Posada El Salin Hotel

Casa de turismo rural en el Valle del Nansa, personal muy agradable, instalaciones con encanto y limpias. Quizás un poco caro.

Una maravilla. La habitación muy bien decorada, con mucho gusto y limpísima. Además el entorno en espectacular y muy bien comunicada con la autovía.

Decoración y confortabilidad genial. Atención del dueño espectacular.

Buena atención y estancia perfecta. Habitación muy bonita y acogedora.

Un lugar encantador. Si vas a reservar un sitio por allí. No te lo pienses. El dueño buena gente y si quieres el desayuno. Allí por las mañanas. Recomendable.

Hemos pasado — mi mujer y yo junto a mis dos hijos — cuatro noches en la Posada y la verdad es que no hemos podido estar mejor. La propia posada es acogedora y con ese encanto de las casas rurales de piedra, pero cuidada con detalles que demuestran el interés de sus dueños por satisfacer a los huéspedes. La habitación, una familiar, limpia, amplia y elegante sin perder no obstante el sabor autentico. Los desayunos, de lo mejor: cada día preparan un plato salado y otro dulce, satisfaciendo al cliente más exigente. Por poner una objeción y no lo es tanto, decir para cenar hay que ir a San Vicente de la Barquera que se encuentra a cinco minutos en coche, pero es tanta la oferta y tan buena, que como decía más que un "pero" es casi una ventaja. La mejor relación calidad-precio sin duda.

Felicitar a los propietarios por su gran hospitalidad y amabilidad. Lo recomendamos a cualquiera que quiera pasar una vacaciones inolvidables, un lugar en donde se cuida cada pequeño detalle. Y además rodeado de un paisaje inmejorable y lleno de posibilidades. Gracias por unas fantásticas vacaciones. Queremos volver.