Posada Playa de Langre

Hotel

Espectacular y mágico el lugar. Gente muy amable y todo muy limpio. Muy acogedor. No queríamos ni hacer turismo. Repetiremos y recomendamos 100%

Casa rural tranquila, la habitación cómoda y limpia. Encantadores los dueños, tuve un problema para ir los días que había reservado y me ofrecieron otras posibilidades enseguida, solucionado casi instantáneamente. El desayuno bueno y las raciones que sirven en la terraza muy bien. Además está muy cerca de la playa, 10 minutos caminando. Volveremos sin pensarlo en cuanto surja otra ocasión.

Hemos estado una semana de vacaciones, no hemos podido estar mejor atendidos, te hacen sentir como en casa y te ayudan con cualquier cosa que necesites. Las habitaciones amplias y la cama muy cómoda, la situación inmejorable y la playa de langre (epspectacular) a 5 minutos andando. Gracias chicos.

El lugar es curioso y agradable y relajante, a pesar del olor de excremento de vaca que hace. De vez en cuando ves pasar por delante a los surfistas cargando sus tablas y en el fondo las vacas de una granja que está situada en frente. Un buen lugar para tomar y picar algo después de disfrutar de la playa de Langre o de hacer una excursión por las costas de Ribamontán al mar y haber disfrutado de sus paisajes.

Es lo mas cercano a la playa de Langre, paramos a comer y el servicio es lento y solo puedes pedir entre 6 raciones, 4 bocadillos o entre 3 pizzas… No acceden ni siquiera a preparar una tortilla francesa para una niña de 2 años. Sin aire acondicionado dentro. Tortilla? … fría, ni siquiera la pasan por el microondas. Aunque al final te acostumbras, hay que tener en cuenta que está al lado de una granja de vacas y el olor es bastante fuerte.

Lugar idílico para tomar algo después de un gran paseo por sus acantilados.

Playa salvaje pero muy bien cuidada.

Cierto que si huele un poco a vaquería pero Castilla también y no por eso dejamos de visitarla xD. Es un lugar muy agradable y ciertamente una vez dentro del edificio ya no hueles nada. El trato fantástico y los dueños muy majos Repetiría sin dudarlo!

Gran Hotel. Pero hay un problema. A través de la carretera establo. El olor del estiércol sólo sopla.

Alojamiento rural, nada de lujos pero cumplen sobradamente su propuesta. Muy buena atención y amabilidad, siempre dispuestos a atender las peticiones. Y, sí, cerca hay dos establos con vacas y fuera del establecimiento a veces huele, pero dentro no se nota nada.

Es un lugar en medio del campo, ideal para tomar algo. Las habitaciones están muy bien decoradas y el trato perfecto.

Hotel súper tranquilo, parece que estas en casa, vistas campechanas, cercano a la playa y muchos pueblos cercanos para visitar. Lo mejor.

No muy amable, oscuro AMD lúgubre.
Nos sentamos fuera y el hedor de la granja al otro lado de la carretera era terrible.

Sitio muy bonito, tranquilo y con habitaciones limpias, tranquilas y bien equipadas. Sitio en medio de prados con vacas y la fabulosa playa de langre a poca distancia.

Silencio, se vive, ¿Quieres descansar? es tu sitio. Separado y cerca de todo. Excelente y sencillo.

Sitio extraordinario, personal siempre atento y playa impresionante. Muy buen desayuno por tan solo 4, 50.

Su buscas playa genial si no vete a otro sitio. Habitación cómoda pero desayuno y resto no existe. Mejor Galizano.

El anfitrión deja que para desear. Ya se ve el color…
Platos de la pizarra que está apenas en la entrada,
No hay Premio, pagos en efectivo solamente.
Prioridad local: nuestra "r" sirve a un vino de mesa 15 minutos después de nosotros!
El servidor ha entendido por qué salimos… hemos terminado nuestras bebidas y luego pidieron la adición.
Realmente a huir.

He estado con mi familia (tengo 2 niños) este mes de agosto. Ocupamos una habitación que tenía 2 camas y un sofá cama que prepararon. La cama del sofá-cama era pequeña (a mi marido y a mí se nos salan los pies y mido 1.70), el colchón, de lo más incomodo. La terraza que está disponible solo para huéspedes está llena de moscas. Y había un olor pestilente de una granja de vacas de al lado, que no podías abrir la ventana. Además la cisterna del baño estaba estropeada y cuando no lo utilizábamos, teníamos que cerrar la llave de paso del agua porque si no estabas oyendo el ruido constantemente. El desayuno, justito. Otra queja es que por la noche, no hay nadie hasta la mañana siguiente. Por ejemplo si se te pierde la llave y llegas a las 10 de noche, no te pueden ayudar. Hemos estado en otros alojamientos de turismo rural y el sitio, aunque no es caro, por ese precio, hay cosas bastante mejores.