Hospederia Casa de La Torre

Hotel

Merece la pena ir al Toboso para alojarse en esta Hospedería del SXVI. Un lugar con encanto propio en el que el espíritu de Don Quijote se vive desde que conoces a su dueña. Habitaciones ambientadas en la época, todo limpio y ordenado, con todo tipo de detalles; esa es su clave, servicio familiar y al detalle. Desayunos completos con productos típicos de la tierra. Un té en su patio interior, una partida de ajedrez sobre un sofá clásico o una conversación sobre el amor de Don Quijote en su salón principal. Una experiencia que te evoca a tiempos antiguos… Y que pienso repetir.

Estupendo sitio en Toboso, con unos dueños encantadores, nos dejan cambiarnos de ropa y nos ofrecen agua fresca para iniciar la ruta del Quijote en bici. También nos facilitan dejar el coche en una cochera de unos amigos. El domingo volvemos a dormir. Muy recomendable.

Un lugar encantador, la dueña Isabel no pueden ser más amable. Todo decorado con mucho gusto.

Hotel rural encantador. El trato es familiar y muy atento.

Un lugar especial donde empiezan mil historias. Muchos son los del territorio donde se encuentra, otros pertenecen a la vida de las personas que han creado esta hospedería en el corazón de la mancha. Recomiendo a todos que paren por unos días y exploren la tierra de D. Quijote desde un punto de vista absolutamente único.

Isabel, muy amable y simpática. Nos contó alguna que otra historia. Es una casa museo homenaje a Don Quijote. Las habitaciones son antiguas porque tiene muebles antiguos, de época. Cómodas y muy limpias. Seguro que hay casas más cómodas y equipadas, pero muy pocas con tanto encanto.

Estuvimos en Octubre. La casa es preciosa, una inmersión en el mundo literario de Cervantes. Un lugar acogedor, pintoresco, entrañable… no sería aventurado decir que se trata del mejor museo de El Toboso. Las habitaciones preciosas, muy bien ambientadas. Para hacerse fotos en ellas. El comedor fantástico. El desayuno muy bueno. La señora dueña simpatiquísima y amable. Merece todos los premios y reconocimientos que tiene. No deben perdérsela. No tengo ni una sola queja, salvo que nos hubiera gustado quedarnos más tiempo en ella.

Bonito lugar para descansar y disfrutar de sus acojedoras habitaciones.

Hemos estado unos días con nuestra familia en la Casa de la Torre y ha sido una experiencia estupenda. Isabel la señora de la casa, ha puesto todo su empeño en que sus huéspedes estemos cómodos y nos ha dado información de todo lo que hemos necesitado. Nos ha encantado tu casa, muchas gracias por tu amabilidad Isabel.

La casa de la Torre tiene un encanto especial. No sólo la decoración de cada uno de los rincones de la casa, que cuida con esmero la recreación de una casa manchega en el mas puro estilo cervantino, sino la atención de su ama, Isabel, que te hace sentir uno más de la morada y que con su conversación te enamora. El desayuno es estupendo. Si os animáis a pasar por allí, no dejéis pasar por alto el Quijote Manuscrito en 67 lenguas… una joya de coleccionistas y que ha visto la luz gracias al empeño y el saber hacer de Isabel, la dueña de la casa. Lugar imprescindible para los amantes de la producción cervantina. Muy recomendable. Nosotros fuimos por primera vez en el año 2002 y seguimos volviendo año tras año. La Casa de la Torre no deja de sorprendernos.

Mi experiencia fue buena. Bien la habitación, el desayuno también y la atención de los propietarios estupenda. Una lástima no haber podido disfrutar más de la casa porque estábamos de paso. Lo que no me pareció bien es que no pudiera pagar con tarjeta y que no me dieran justificante del pago en efectivo. Es cierto que tampoco lo pedí, pero deberían habermelo dado sin pedirlo. ¿?

Aquí se siente uno como un invitado, más que como un huésped; además de sumergirse en un lugar con una historia contada en libros de caballeros y damas capaces de encandilar a un Quijote. La casa que te da albergue y los objetos que te rodean son fieles a otro tiempo pero a la par te hacen cómoda la estancia. Detalles muy cuidados, mimo exquisito en el trato y una lección de historia de nuestro libro más universal a manos de la dama que regenta la casa. Todo en el mismo paquete sorpresa.

Don Quijote vive en Casa de la Torre y la señora Isabel es la encargada de alimentar su esencia… no existe mejor lugar donde descansar en la mejores sábanas de La Mancha y en el que la tertulia es un placer asegurado. Emi.

La dueña de la casa, es todo un primor, Las atenciones son especiales y todo en torno al Quijote y Cervantes Merece la pena una visita a la zona, pero pernoctando en este establecimiento. Muy recomendable.

Una atención estupenda, cuidada al detalle, las habitaciones espectaculares y todo limpisimo, y desde luego la amabilidad de los dueños de más de diez. Encantados de habernos alojado alli y un sitio muy recomendable al que ir.

¿Quién te recibe en la puerta de su casa, a pleno sol y 39°, dándonos un beso a cada uno y somos 47? … Pues la inigualable Isabel, dueña y señora de este lugar, acogedor dónde los haya, precioso mires donde mires. Nos tenía preparado un zurra, bebida refrescante, típica de esta tierra y que me recordó a mi suegro, que también las hacía muy ricas. Después nos preparó un festín, con productos de la tierra, explicándonos lo que íbamos a comer, con esa sonrisa y vitalidad que le caracteriza. Por la tarde, a las 18, nos levantamos de la mesa para ir de visita guiada por lo más representativo del Toboso. ¡Qué canícula, ni un alma por las calles!, sólo nosotros y por supuesto Isabel, que no nos dejó en ningún momento y así pudimos conocer, un poquito más, a esta grandísima mujer. Mil gracias por todo Isabel, ha sido un enorme placer conocerte.

Un sitio increíble, con una persona, Isabel, enamorada del Quijote. Buena comida y buena atención. La recomiendo.

Como si estuviese en casa. No se puede explicar mejor. Son parte de mi familia, excelentes amigos y excelentes personas.

Vinimos de paso y la lástima es no haber podido pasar más tiempo. Un trato fantástico y una hospedería preciosa. Muy limpio y muy bien cuidado. He quedado encantado. Volveré seguro.

Este verano hicimos una parada en este precioso hotel. Solo era cuestion de pasar la noche, visitar el pueblo y nada mas porque ibamos de camino. Nuestra sorpresa fue mayuscula. No hemos dormido en un lugar tan maravilloso como en La casa de la Torre. Es todo un verdadero museo cervantino dirigido por Teresa, una mujer excepcional. Una enamorada del Quijote. Nuestra experiencia fue un verdadero regalo. Gracias por todo y lo recomiendo. Le doy un 10 porque no se puede dar mas, sino se lo daria.

Es algo más que una hospederia, entre sus muros se percibe el alma de Dulcinea y D. Quijote, ellos vagan por sus pasillos. Las habitaciones son un lujo de maderas y tallas, cristal y delicadeza. Cada una es un mundo rematado por blancas sábanas de hilo y puntillas artesanas. La cocina da manjares, un baño de aromas y colores donde los sentidos se agudizan al paladearlos. Un trato exquisito por parte de su propietaria y el lugar emblemático donde está situada La Casa de la Torre. En si misma, esta hospederia es inolvidable, un museo en su interior sorprendera a los amantes viajeros. Más que recomendada.