Hotel Las Tablas

Hotel

Es un hotel pequeño y coqueto situado en el centro de Daimiel, a unos metros de la plaza mayor. Las habitaciones no son especialmente amplias pero están bien equipadas. Sencillas pero bonitas. Es un lugar correcto para pasar unos días y ver Damiel y alrededores. No tiene parquin y está en zona peatonal.

Me alojé en el hotel durante dos noches en un viaje de trabajo y siento no poder recomendar el sitio por nada (si tu objetivo es dormir tranquil@ y poder descansar cómodamente). La puerta de mi habitación a 2 metros de la recepción, dónde desde las 6:30 de la mañana se escuchaban gritos, los cuales procedían del personal del hotel. Higiene ausente (coleópteros) y la cama de todo menos cómoda. Al menos me cambiaron de habitación para el segundo día, aunque muy a regañadientes. Lo único reseñable es el BIZCOCHO DE AZÚCAR del desayuno.

Por una sarténilla de migas que sabían a ceniza y que te ponen de tapa en cualquier bar del pueblo, nos cobraron 8€, ante las quejas de como sabían y del precio, nos dijeron que ese era el precio. Nos levantamos y no volveremos.

El servicio fue muy bueno.

Muy bien situado. En la línea de su categoría aunque la decoración algo Antigua.

Fabuloso hotel en una posición privilegiada en Daimiel. Encantador bar acogedor con buenas opciones de comida y bebida. Personal muy servicial.

Solo respecto al restaurante: menu diario bueno y a buen precio, tranquilo y bien atendido. Recomendado.

Solo conozco el restaurante y cafetería, las cuales recomiendo sobre todo en verano con su terraza interior.

Muy comodo atención extraordinaria y bien situado.

Muy limpio y muy buena atención.

Un buen lugar para tomar el aperitivo o tomar café

No no he estado en el Hotel Las Tablas ya me gustaría si tengo alguna vez ocasión ya iría me han hablado bien pero bueno ya ya iré en alguna si tengo alguna ocasión.

Hotel, salon para eventos, cafeteria, restaurante y terraza.

Muy bién. Lugar muy cómodo y muy buena atenciòn.

No me parece lógico que en la suite, haya un televisor pequeño en la pared, en alto, desde la cama no se vé. Tiene bañera yaccuzi, pero como no hay presión de agua, no pude ni bañarme, ni ducharme. No hay champú, ni gel, solo hay un dispensador de jabón.

Muy limpio colchones muy comodos.

Me defraudó bastante, al entrar al hotel te da sensación de nuevo, bien la recepción, escaleras, pasillos, ascensor, pero… la habitación estaba congelada cuando llegamos, a pesar de poner la bomba de calor al máximo no se caldea ni a la de tres. El baño era patético, con un mini plato de ducha y una mampara que corría la puerta a duras penas (bastante vieja), la ducha estaba colgada a más de 2, 5 m de altura, los azulejos bastante rancios, el inodoro, el lavabo y el bidé, no tenía una distribución con lógica, está muy mal distribuido. El calentador que hay en el baño tenía una resistencia fundida y malamente calentaba, pero este tipo de calentadores creo que no están permitidos para este uso por el peligro que conlleva, en fin menos mal que solamente pasamos una noche…

Hotel muy acogedor y renovado con muy buen criterio.

Es bueno y sirven muy bien volvería otra vez.

Un buen sitio acogedor para los que tienen que pernoctar. Cafetería muy limpia, muy buen servicio y empleados muy amables, sobre todo MIMI.

Estuve hace unos años, y guardo un buen recuerdo. Ideal para ver zona.

Regresabamos de un agotador viaje después de estar tres semanas en Rumanía y habíamos previsto quedarnos una noche para descansar en este bonito hotel; la verdad es que no nos hubiera importado quedarnos más; es una preciosidad; amplísimo, con una decoración tradicional excelente y muy limpio. El desayuno muy abundante y variado. El personal, muy amable. La habitación, amplia, cómoda, con aire acondicionado, Wi-Fi, minibar, caja fuerte. La verdad es que la categoría del hotel es bastante superior a las tres estrellas que muestra. Solo un pero, aunque no voy a restarle puntuación por ello; el parking es de una dificultad extrema; cuesta 5 € por día pero tiene una estrechísima rampa en curva para entrar y salir que le costaría hasta a Fernando Alonso. Yo lo pagué pero al final después de la experiencia ya no quise meter más el coche y lo dejé toda la noche en la calle donde, por cierto, hay sitio de sobra.

Bien ubicado, limpio y personal agradable. Desayuno muy normal. A mejorar la estética de la cama y completar con otra almohada. Adecuada relación calidad — precio.

La hubicacion de este hotel resulta muy hutil para conocer la zona central de Daimiel ya que se ubica en la plaza, la habitación en la que me hospedé era muy acojedora y disciplinada, sobre el servicio me parecieron se gente muy educada y agradable, espero volver pronto a este hotel.

Encantador hotel pequeño. Se encuentra en el centro de España más o menos, en una pequeña ciudad. Parece que es un negocio familiar y todos son muy educados. El desayuno es pequeño pero bueno. Las habitaciones son buenas. Nada extraordinario, pero bueno.

Ubicación cerca de los sitios importantes, buen servicio de habitaciones y personal muy correcto. Hotel modesto pero muy bueno en relación calidad-precio.

Una presentación ordenada, la comida exquisita por lo que se exije es decente y no estaría mal ir por lo menos alguna vez.

Está en un lugar céntrico en daimiel, al lado de la plaza. El servicio fue bueno, eran muy amables y el café estaba bueno.

La ubicación es perfecta, ya que se encuentra a 30 segundos de la plaza.

No es para tirar cohetes.

Hotel correcto y limpio. Aunque podrían actualizar el televisor (muy pequeño y antiguo). La calefacción es por bomba de calor por lo que no llega al baño, el cual se encuentra muy frío. El desayuno buffet poco variado.

De pena… Pero de pena unos pimientos congelados con una guarnición de verdura (no se sabe cual) frita en aceite usado y reusado. Unos escalopines (dicen ellos) que era vaca vieja y muy nerviosa. Un filete cortado en tres trozos pequeños y finos con una guarnición de verduras congeladas y sosas y el postre Yaaa para rematar… media naranja en trozos si si media. Y un postre de queso y cuajada que sólo sabia a canela y no se… algo más en polvo Lo único bueno fue la cañita fresquita que salimos pagando 12 euros por cabeza por la caña porque lo demás telita.

Ruidoso, sucio Y terriblemente incómodo. Nuesta habitación estaba pegada a recepción. Vaya noche. Todo cutre. Desayuno patético.

El mejor hotel de daimiel.