Hotel Parras Arnedillo Hotel

Hotel ideal si estás de paso, calidad-precio muy bien, pero no lo aconsejaría para más de una o dos noches. A favor tiene la ubicación, el párking y los colchones que son cómodos. En contra la falta de limpieza en algunas zonas del hotel, se aprecian telarañas en algunos techos de los pasillos y en alguna zona de cafetería.

Buena comida, cantidad, calidad y precio. No tenían opciones vegetarianas pero se esfuerzan en hacer algo aunque no esté en el menú. Precios de hotel, balneario y pensión completa muy asequibles.

Ubicacion perfecta. Pero el desayuno uno de los peores de mi vida bolleria industrial y mienten del zumo natural y es de bote. La dueña brillo por su ausencia no me facilitó información sobre la hora del desayuno. El Wi-Fi fatal super lento. Eso si muy buenos cubatas y el trato del camarero.

Parece una casa de locos. Nada más entrar te encuentras con la recepcionista, que sabe español a medias. Cuando pides una bebida el camarero se queda en modo """eeeh"""" Antiguo, es un viaje en el tiempo a la prehistoria. Hay un foco muy luminoso en el bar todo el tiempo. Los precios son caros para lo que es. Personal y atención nefasta. NO vuelvo ni aunque me paguen. Prefiero el hotel de el Resplandor. El café sabe a pis de rata. Cuando abrimos el baño de la habitación había un zurullo sin tirar de la cisterna. Bajamos a quejarnos a recepción y vinieron con un caldero a recogerla… por si acaso no pedimos la mousse de postre. El dueño te acosa durante las cenas, parece que es un trovador de la edad media en busca de propinas. El edificio es antiguo y a primera vista parece un club de carretera. Conclusion: por este precio mejor ir a una casa del terror, que es la misma experiencia. Menuda pesadilla.

Hola lugar familiar y muy bien trato la comida casera muy buena. Volveremos.

Reservamos una habitación con cama doble y a nuestra llegada sólo había habitación con dos camas. El Wi-Fi no funciona, la limpieza justa, el desayuno con bollería industrial, no se puede asociar la cuenta del restaurante a la habitación y el trato del personal educado pero poco resolutivo. Tiene parking propio de tierra y está cerca de las pozas al igual que el resto de hoteles de la zona, admiten mascotas. Nosotros no volveremos.

Relación precio-calidad; justo, justo, se salva por los pelos.

Trankilo y cercano a las pozas de agua caliente naturales.

Pedimos el menú asador y salimos contentos. Chuletitas a la brasa en su punto y patatas fritas de las auténticas, no dejé ni una. Y el servicio muy bien.

Me cobraron 50Cent por un regaliz duro.

Tranquilo, en un paraje natural precioso. Situación ideal para realizar la ruta de los dinosaurios.

Excelente trato y comida casera, muy económico. Volveremos!

Buena situación. Cercano al balneario, pozas y rutas de senderismo. Instalaciones algo anticuadas pero correctas para su precio-categoría. En nuestro caso nos dieron una habitacion inferior a la reservada sin aviso y sin ajustar el precio final. Reservamos una triple con una cama grande y otra individual y nos dieron una doble con dos camas individuales y una supletoria incomodísima. Esa opción ya la vimos en la pagina de reservas y la habíamos descartado pese a ser un 5% más barata. No le dimos mayor importancia por ser sólo una noche pero esos detalles bajan la valoración y son los que hacen que la próxima vez pruebes otro hotel.

Muy sucio y al quejarnos arremetieron contra los clientes, no se disculparon ni hicieron nada. Al llegar había una pastilla de medicación por el suelo (íbamos con un niño), pelos en el baño y botes de suero fisiológico usados en un cajón, por no decir que los colchones no tienen funda, así que casi al levantar la sábana ves lo sucios que están. Lo único bueno la distancia a las pozas, que tiene parking, ascensor, comida casera y habitaciones familiares. El desayuno mejorable. Son amables pero no es suficiente y no parece que les importe.

Muy bien atendidos y muy bueno, como siempre.

Restaurante del Hotel Parras. Una opción perfecta para comer tanto el menú como a la carta en Arnedillo, a unos precios muy ajustados y todo comida casera. Se nota. A destacar la ensalada de tomate y ventrisca como entrante deliciosa, vamos que fue el plato de entrada todos los días. Y la atención por parte del servicio perfecta. Así como el dueño Angel pendiente de que todo fuese bien en la comida y si había que echar una mano al servicio ahí estaba siempre dispuesto.

No está mal un pokito anticuado pero muy bien situado.

Horrible. El precio está bien pero prefiero pagar algo más e ir al Marrodán de enfrente. Parece una casa del terror. Encima quisimos desayunar a las 8:30 y estaba cerrado el bar. Llamamos a los dueños y nos dijeron que habían trasnochado y seguían en cama, que volviéramos más tarde. Muy desagradable el trato, y no es un comentario con maldad. A mi hijo pequeño le pusieron una cama supletoria que se rompía cada dos por tres. Se le salían las lamas. Mal atendido, y en las habitaciones (con unas vistas bonitas a la montaña, eso sí), olía a fritanga. Por la noche, la fiesta del hotel termal con música a todo trapo no dejaba dormir. Un punto a favor: el parking vigilado (o eso pone) y que está pegadito a la zona de las pozas termales. No volvería.

Muh buena calidad precio en el menu del dia.

Precios muy competitivos, comida de calidad, el flan casero de café inmejorable y la atención simplemente maravillosa. El restaurante por excelencia al visitar Arnedillo.

Hotel tranquilo y limpio. La comida casera muy buena el postre casero también. Destaca la camarera Rocio atiende muy bien rápido y es muy simpática.

Hotel básico; aunque el precio inmejorable. El trato cordial y muy agradable. Nos dieron todo tipo de explicaciones sobre el lugar. Localización inmejorable, a dos minutos andando de las termas.

Hemos comido con unos amigos y la comida sencilla y buena. Lugar agradable y el dueño un señor entregado a su trabajo y amante de su pueblo.

Lugar de ambientación cálida, menú económico con comida de calidad y bien elaborada, El dueño cuida a sus clientes con educación y humildad, un lugar en el que comimos y sin duda para repetir. Muy rica la crema de setas, y el flan de café casero muy bueno.

Fantástica opción donde alojarse para visitar la zona. Magnifica calidad-precio. Habitaciones acogedoras y limpias, con vistas al río, monte y balneario. Los dueños amabilisimos y la comida del restaurante excepcional.