Comentario del Hostal de Berria 2*

Lo único positivo : admiten perros y la cercanía a la playa (playa que no admite perros pero cruzando el monte llegas a una que sí). El resto os cuento: Elegimos el lugar de manera apresurada ya que admitían perros. Después leímos las reseñas en varios portales. Una vez allí al llegar vimos que la habitación era pequeña, el baño como el de un camarote. La mini bañera estaba con arena, así como el suelo de la habitación lleno de pelos. El olor a frito era insoportable. Al dirigirme a la persona de recepción y preguntarle si habían hecho la habitación me dijo que si. Le respondí que hiciese el favor de subir a verla porque estaba sin barrer ni fregar. Pedimos otra habitación. La Segunda con mejor ubicación en la segunda planta y más limpia y el olor a frito no subía del bar de abajo. Las camas de 1.80 estilo camastro, colchón nada robusto, incomodo, las paredes con salpicaduras y churretes de saber que. Una mesilla de noche de los 90 y una lámpara de la misma época. La televisión parecido y sin mando. Un solo enchufe libre en el baño que al apagar La Luz del baño se desconectaba. Los otros dos enchufes existentes en la habitación los de la lámpara y la tv. Es decir si van dos personas y necesitan dos enchufes pues uno al baño y el otro a desconectar o la TV o la lámpara. Ausencia de plano de evacuación en las puertas de las habitaciones, ausencia de señalización de emergencia en las habitaciones y pasillos. El desayuno para ser un hostal no se puede pedir más. Zumo de caja, café, pan tostado y bollería industrial. Al menos puedes pedir más café y nos cambiaron la bolleria por mas pan tostado. El aparcamiento pues buscarse la vida. Si pagas por la ubicación perfecto pero las instalaciones están de juzgado de guardia y la limpieza para revisar.