Hotel Rural La Enoteca del Marques

Hotel

Todo muy limpio y muy tranquilo… Muy recomendable.

La casa rural tiene encanto. EL pueblo muy bonito. El dueño del hotel y su hijo hacen todo lo posible para que estes comodo. Cocina muy bien. Tienen huerta, todo ecologico. Desde Femoselle puedes ver los Arribes hacia el norte (Zamora) o hacia el sur (Salamanca). Muy recomendable.

Un lugar genial para descansar después de lo increible de la naturaleza de la zona.

Mi experiencia es nula, ya que desde el 21/03/2018 que teníamos la reserva confirmada desde el 09/06/2018 hasta el 11/06/2018, nos llaman esta noche para decirnos que la noche de 10/06/2018 no puede ser, porque lo tiene completo. Me parece un abuso y una desfachatez por parte del propietario, ya que indica que tenía un grupo; claro le conviene mas el grupo que una reserva para dos personas. Aunque sea un pack de Smartbox por el que se hizo la reserva, encima dice que el no confirma la reserva, que la confirma Smartbox, cuando Smartbox envia la confirmación de la reserva cuando se lo confirma el hotel. Me parece de muy malas formas y maneras, que este señor encima intentara venderme la moto. Vamos que aquí no vuelvo a reservar nunca, después del trato.

Es una casa rural, muy bien decorada, con un estilo antiguo y artesanal. Destacar q muchas de las decoraciones las ha hecho el dueño. El dueño, una persona muy amable y trabajadora. Los desayunos muy completos (caseros totalmente, hasta la mermelada que la hace el dueño) recomiendo la de sandia y calabaza. Las habitaciones tienen tele y Wi-Fi. Muy recomendable.

Fuimos al hotel yo y mi pareja, con un regalo que teníamos de Wonderwox. Al llegar llamamos al timbre y tardaron en venir, el dueño con cara de arisco se limito a decirnos hola y tomarme los datos. Nos indico la hora del desayuno y al decirle que también nos incluía la cena puso todavía peor cara de la que tenía. La habitación normal, con dos camas separadas. Al bajar a cenar salude y ni contesto, nos atendió su mujer que era totalmente diferente a él. Al día siguiente bajamos a desayunar a las 10 y 20 de la mañana porque el día anterior le entendimos que el desayuno era a las 10, nos dijo que hace 5 minutos había recogido todo y no se digno a darnos ni un café, todo esto con su cara de malhumorado claramente. Al irnos le dejamos las llaves en la recepción para no tener que esperarle otra vez y ver su mala cara. Aunque en la descripción ponga que tiene aparcamiento, es totalmente falso. Fue horrible, no volvería a ese sitio, parece que te tienen asco.

Fatal lo peor que he visto. Sin calefaccion. Sucio el comedor. Pero no lo he visto.

Realmente, alucino con algunas opiniones que he leído sobre este lugar. No sé dónde se piensan algunos que van, cuando van a una casa rural. Una casa rural no es resort, amigos, por lo general es un hotel familiar donde vas a saborear los placeres de lo rural. Placeres como el silencio, la comida casera, el aire libre o los paisajes. Esta casa rural tiene todo eso, por lo tanto, a qué tanta queja. Los que llevan la casa son vecinos del pueblo, son amables y discretos, no animadores de hotel. La comida es casera y se come lo que hay, claro, no es un bufet. De verdad que hay personas que no deberían salir de casa.

Un lugar muy tranquilo, no sólo por el hotel en sí, si no por el pueblo, que es precioso, asi como sus alrededores. Los desayunos son abundantes, y muy sabrosos. La habitación resultó ser muy grande y espaciosa, aunque con sólo dos enchufes… quizás un poco escaso para los aparatos que hay hoy en día… El cuarto de baño simple pero funcional y muy limpio, sin moho ; El dueño es muy agradable, y me atendió muy bien, me dio grandes consejos para visitar la zona.

Un lugar fantástico para pasar un tiempo de relax.

Las patatas revolcones y el huevo buenísimos. El churrasco lleva una salsa desagradable.

En el primer contacto por teléfono si que es verdad que parecía un poco serio, pero al llegar la cosa cambió, muy atento, la habitación limpia y agradable, y la cena estupenda. Y por si fuera poco nos enseñó muy amablemente su bodega particular. Recomiendo este establecimiento.

Toda la familia muy atenta. Se desvivieron con nosotros sobre todo con nuestra hija que estaba enferma. El menu de la cena muy bien elaborado y a muy buen precio. Las habitaciones muy limpias y los dueños te informan a la perfeccion de lo que se puede ver por la zona.

El sitio enamora y el trato magnífico.

De lo peor en lo que estado, cervezas caducadas, pelos en la comida habitaciones pequeñas etc.

Relación calidad precio aceptable.

Mala atencion. Pesimo servicio. Caro. Al llegar lo primero que te encuentras es una un hombre en la recepcion que en lugar de darte los buenos dias te va diciendo lo que no puedes hacer. La comida es deprimente y por el precio es de esperar algo mas.