Posada Mediavia

Hostal o pensión

Bueno por donde empiezo, la habitacion dejaba mucho que desear. Humedades en las paredes y el armario de la habitacion, humedades en las sabanas suciedad generalizada en la habitacion, toallas sucias utilizadas por otros viajeros, ventanas sin reja en planta baja lo cual nos impedia habrir por la noche. Si hablamos del desayuno, poca variedad y no habria hasta las 9 de la mañana lo cual te condicionaba la misma para ir a ver osas del entorno. Otro punto es el trato muy seco y con poca amabilidad, comentamos que nos cambiaran de habitacion pero nos dijeron que no habia la posibilidad, poner a disposicion habitaciones asi en estas condiciones no se puede consentir.

Realmente acogedor. Su anfitrión, Javier, consigue que te sientas como en tu casa. El alojamiento es muy confortable, las vistas del mar desde la terraza de nuestra habitacion (cara al Cantábrico) invitan a la lectura matutina. Realmente hemos pasado cuatro dias extraordinarios y para nosotros inolvidables.

Precio excesivo en relación con la calidad del servicio. Habitación amplia pero muy calurosa (al menos la nuestra, en la última planta) ; resultó complicado conciliar el sueño por culpa el calor, ya que no cuenta con ningún sistema de climatización y, al abrir la ventana, el ruido de la carretera y los insectos que entraban tampoco permitían descansar. Le falta algo de mantenimiento y limpieza, nos encontramos varias telarañas. También eché en falta un secador de pelo y algún otro producto de aseo; sólo facilitan un sobre de champú y otro de gel por persona y día, algo que, en función del precio, resulta insuficiente. El desyuno muy básico, con bollería industrial y pan para tostar.