos encantó por dentro. Es precioso y acogedor. Muy recomendable. La próxima vez comeremos allí

El parador es muy acogedor y está adaptado. Habitaciones espaciosas y cómodas. La atención del personal es excelente.

Necesita actualizarse urgentemente! Almohadas apelmazadas, utilizan todavía mantas que pesan lo suyo y los colchones como piedras. Durante 2 días hubo una gotera en el pasillo resuelta con unas toallas empapadas en el suelo. Y el restaurante un desastre. Pero el edificio merece la pena ser visitado.

Un buen lugar para ir para una bebida tranquila y agradable disfrutar de este antiguo edificio.

Lugar precioso, muy tranquilo. Personal amable y agradable. La comida es muy buena, de la zona. Desde luego un sitio recomendable 100%

Un buen lugar para una bebida o dos… pero un poco caro para alojarse.

Complejo precioso asentado en un antiguo convento del que conserva gran parte de la arquitectura. Ideal para una escapada de fin de semana. La comida es de calidad y con una servicio al cliente excelente. Es accesible para personas con movilidad reducida. Dispone de parking propio. También tiene piscina al aire libre disponible los días de verano. A menos de 5 minutos andando de la zona monumental y Plaza Mayor de Trujillo.

Buena atención y servicio. La habitación muy bien decorada y con camas cómodas. El baño algo viejo. Sin mucho parkin y el de pago caro.

Es un Parador que no es uno de los que dispone de mejor edificio ni tampoco el mas grande, en su día fue convento, pero a mi su interior me encanta, por ejemplo, hay un comedor (se puede ver en una de las fotos) enclavado en el interior de una iglesia con púlpito y todo. El restaurante muy bien, el servicio también y las habitaciones espaciosas. Recomendable.

Es muy bonito pero se me hace pequeño conociendo el parador de Plasencia que es inmenso.

Un sitio perfecto para relajarse. Instalaciones y personal profesional tal y como venden. Las indicaciones viales para llegar, simplemente no existen pero preguntando se llega a Roma. Y por supuesto a este genial Parador.

Una gran estancia. Los empleados un 10 desde las camareras de habitacion, las del desayuno y los recepcionitas. Las habitaciones no les falta detalle el unico incoveniente para mi el colchon un pelin duro, pero eso va por gustos.

El primer punto es donde está. Su dirección oficial es la calle Santa Beatriz de Silva, su entrada peatonal se encuentra en la calle paredones de Santa Clara, y para llegar al aparcamiento y garaje, que se encuentran en la calle Santa Beatriz de Silva, hay que subir por la calle de la Atalaya y girar a la derecha en la parte superior. ¡Mapa!
Está muy bien situado, siendo sólo un salto y un salto de la plaza mayor y el centro histórico de la ciudad.
Un antiguo convento que data del siglo XVI, es bastante sombrío y prohibiendo desde el exterior, pero precioso por dentro. Si vienes por primera vez a través de la entrada peatonal en la calle paredones de Santa Clara (donde hay una placa de pared roja dando detalles de su historia como un convento) se llega primero a un pequeño patio encantador con una fuente en el medio, a continuación, gire a la izquierda en el recepti y un pasillo impresionante.
En realidad lo que más me impresionó aquí, y en todo el Parador, fueron los largos bancos de madera generosamente provisto de cojines para su comodidad. Mira con más cuidado: ¡ los cojines están encadenados y encadenado al Banco! ¿Es una tradición conventual del siglo XVI o un dispositivo antirrobo del siglo XXI?
Las zonas comunes son todas espléndidas, bien amuebladas y con un hermoso claustro central con dos plantas de columnades, con en el medio un bar que sirve aperitivos, así como bebidas.

Ambiente único que sólo se puede encontrar en el Parador de España. Habitación grande.

Fuimos al Parador de Trujillo con motivo de una conferencia en metaheurística. La habitación limpia y cómoda. El baño muy amplio con las usuales muestras de champú, acondicionador y gel de baño de calidad. Las comidas las hacíamos fuera, a excepción del desayuno que lo hacíamos en el parador. Gran variedad de alimentos (zumos, fruta, bollería). Tienen una piscina enmarcada en piedra que, desgraciadamente no disfruté. Personal atento y servicial.

Sólo paramos a cenar, pero daban ganas de quedarse a pasar la noche. Lugar precioso e histórico. Eso sí, de acceso complicado. La cena al nivel esperado de Paradores.

Parador precioso respetando al máximo el antiguo convento, la habitación genial. El servicio de desayuno quizás dejo algo que desear pero el servicio de comida estupendo. Está a 5 minutos andando de la plaza mayor.

Muy bonito y cuidado. La comida buena, aunque el desayuno algo flojo en comparación a otros paradores. La piscina es un punto a favor en verano.

Una buena idea para hacer un alto en el camino si vas de viaje. Es tranquilo y sobre todo muy bonito. A los niños les encantó la piscina.

Magnífico Parador situado en el antiguo convento de Santa Clara.
Una agradable parada en el corazón de Extremadura.

Muy buen Parador y muy bueno el servicio de todos sus trabajadores. La habitación (superior) excelente, muy amplia con un salón enorme, tan grande como la propia habitación. Cuarto de baño muy espacios o con ducha y bañera de yacusi. El resto de servicios: piscina garaje, restaurante, etc. Muy bien.

Trato exquisito y habitaciones fantásticas. Todo lo que cabe esperar de un parador. La comida es excelente aunque la carta es algo escasa fuera del horario de cocina, limitándose a queso y jamón. Piscina muy agradable.

Uno de los paradores que mas me ha gustado, he estado hospedado 3 veces y jamas me ha decepcionado.

Hay ninguna señal de camino hacia parador y cuando finalmente lo encuentra, camino está bloqueado debido a las obras civiles. Más vueltas y vueltas hasta encontrar una nueva forma. Interior es muy pobre en comparación con otros paradores. Cuenca Alcañiz Cardona Zafra.

El parador fue un lugar que lo pase muy bien, con mi familia todo un grandia, lo recomiendo.

Precioso y muy tranquilo, pero el servicio de restaurante deja muchísimo q desear, para empezar personal eficiente. Pero el resto es digno de ver.

Una de las ciudades poco más pequeño pero más increíbles he tenido el placer de visitar.

Ha sido una maravilla la estancia en este Parador, inolvidable por su tranquilidad y la estancia por la noche en el patio. Un gran edificio convertido en un lujoso hotel.