Posada Don Jaime

Hotel

Casa antigua muy coqueta, bien decorada y las habitaciones están impecablemente limpias, no así el exterior. Muy bien situada, al fondo de la calle se ve el Monasterio del Escorial.

Acogedor, muy limpio y bien situado.

Excelente hotel pequeño, idealmente situado en la ciudad para visitar el monasterio. Si conduce reserva un lugar en el pequeño aparcamiento subterráneo del hotel, ya que el estacionamiento en la calle es muy limitado. Servicio personal y amigable. El bar/restaurante que recomendaron para una cena era también perfecto para nosotros.

Paraje espectacular, tranquilidad, buena atención precio muy equilibrado.

Ñugar muy bonito y acogedor y la atención muy amable, yo salia muy tempranoh no podia disfrutar del desayuno pero tenia la libertad de usar la cocina :)

Hotel con encanto en una excelente ubicación.

Encantador hotel con un trato familiar y amabilísimo, un estupendo desayuno casero y una magnífica localización. Maravillosa estancia. Para volver seguro.

El Hotel está muy bien situado y el personal es muy amable.

Muy buen sitio y el trato maravilloso.

Muy recomendable en todos los aspectos.

Experiencia muy agradable. El sito es encantador, muy céntrico y bastante tranquilo. Estuvimos en la suite buhardilla (las fotos), nos gustó mucho. El dueño muy amable. Sin duda para volver.

Lo mejor: el trato del personal y el ambiente familiar del lugar.

Ha sido una estancia de seis noches ideal. Las empleadas encantadoras. El dueño te orienta en excursiones. Todo muy limpio y cómodo. Los desayunos inmejorables. Muy recomendable.

Muy céntrico. Trato agradable. Valoración muy buena.

Acogedor, con habitaciones amplias y cuidadas. Decoración con gusto. Ignacio nos informó y recomendò con excelente criterio. Muy recomendable.

Una maravilla de lugar. Las instalaciones y e
l personal perfectos. 100% recomendado!

He pasado tres semanas en Posada Don Jaime y mi opnión se resume facilmente, Calificación: EXCELENTE. Puntuación: 10.
Se trata de un establecimiento con 8 habitaciones muy amplias y cómodas, decorado con verdadero encanto y dotado del equipamiento mas actual que proporciona al cliente el máximo de comodidad y satisfacción.
La situación del edificio es muy céntrica y con todos los servicios al alcance pero al mismo tiempo tranquila, por lo que el relax y el descanso están garantizados.
La atención del propietario y director es exquisitamente cordial, amigable y cortes lo que hace que cada cliente se sienta especial. Lo mismo se puede decir del personal que presta en todo momento la atención necesaria para la mayor comodidad del huésped. Gabriela es una muy buena Relaciones Públicas, son de apreciar sus sonrisas mañaneras y la presteza en el servicio.
Cabe destacar dos aspectos, el orden y la limpieza en todas las zonas del hotel y, para quienes aprecien estos detalles, los desayunos servidos en el jardín con mantelería bordada y loza decorada así como las deliciosas mermeladas caseras.
Las características de las habitaciones se adecuan a todos los gustos. Sin embargo, las del segundo piso con techo abuhardillado tienen encanto especial. Desde la cama he podido contemplar el reconocido cielo estrellado de San Lorenzo del Escorial y la lluvia de las Perseidas.

Un encanto de sitio y un trato humano fantástico. Enhorabuena por un trabajo bien hecho.

Tuvimos una experiencia maravillosa en un lugar de ensueño. La buhardilla tenía un ventanal sobre la cama que permitía una vista del firmamento inolvidable; literalmente se dormía bajo las estrellas. El olor que despedía la madera era acogedor y el espacio, aunque pequeño en apariencia, permitía descanso y comodidad. Igualmente elogiamos la hospitalidad del dueño de esa noble casa que extiende al visitante todas las cortesías. Si regresamos a El Escorial definitivamente nos hospedaremos en este lugar. Desde Puerto Rico enviamos un saludo a Don Jaime, Anne Marie Salichs y Rafael Enrique Irizarry.

Precioso Hotel, tranquilo y bien ubicado, no tuvimos que coger el coche ningún día, todo esta muy cerca. Trato excelente y familiar por parte de Diego, el recepcionista. Estamos deseando repetir.

Sin duda el mejor hotel donde hemos estado, fue difícil de encontrar pero nos encantó. Lo primero que llama la atención son los cuadros por todo el hotel, y la amabilidad de sus dueños que nos dijeron sitios que ver allí y cómo llegar. Nos dieron una habitación preciosa con terracita y un vestidor enorme por un precio estupendo. La verdad es que salimos encantados. Si vamos al Escorial, precioso lugar, volveremos allí.

Un hotel con encanto, muy cerca del Monasterio del Escorial, la atención de primera, Ignacio no descuida ningún detalle, está pendiente de todo.
Un ambiente muy acogedor.
El desayuno de primera, en una terraza preciosa.
Merece la pena volver.

Es un lugar encantador para alojarse, con un anfitrión cálido y amable y bella decoración.
La ubicación es perfecta: cerca del monasterio, tiendas y restaurantes, pero la manera del tráfico en esta calle.
Fui allí con mi hija y su familia y todos nosotros sentí muy agradable y bien cuidado.