HOTEL LA CASA DE LAS CAMELIAS

Hotel

Elegancia y tranquilidad unidas al maravilloso minimalismo decorativo. Una maravillosa casa con todo lo necesario para desconectar y disfrutar de los placeres rurales, incluidos los riquísimos manjares gastronómicos que ofrecen. Los desayunos son buenos, pero las cenas son un lujo. Por sólo 12€ cené un pastel de pescado de Roca super tierno y fresco, albóndigas caseras y de postre el requesón con manzana que todavía recuerdo. Impresionante la calidad de los productos y el cuidado con el que hacen todo. La situación permite visitar muchísimos pueblos cercanos en pocos minutos. En resumen, UN ACIERTO.

Es una pasada, quedamos encantados y volveremos seguro, la chica es muy maja y nos atendio genial. El desayuno es un puntazo, y puedes pasear en bici por los acantilados, bicis que te dejan ellos, un poco antiguas pero mas que suficiente para pasear y pasartelo, y como son gratis no hay nada mejor, 5 estrellas merecidas.

El lugar ideal para descansar. La comida como la de nuestras madres.

Encantador, la atención del personal excelente. El desayuno de fábula. Los bizcochos y pudín exquisitos. Estuvimos dos dias y fue muy bueno. Recomendable.

Hotel muy coqueto en la villa de Busto, a escasos cientos de metros del Cabo de Busto y sus impresionantes vistas de la costa asturiana. Desayuno de calidad con varios tipos de bizcocho casero. Habitaciones confortables. Se respira tranquilidad y armonía en el hotel. Trato fantástico. Muy cerca de Luarca. Recomendable al 100% para desconectar.

Maravilloso lugar para dormir y comer.

Este mes de agosto hemos pasado cinco días fantásticos en el hotel "La casa de las Camelias ", tanto por el entorno como por el trato recibido por parte de su personal. El hotel es precioso, con una decoración muy exquisita en la cual se percibe la sensibilidad de su dueña. A destacar los exquisitos desayunos y menús caseros de la mano de la Sra. Laura. Muchas felicidades por el trabajo bien hecho. Adoración y Ramón ¡¡Volveremos!

Un lugar para cambiar el chip Una decoración con mucho gusto, limpieza un diez, comida casera, trato excelente, y para rematar en un sitio privilegiado.

Todo perfecto. Estupenda selección de tartas, bizcochos y bollería para desayunar.

Un hotel rural completamente rehabilitado y con encanto. Ubicado en un cabo con vistas espectaculares.

Hotel precioso, tranquilo y sorprendente por su decoración delicada como las flores frescas que lo adornan por todas partes. Limpieza perfecta y trato muy amable. El lugar es un maravilloso pueblo a un paseo del faro que discurre por una senda y pasa por bellos acantilados, puestas de sol y zonas de bosque de eucaliptus. Hasta se puede bajar a una playa recóndita y casi salvaje, solitaria, donde escuchar el Cantábrico y perderse en su azul. Ha sido una verdadera experiencia de paz. No lo conocía, pero no olvidaré los días que pasé allí.

Hotel precioso, tranquilo y sorprendente por su decoración delicada como las flores frescas que lo adornan por todas partes. Limpieza perfecta y trato muy amable. El lugar es un maravilloso pueblo a un paseo del faro que discurre por una senda y pasa por bellos acantilados, puestas de sol y zonas de bosque de eucaliptus. Hasta se puede bajar a una playa recóndita y casi salvaje, solitaria, donde escuchar el Cantábrico y perderse en su azul. Ha sido una verdadera experiencia de paz. No lo conocía, pero no olvidaré los días que pasé allí.

La amabilidad de Laura, el ambiente acogedor y familiar, la comida tan bien elaborada, la amplitud de la habitación, la decoración, la limpieza, … Muy recomendable también, un paseo pela senda del Cabo Busto! Un privilegio haber disfrutado de estos días pela costa de Asturias, seguro que volveremos! Muchas gracias por todo! Saludos.

Hotel, restaurante y personal encantadores.

Un pequeño hotel encantador en la península. Casa muy buena cocina, pero no sordo! Hermosas habitaciones decoradas con buen gusto y con la plomería perfecto. Se hicieron más agradables y realmente disfrutamos de nuestra estancia de dos noches. Muy recomendable. Muy buena relación. No hay mucho en el Busto, pero Lurca está a sólo 10 minutos lejos.

Tranquilo y todo muy nuevo. Trato familiar y agradable.