El Mirador de Merindades Hotel

Es una zona muy tranquila para andar por el mote, con un paisaje muy bonito y buena gastronomía!

Muy cercano a lanciudad de frias, ambiente cálido y entorno envidiable.

La casa es preciosa y acojedora! los dueños un encato… sobre todo Juantxu! nos dio toda la informacion que necesitabamos para movernos por los alrededores y nos deleito con su buena compañia! Gracias por todo y que disfruteis… un beso desde Tolosa!

Desde el dia 3 hasta el dia 8 hemos estado alojados en El Mirador de Merindades, hemos estado muy a gusto. Nos ha encantado el trato de Mary Paz y Juantxu. Y como nos a ilustrado Juan con muchas de las historias de aquella zona. Con ganas de repetir. Muy recomendable!

Lugar estupendo, los dueños encantadores. La estancia maravillosa con todos los detalles y las explicaciones. Las vistas y la zona muy bonita para visitar y disfrutar de la naturaleza y cultura.

La casa está muy bien y los propietarios sin muy amables. El entorno envidiable.

Un hotel rural en el que alquilan habitaciones de manera individual. Acogedor, con sus suelos y techos de madera, así como toda la carpintería. Muy cálido.

Nos hemos hospedado dos noches. Es una casa preciosa tanto exterior como interiormente, con muy bonita decoración. Todas las habitaciones están decoradas de forma diferente. La nuestra era las nubes en la buhardilla, con dos camas individuales muy confortables y baño con ducha de columna de masaje. El desayuno cuesta 5€ y es bastante completo, vale la pena. Son una pareja que cuida hasta el mínimo detalle y están pendientes de todo, aconsejandote que visitar. Llevamos un jueves y aparcamos fácilmente junto a la entrada, pero el viernes el pueblo estaba bastante lleno y tuvimos algún problemilla para encontrar donde aparcar.

Sin duda un lugar tranquilo, si lo que buscas es paz y silencio. Un hotelito delicioso, coqueto y muy acogedor, donde el trato dispensado por los propietarios Mari Paz y Juantxo es realmente exquisito. Hemos estado este fin de semana y ahora mismo volvería. Se lo recomiendo a todo el mundo.

El mirador de las merindades es una casa muy bonita y acogedora. Sus dueños son encantadores y muy profesionales. Nos dieron toda la información que necesitábamos y se adpataron a nuestros intereses. Hemos pasado un fin de semana estupendo. Muchas gracias.

Gente muy familiar, atenta, cariñosa, amigable, educada y servicial, gente que te gustaría encontrar en todos los lugares que vas, sólo hicimos una noche, desayunamos, nos explicaron por donde podíamos ir para ver un montón de pueblos, y gracias a ellos hemos visto, conocido y realizado uno de los mejores viajes, algo espectacular, muchas gracias por todo. Un abrazo.

Casa bonita, con muy buena relación calidad-precio, buen mirador en la habitación, cena rica. Aconsejable!

Fantástico! me encantó la decoración, cada rincón de la casa tiene un pedazito de esta pareja tan encantadora "unos artistas", gracias Paz y Juancho por hacer que nos sintiéramos cómo en casa. La próxima vez esperamos que no sea una estancia por trabajo si no por placer, para poder disfrutar un poco más. P. D. Paz, me hizo mucha ilusión que colocaras la piedrecita que te regalé en tu vitrina.

Desde el dia 3 hasta el dia 8 hemos estado alojados en El Mirador de Merindades, hemos estado muy a gusto. Nos ha encantado el trato de Mary Paz y Juantxu. Y como nos a ilustrado Juan con muchas de las historias de aquella zona.
Con ganas de repetir.
Muy recomendable!

Acabamos de pasar un fin de semana de lujo en la habitación de los Lirios.
Un encanto de sitio En un lugar sorprendente y con unos anfitriones difícil de olvidar.
Muchísimas gracias por habernos hecho sentir como su estuviéramos en nuestra propia casa.
En especial nuestro más grato agradecimiento a Juantxo por ser nuestro inolvidable gia virtual.
Hasta pronto.

Super bonito. Tranquilo y un trato 10.

Desde el dia 3 hasta el dia 8 hemos estado alojados en El Mirador de Merindades, hemos estado muy a gusto. Nos ha encantado el trato de Mary Paz y Juantxu. Y como nos a ilustrado Juan con muchas de las historias de aquella zona. Con ganas de repetir. Muy recomendable!

Acabo de estar por segunda vez. Paz y su marido, además de ser encantadores transmiten equilibrio, una gran serenidad, allí el tiempo se detiene. La casa cuidada en sus mínimos detalles, refleja su manera de ver el mundo, en el que los sueños se cumplen. Gracias, sois estupendos.

Donde sorpresa. Hotel genial y trato exquisito.

Estuvimos dos matrimonios del 14 al 18 de agosto pasado. Durante nuestra estancia nos sentimos muy cómodos, tanto por el trato cordial y exquisito de Mari Paz y Juantxu siempre atentos y dispuestos a resolver cualquier petición, como por el estado y cuidado de las instalaciones (habitaciones, comedor, jardín…). Destacaríamos los deliciosos desayunos en el comedor: una galería con unas vistas preciosas; una mesa delicadamente preparada y servida; y una música ambiental que generaba un ambiente muy acogedor familiar y distendido.

Hemos estado cuatro amigos en la casa ynos parece espectacular. Un 10 a los dueños.

La casa es muy bonita y acogedora, y en todos los ricones se aprecia el cariño con el que se ha ido construyendo;el encanto de las habitaciones, la chimenea, la biblioteca, y el comedor con esas vistas al jardín que acompañan los desayunos y las cenas. Cenar aquí es una experiencia deliciosa que recomendamos no perderse. El pueblo es muy tranquilo, y resulta muy agradable tanto por el conjunto de casas alrededor de la iglesia, como por el entorno natural que le rodea, cuenta además con un museo etnográfico realmente interesante. Situado muy cerca de Frías resulta un punto de partida ideal para las vistas a la zona. Mª Paz y Juantxo hicieron de nuestra estancia una experiencia inolvidable, desde el primer momento nos sentimos como en casa, con su amabilidad cariñosa ocupados en que todo estuviera perfecto, y además conocen muy bien la zona y nos dieron consejos para organizar las vistas y sacar el mejor partido de ellas. Estuvimos los cinco días del Puente de Mayo, fundamentalmente haciendo senderismo, y la experiencia ha sido fantástica, es fabuloso encontrar personas que ponen el alma en lo que hace. Volveremos.

Estuve con mi pareja la semana anterior a semana santa de este mismo año y la verdad es que todo perfecto. Nos atendieron mejor que bien, estuvimos muy agusto con todo (el fuego, el servicio, la predisposición de Mª Paz y Juantxu para cualquier cosa, las cenas. ). Vamos, un sitio totalmente recomendable, también para ir con crios puesto que en alguna habitación tienen cuna. Todo está decorado por ellos. Excelente trabajo.

Llevado por Mª Paz y Juancho nos han hecho pasar unos días entrañables, sentirnos como en casa. Hay que dejarse aconsejar por ellos, conocedores y cuidadores de las muchas cosas buenas y sorprendentes de esa tierra tan rica en sensaciones. Espero volver.

Maravilloso y acogedor hotel rural, en donde cada rincón ha sido diseñado con el máximo esmero. Habitaciones luminosas, muy bien decoradas y llenas de detalles, que invitan al descanso; salón desde el que disfrutar de una agradable tertulia alrededor de la chimenea con sus propietarios; comedor con fantásticas vistas al jardín y al Valle, en el que degustar desayunos magníficos con productos naturales y caseros y comidas elaboradas con mimo. Nosotros ya hemos repetido 4 veces! Y seguiremos viniendo. Magnífico.

Un lugar para volver. Hemos pasado un puente genial, tanto la casa, los dueños, como el entorno invitan a volver. La casa está llena de cálidos detalles, la chimenea, el jardín, el comedor acristalado desde el que se ve el jardín y puedes desayunar con las primeras luces del día. Las habitaciones son muy acogedoras y la situación de la casa te permite moverte por los alrededores que tienen muchísimo que ver. Destacable el museo etnográfico en el mismo pueblo de Montejo de San Miguel, un museo muy bien montado y se nota que está hecho con muchísimo cariño. Para volver.

Hemos encontrado lo que buscábamos, tranquilidad, comodidad, atención excelente, naturaleza desbordante, ambiente otoñal, pueblo con un interesantísimo Museo y un entorno precioso (Tobalina y Frías). Cena estupenda con tertulia de sobremesa a la luz de la luna casi llena, un gin-tónic y a la cama. Amanecer espectacular. Volveremos en primavera.