Hotel Rural Valle San Emiliano

Albergue

Pequeño hotel, sencillo y limpio. Precio razonable. Lugar imprescindible para rutas de montaña en bicicleta o moto.

Fatal, las camareras lentísimas, el servicio pésimo. Tardamos más de 30 minutos en que nos sirvieran (omitiendo el tiempo que tardaron en traernos la carta 15 minutos aproximadamente). Para poner la mesa lo hicieron con desgana por no decir que dejaron los platos en la mesa y se fueron. Ni siquiera pudimos tomar un café por lo que tardaban. Nos costó pagar porque las camareras habían desaparecido y no había nadie en recepción, en conclusión. Pese a tener buena comida el servicio es deprimente.

Buena comida y muy amables los camareros. La pega, la atención prestada. Atendieron primero a gente que llegó más tarde que nosotros y eso que teníamos reserva…

Fuimos a Peña Ubiña y después por casualidad paramos a comer en San Emiliano. Pedimos hamburguesa de buey, sugerencia del restaurante, unos huevos con jamón y una tosta de solomillo. Lo mejor la hamburguesa, para mi gusto muy gruesa la carne y una hamburguesa enorme, se hizo complicado comerla. El servicio muy bien ya que, fuimos a comer casi a las 16:00 horas y nos atendieron sin problemas.

Hermoso lugar, buen tipico restaurante, el personal es amable. Los ciclistas de bienvenida.

Restaurante muy acogedor, tranquilo. Excelente cocina, atención muy profesional. Calidad/precio, razonable, muy bien para la calidad y servicio ofrecido.

Un lugar de una natura extraordinaria.

Comimos en las jornadas del potro hispano-bretón. Todo muy correcto para mi gusto. Ninguna queja.

Lugar muy agradable en un entorno grandioso, el valle de San Emiliano al pie de las Ubiñas. Mi habitación tenía vistas a la montaña, sobre un arroyo. Comimos y cenamos a muy buen precio; muy buena carne, muy ricas las croquetas, buenas truchas, y un embutido de la zona muy bueno. El cocido babiano contundente y sabroso. Los postres muy buenos, tarta babiana y natillas. Dos días con amigas para recargar pilas en plena montaña. La dueña un torbellino siempre con una sonrisa, procurando hacer nuestra estancia agradable. Francamente muy recomendable todo.

Buena opción para ir a comer o cenar si estás por la zona. Carta variada, buena relación calidad-precio. Unas croquetas de cecina impresionantes, la sopa de cocido igual de buena, las carnes tambien estaban muy ricas y de postre las natillas con suflé de manzana… La única pega que le pondria es que 3 de los 11 que éramos tuvieron que esperar un rato por el plato principal cuando los demas ya habíamos sido servidos.

Son un poco lentos al servir en el bar.

Hemos pasado unos días en Semana Santa y hemos salido bastante satisfechos. Lo más importante para nosotros: ACEPTAN PERROS. Es un hotel con encanto, con sus cosas de pueblo. Merece la pena pernoctar allí, calefacción y agua caliente en condiciones. Eso sí, que nadie espere encontrarse el Ritz obviamente, y eso es lo que le hace especial. Hay un salón con chimenea y juegos reunidos, libros y tele para juntarte. Menú del día y de fin de semana además de a la carta. En la cafetería buen servicio y como buen sitio de León, tu tapa con la consumición. El personal bastante atento y agradable. La zona está muy bien y tienes cosas interesantes para visitar, rutas de senderismo, raquetas y BTT. Calidad y precio adecuados. Merece la pena probar la tabla de quesos y las croquetas de cecina. Así como el cocido babiano y la tarta babiana.

Estuvimos en la cafeteria. Bien pero antiguo y poco cuidado.

Mi buena. Comida. Y. Atencion.

Muy agradable. Wifi gratis sin que te "lo vendan". La comida es rica y barata. Rica para la calidad general de León, que es más bien baja.

En el restaurante la comida bien, el servicio malisimo, nos tubieron esperando media hora, no nos atendian eso que teniamos mesa reservada. La persona que nos atendio muy mal y muy lenta. Encima se pasaron con el precio muy disparado.

Estuvimos un solo día pero nos fuimos con muy buen sabor de boca. Todo muy limpio. El café muy bueno.

Acabamos de salir de comer… Hoy es domingo… nos pusieron la carta… le preguntamos si tenian menu. Respondieron que si… aceptamos el menu… paella (arroz mal hecho con carne) y cordero asado (no se de que dia) … lo peor fue cuando a la cuenta nos pidieron 18 euros por barba… en algo que con 10… lo hemos comido mejor!

Hace 60 años que lo conozco, cuando era una fonda. Lo mejor la familia que lo ha atendido y lo atiende. Para mi familia no se merece un 5 sino un 10.

Estupendo hotel para disfrutar de Babia y de la montaña. El restaurante es de visita obligada, todo exquisito, Isabel se encarga de que sea así. Y no olvidar alguna merienda con chocolate y frisuelos en la cafetería.

Es un hotel básico. La recepcionista fue muy amable y simpática. La habitación era pequeña y la cama para mi pareja y para mi nos pareció un poco pequeña y blanda. El desayuno tenia poca variedad de comida pero estaba rico.

Trato de la recepcionista excepcional. Por lo demás, muy normal todo. Habitación pequeña, justa para moverse dos personas incluso con una cama más pequeña de lo que debería haber sido. El acceso al pueblo debe ser por autopista, ya que sino os espera una hora de puerto de montaña. Hay un prado bastante grande para aparcar justo al lado.

Hemos pasado un puente de agosto muy tranquilos en este hostal que goza de todo lo necesario para pasar unos días lejos de la masificación de otros lugares. Nosotros contratamos media pensión con cenas y desayunos muy generosos. Muy recomendable para realizar rutas por este espacio tan singular. Ana.

Cada vez peor; la comida es cara pero no es mala, y las habitaciones son normales, pero la dejadez y el absoluto pasotismo de dueños y empleados roza lo insultante. Siempre vuelvo pensando que no puede ser tan malo, que ha cambiado, pero cada vez me dan una sorpresa nueva; esta última vez, con tres personas detrás de la barra y cinco mesas ocupadas, no fueron capaces ni de atendernos, ni mesa, ni cuándo nos levantamos a pedir a la barra. Es muy triste.

La comida muy rica pero la camarera bastante mal educada poniendo las cosas en la mesa como tirándolas. Nos puso la carta pero no nos dijo nada del menú del día. Al final comimos el menú del día pero hemos tardado casi dos horas porque ha tardado mucho en traernos los platos. Al pedir la cuenta no nos ha dado ningún ticket o nota y solo tenemos un resguardo del datáfono en el que no se específica lo que hemos consumido. Por lo que hemos comido y siendo un miércoles nos ha parecido caro 15 euros el menú. No lo recomendamos.

Buena limpieza, mucha tranquilidad, cocina excelente y hay Wi-Fi. Trato correcto aunque la atención en cafetería y restaurante es bastante lenta. Correcta pero lenta.

Son un poco lentos al servir en el bar.

Estuvimos alojados 3 dias en el puente de mayo en media pensión. Las habitaciones límpias y correctas. Tienen una sala de estar muy agradable. Muy buen trato en el comedor. Las cenas estupendas, muy abundantes y muy ricas. Ideales para recuperar fuerzas después de una larga caminata. Mucha carne. Pero está en León! y toda exquisita. Muy buena relación calidad/precio.

Conozco la cafetería y el restaurante ya que siempre paramos por quedar muy a mano. La cafetería es agradable y tiene de todo incluyendo siempre dulces y productos típicos de la zona. El restaurante es muy acogedor con aire rústico y platos de mucha calidad realmente buenos. Muy recomendable. Un saludo.

Nada demasiado bueno, bastante común en esta área. Yo sugeriría otros lugares.

Lo que un buen lugar para practicar el senderismo.

Lugar precioso por las vistas.

Antes de nada debo explicar que viajo por trabajo, no por placer. Llego al hostal, después de una jornada infinita de trabajo, y no hay nadie en recepción. Tarda unos cinco minutos en aparecer, estaba fuera, tomando el sol. La habitación que me dan tiene dos camas, una grande y otra pequeña, que ocupan el mínimo espacio de la misma. Al final resultará que escogeré la pequeña para dormir, ya que la otra tiene un colchón con el que se notan los muelles. El baño no da espacio ni para cerrar la puerta si no se hacen malabares. Cuando me ducho ocurren las tres cosas que mas detesto: el sumidero no traga y el agua sube rápidamente, la cortina (sí, aún existen) se me pega al cuerpo por lo mínimo del espacio y, por último, debido a que el teléfono de la ducha apunta hacia afuera (un lumbreras el que lo colocó), cuando salgo está todo el suelo encharcado. Añadiré que, como "ajuar" de baño, sólo hay dos pequeñas pastillas de jabón de 4 por 2 centímetros (ni sobres de gel ni nada) La comida y cena, muy normalitas. Esperaba comer bien, encontrándome en el Bierzo, pero lo más contundente que me ofrecieron fueron guisantes estofados y sopa de cocido. El resto, lo que en un bar de menús. Por la noche, un calor asfixiante. Y no hay aire acondicionado. Ya me lo avisó la recepcionista, y me dijo que bajase las persianas de habitación y baño para que no se calentasen. No me parece que esté bien resuelto.

Muy tranquilo y acogedor.

Buen hostal aunque algo caro.

Impresionante! El lugar es de postal, fui una vez de vacaciones desde Barcelona y se ha convertido en mi punto de partida desde hace 15 años, el trato de los dueños es espectacular, las habitaciones tienen unas vistas increibles y la comida… Uffff, la comida no tengo palabras para describirla, hay que probarla, calidad excepcional! 5 merecidas estrellas.

Un poco lento el servicio pero muy bien.

La segunda vez que comemos aquí. El menú doce euros. Calidad muy baja. Camareros poco agradables. Nada recomendable. Había fideos en el plato del flan… me pregunto por la higiene en la cocina…

Un lugar agradable. Las cenas del menú variadas y abundantes, aunque deberían servirlas un poco más calientes.

El mejor cocido que he probado en mi vida.