Balneario de Corconte

Hotel

Sitio tranquilo e ideal para desconectar. El edificio tiene solera y está un poco descuidado aunque si no eres muy exigente está correcto. Ahora eso sí, la limpieza brilla por su ausencia… Las sábanas con manchas, las toallas del baño con restos, los manteles de las mesas del bar con restos de a saber cuándo, la cortina del cuarto con un manchón… Da muy mala imagen. El restaurante correcto, sin más, la comida no es nada del otro mundo pero está buena, eso sí, no pidas que te abran una botella de lambrusco, porque te hacen abrirla a ti. El balneario bien, piscina pequeña y un poco saturada, aunque siendo sábado es normal. El mantenimiento en general es escaso y haría falta un poco de atención a los detalles, no solo en la zona de aguas, manillas de ventanas rotas, vigas de madera que faltan en las ventanas…, en todo el edificio. El personal bien. Repetiremos pero ciertamente un poco de mantenimiento y limpieza serían necesarios.

Balneario con el que retrocedes en el tiempo. Magnifica ubicación, alrededores merecedores de visita (Orbaneja, Ojo Guareña, Puentedey, Bosque a las Pisas y vuelta al ruedo al embalse del Ebro). Personal en el balneario atentísimo. Ahhhh y si residen en ciudad calurosa, aquí el paraíso.

Es desproporcionada la relación calidad precio, especialmente en el menú. La zona termal también necesita una puesta a punto, y se podría pasar más tiempo como en otros balnearios de aguas aún más cálidas. Les salva la belleza del edificio y del entorno.

Balneario muy antiguo de aguas con propiedades muy buenas para el riñón. Se respira un ambiente viscontiano que te hace retroceder muchos años en el tiempo. Lugar antiguo que necesitaría una actualización al siglo XXI. En cualquier caso se está bien, está limpio y la comida razonable, personal profesional. Si la propiedad no acometiese las reformas que el lugar necesita, lo debería hacer la Comunidad Autónoma. Estos lugares no se deben perder.

Un sitio desconcertante para comer. Camareras sobrepasadas, atención aleatoria. Cuadrillas mixtas del imserso, pensionistas en mesa larga (comidas soperas, agua-de-corconte-y-fruta). Para el resto, tiempos de servicio desiguales, oferta inexplicable y descompensada. Menú y Carta indistinguibles. Precios al alza. A destacar el propio lugar: las salas (el comedor, el bar, sala de juegos), la galería. Y el salón principal, aunque despojado de su suelo de madera y reembaldosado en gres, mantiene un escudo franquista y un piano. (A quien le interese el tema: hay también capilla ¿misa diaria, tridentina? ). Sin duda a verlo para verificarlo. (€€)

Buen lugar para relajarte y un buen libro ideal, no hay nada de contaminación, perfecto para aislarte y perderte por unos dias!

Esta reseña va para el restaurante únicamente porque no nos hospedamos en el hotel: si pudiese colocar 0 estrellas sería lo que mejor define la experiencia terrible que tuvimos al elegir ese restaurante, malísima la comida, pesimos todos los platos que pedimos y hasta los postres eran de espanto, no lo recomendaría jamás.

Sitio tranquilo. Si. Buscas descansar el lugar perfecto. Aunq es antiguo esta muy bien. Conservado, muy limpio. Y acogedor La comida excelente. Habitaciones, yo. Estuve en. Una suite, cama de dos metros, muy. Gramde la habitacion. Con. Unas vistas fantásticas Recomendable.

Le falta detalles con los clientes, les falta un buen servicio de cafetería, el personal muy bien pero los gestores muy poca vista.

Amabilidad, limpieza, atencion, instalaciones, tratamientos muy bien. Comida mal cocinada.

Buen servicio. Después de la remodelación de las instalaciones llevadas a cabo este año, es un lugar ideal para relajarse, sobre todo con tu pareja. Tranquilidad y sosiego.

Lugar pintoresco y muy frío en esta época del año El servicio genial. La comida notable un buen lugar para recordar.

Muy tranquilo. Un hotel parado en el tiempo. Personal muy agradable.

Un sitio acojedorun entorno privilegiado, una atención por parte del oersonal exquisita.

Llevo 40 años fuera de Burgos. Quería pasar una semana descansando en un balneario de mi provincia, pero he leído algunos comentarios horribles sobre kla necesidad de: restauración, depuración de piscina, óxidos ancestrales, grifería obsoleta, comedor viejo, comida deficiente, desayuno escaso y sobre todo falta de limpieza con animalitos indeseables en la habitación. ¡Lástima!. El edificio es precioso, el entorno incomparable y merecedor de mejor destino.

Buen trato y desayuno rico para tres estrellas un pelín viejito.

Atención del personal muy buena, disposición muy buena y buena recepción.

Un sitio desconcertante para comer. Camareras sobrepasadas, atención aleatoria. Cuadrillas mixtas del imserso, pensionistas en mesa larga (comidas soperas, agua-de-corconte-y-fruta). Para el resto, tiempos de servicio desiguales, oferta inexplicable y descompensada. Menú y Carta indistinguibles. Precios al alza. A destacar el propio lugar: las salas (el comedor, el bar, sala de juegos), la galería. Y el salón principal, aunque despojado de su suelo de madera y reembaldosado en gres, mantiene un escudo franquista y un piano. (A quien le interese el tema: hay también capilla ¿misa diaria, tridentina? ). Sin duda a verlo para verificarlo.

Fantástico.!. Habitaciones amplias, con buena temperatura; la cama espectacular. El desayuno correcto, y la cena con una presentación y calidad que merece la pena disfrutar. La sesión de Balneario. Impresionante. Y un sobresaliente a la atención de todo el personal.

Agua minero medicinal interesante, Instalaciones hoteleras necesitan actualización, cocina aceptable, personal atento con alguna excepción en comedor.

Antes que nada, hacer una observación. Hace tiempo descubrí que cuando miras valoraciones hosteleras y de restauración en la web, aprendes que cuando un sitio está bien, no hay valoraciones negativas de clientes, pero cuando coexisten las negativas con otras que valoran con la máxima puntuación es porque la dirección del local hace trampa, las realizan o encargan a traves de otras personas para desorientar al que las consulta. Ni mi pareja ni yo somos especialmente "raritos", pero nos gustan las cosas en su justa medida, en su punto, como a todos imagino, por eso tengo que hacer esta crítica, ya que en una semana que hicimos por Las Merindades burgalesas, hemos comido generalmete bien a muy bien y por poquito dinero, en diversos restaurantes y mesones, pero en el Hotel Balneario de Corconte la comida, fue pura bazofia. Un rodaballo calcinado y otros platos incomibles, ejemplo de falta de respeto al cliente. Una pena que ensombrece los baños termales y el trato en recepción. No volveremos.

Un lugar tranquilo y precioso para descansar.

Trato cordial, comida buena Aviaciónes espaciosas El hotel es antiguo pero en buen estado, puedes tener una idea de la vida en un balneario a principios del XX De la clase alta, por supuesto.

Sitio muy bonito. Entorno muy agradable.

Instalaciones un poco obsoletas pero en perfecto funcionamiento. Cálida acogida. Muy buena cocina. Y, sobre todo, mucha tranquilidad y silencio.

Le doy una estrella por las habitaciones con los armarios amplios, por las vistas de las ventanas y por la amabilidad de algunos empleados. En verdad no se merece estrellas por la limpieza, por el pobre desayuno que ofrecen y muchas otras cosas mas. El primer día no han pasado por el habitación, a lo mejor se olvidaron que eso es una habitación, parecía otra cosa, telarañas por todas partes polvo igual, parecía rata debajo de la cama. Las toallas te daban pena tocarlas por si acaso se rompían igual que las savanas que tenían agujeros y muchas manchas (de pintauñas y otras cosas). Pasabas el suelo y parecía en las películas de terror. (mi pobre niña se llevo de riñas por un año, es muy juguetona y por no molestar a los vecinos). El lavabo si te apollabas en el se te callia encima. Hablando del desayuno daba risa y pena (magdalenas, galletas, 2 tipos de chorizos y queso, yogur, sandía, melón y manzana, vaso de leche y café). Aaa pero el café si lo pedías de máquina tenías que pagarlo. Bueno en pocas palabras se debe trabajar mucho, mucho… en ganar las 3 estrellas de tiene. Una pena ir a un sitio así por ese precio. Lo siento mucho por los abuelitos que van allí porque yo ya lo tengo claro que no voi a volver.

Un lugar muy tranquilo y acogedor. Un hotel antiguo pero conservando. Nos tocó una cama espectacular. Super grande y comodisima. La gente que lo lleva. Lo mejor. Precios del balneario un poco caros para lo que son.

Sitio super tranquilo. Hace doce años q venimos. La comida para mi gusto demasiado copiosa j. El agua d corconte q nace dentro del balneario nos sienta d maravilla. Vuelvo a casa con dos o tres k d menos. El trato d la gente te hace sentir como en casa. Y el paisaje expectacular. Enclave perfecto para los amantes del deporte. Running. Pesca. Natacion. En el embalse hay zonas do de se puede bañar. Los pueblos q rodean el embalse. Son todos pintorescos. Volvere todos los años q pueda. Es el unica lugar donde realmente puedo desconectarme.

Lo positivo: 4 estrella por el edificio tan antiguo y bien conservado y ubicado junto al embalse del Ebro. Otra 4 estrellas por el personal que son pocos, tienen mucho trabajo y aún así están atentos y sonríen. Lo negativo: Todo lo demás…

Hotel balneario muy bonito pero con seria necesidad de mantenimiento y rehabilitación.

El balneario está ubicado entre Cantabria y Burgos, junto al pantano del Ebro. Un entorno magnífico de montañas, prados, bosques de robles… con pueblos preciosos en la ribera como Arija y también en el interior como el impresionante Orbaneja del Castillo. En cuanto al balneario, la histórica y constratada calidad del agua no admite dudas, pero lo mejor de todo el personal del balneario, desde recepción, pasando por el personal de habitaciones, de comedor, de limpieza, técnicos del tratamiento… a todos un 10 por su profesionalidad y amabilidad. Gracias,.

Correcto pero habría que renovarlo un poco.

Decepcionantes instalaciones y descuidadas. El personal tiene un trato amable. La comida deja mucho que desear.

Un hotel anticuado lleno de desperfectos desatendidos, el trato de los trabajadores es bueno pero no vale lo que cuesta ni en broma las habitaciones anticuadas los baños de hace tres decadas, Y para terminar el de desayuno muy pobre, cafe y zumo horribles y cuatro lonchas de embutido para todo el comedor, en general es un engaño pagas 93 euros por una doble en hotel que no lo vale. Por fuera eso so muy bonito pero eso es todo.

El edificio del hotel es muy bonito, ha sido muy bien conservado con su mobiliario antiguo, todo muy de estilo de principios de siglo XX. La habitación muy agradable, vista al pantano del Ebro, cama enorme, por lo menos 2mx2m, allí caben cuatro personas, por la noche ni extendiendo el brazo alcanzaba a mi pareja. La decepción ha sido el restaurante, comida de conservas, el yogur de postre servido en su plástico del Unide. Avisé de que soy celíaco dos días antes de llegar, nobstante la primera cena me sirvieron sopa de fideos, el desayuno del día siguiente no tenían pan sin gluten, y para los demás muy poca elección en el buffet: pan, fiambre y naranjas en muy mal estado. Ni una tostada con tomate… El balneario en la misma línea: pintura de las ventanas cayéndose, lámparas descolgadas del techo, metal oxidado, papeleras asquerosas. El circuito de agua se queda corto, la piscina esta bien, pero las duchas cutres, el agua sale sin presión. El entorno sí vale la pena, una vuelta en bici alrededor del pantano nos encantó.