Hotel "Hostal De La Trucha"

Hotel

Un hotel peculiar. La verdad que solo por el sitio que está debería darle 5 estrellas. Pero los años no pasan en balde y el hotel está añoso. El servicio bastante bueno.

Todo perfecto. Tanto el trato del personal, como comidas, habitaciones y todo. Hemos estado Una semana y asido estupenda. Esperamos volver pronto y. Muchas gracias por todo.

Tienen un estanque donde hay peces que son sometidos a la tortura permanente de ser pescados con anzuelos por los clientes y soltados una y otra vez. Maltrato animal sin paliativos. Muy mal.

Muy buena recepción. Amplias habitaciones. Desayuno y cena muy bueno y abundante.
Buena ubicacion.

Es un lugar rustico con mucha decoracion de madera, algunos detalles como que tienes animales de granja y distintos espacios para hacer distintos deporte, esta en un lugar muy bonito pero es un povo raro y quizas feo para mi gusto por lo q le pongo 3 estrellas.

El sitio tiene buena pinta, la entrada es muy bonita, lamentable el comedor, si pides de carta carisimo y regular, una botella de vino de la casa, con tapon de rosca y avinagrado, se devuelve, preguntas por que tienen y de un vino muy normal 18, 5 euros la botella. Desconozco como son las habitaciones, pero no volvere a comer alli.

Hostal en medio de la carretera cerca de los Órganos de Montoro. Es como un mini pueblo en medio de la carretera. Hotel de los años 80, con mueble español y con una reforma pendiente. Parking cubierto. Trato amable de los empleados. Si estáis x la zona, relación calidad precio para una noche está bien.

Un lugar encantador, Salon principal muy acogedor con dos grandes chimeneas, en resto bien aunque necesita alguna reforma, las habitaciones sencillas y el desayuno con poca variedad.

Primero de todo un muy grande gracias por el caballero en la recepción y la señora en el restaurante por su gran utilidad y amabilidad. Desde el exterior te dan un susto cuando llegas, vas dentro estás muy positivamente sorprendido por el ambiente rústico. La cena y el desayuno se sirve en bien. Las habitaciones han llegado en los años y debe haber un artesano. Todo estaba limpio, sin embargo. Nos volveríamos a alojar allí porque el paquete general es justo. Tiene un gran garaje donde podemos estacionar la bici.

Muy buena calidad y atención.

Mobiliario estilo Castellano. Personal muy amable. Buena comida.

DE CARRERAS Me hospede en ese hostal para ver las carreras del gran premio de Aragón ya que el grupo con el que iba hizo lo mismo a mi me toco una habitación muy grande y también muy limpia el comedor amplio para todos y muy rústico y peculiar no lo pude saborear muy bien ya que el circuito esta lejos lo mejor o lo chocante es que las plantas de las habitaciones estan en hondo bueno hacia abajo el menu de la noche de carta y el desayuno de buffet y a la mañana dirección a casa pero tengo intención de volver para disfrutarlo más intensamente.

Excelente para venir hacer actividades con niños, habitaciones amplias y bien equipadas. Cenas completas pero no es de lo mejor. Tienen bicicletas a disposición de los clientes y una granja para los más peques. Las vistas y su ubicación es excelente no hay nada mejor para desconectas de la civilización ya que está en medio de la montaña, se pueden ver ciervos.

Reservamos por Booking y cuando llegamos estaba todo ocupado. El personal muy escaso, pero muy amable, hacen todo lo que pueden y de todo. Igual están en recepción que se levantan a servirte un café habiendo colas por dónde mires, que apoyan en el restaurante. Vergonzoso, imposible que lleguen a todo. En el restaurante, entre plato y plato haces la digestión. Una chica (estudiante), sin muchos recursos, lleva un comedor entero. Sin órdenes ni concierto. Pedimos trucha en escabeche por probar algo de la zona, y era un pescado seco con zanahoria cruda por encima y el escabeche brillaba por su ausencia. El aceite de los aceiteros casi de girasol. En fin, menos mal que solo reservamos para una noche. La situación y los parajes son lo preciosos. Lástima que el servicio sea escaso. Y he sido suave en mi opinión…

Reservamos por Booking y cuando llegamos estaba todo ocupado. El personal muy escaso, pero muy amable, hacen todo lo que pueden y de todo. Igual están en recepción que se levantan a servirte un café habiendo colas por dónde mires, que apoyan en el restaurante. Vergonzoso, imposible que lleguen a todo. En el restaurante, entre plato y plato haces la digestión. Una chica (estudiante), sin muchos recursos, lleva un comedor entero. Sin órdenes ni concierto. Pedimos trucha en escabeche por probar algo de la zona, y era un pescado seco con zanahoria cruda por encima y el escabeche brillaba por su ausencia. El aceite de los aceiteros casi de girasol. En fin, menos mal que solo reservamos para una noche. La situación y los parajes son lo preciosos. Lástima que el servicio sea escaso. Y he sido suave en mi opinión…

Trato amable pero poco personal y no demasiado atendido. Desayuno MUY pobre. Compramos un pack con una visita hicimos 50 minutos conduciendo para llegar a ella y estaba cerrado, nadie nos avisó, ni pidió al menos disculpas…

Las habitaciones muy limpias y cómodas. La atención pésima, muy pocos empleados. Estaba incluido desayuno y en el restaurante a pesar de que es muy grande no cabía la gente. El estacionamiento no dio capacidad para tantos coches. Fui el finde del feriado 11/09 y teníamos incluido un visita a la quesería del Tronchon, nos dieron las entradas fuimos queda a 50min del hostal y estaba cerrada. No pudimos pescar porque había demasiada gente. Fatal no recomendado.

La ubicación es espectacular, el hotel me encantó desde el primer momento, tienen el encanto real y original que muchos hoteles buscan. Se trata de la primera fabrica de papel moneda de España y mantiene esa áurea que lo hace especial. Piscifactoría para los niños, y no tan niños donde el personal te explica un poco como funcionaban estas super piscinas cuando estaban en auge. Pero realmente lo mejor es el servicio, amable y al 100% en todo momento. NO olvides pedir trucha escabechada en tu menú. Espero volver a visitarlo.

Ideal para un fin de semana de desconexión. Paraje muy bonito y varias actividades para hacer en familia. Los pequeños disfrutan mucho. Le falta un poco de limpieza en alguna zona común del hotel pero por lo demás bien. El personal muy atento.

Las habitaciones son grandes y la limpieza impecable. El unico problema es el ruido de la terraza a primera hora de la mañana. El trato de recepción normal, pero puede mejorar. Los precios de los menus del restaurante son un poco abusivos, pero la calidad de la comida es buena.

Estuvimos en un apartamento en semana santa. El apartamento correcto, pero por 55 euros noche no se puede pedir más. El emplazamiento es espectacular. Las actividades tenían su gracia. A mis hijos les encantó coger los huevos de las gallinas, pescar y tirar con el arco. Y la zona merece mucho la pena. Hay muchas rutas preciosas. Hicimos un par de ellas empezando desde el hotel y cuatro o cinco desde pueblos de la zona.

Hotel con un mismo menú para comer y de cena durante la estancia esperaba más de la elaboración y falta de sabor a la comida casera Las actividades de pesca y de juegos está a 800 metros andando en línea recta del hotel, la visita a la quesería de Trochon 18 kms por pistas forestales y curvas sinuosas, la habitación que nos toco con vistas a una pared de piedra sin luz y olor a sumidero. El parking cubierto no hay plazas disponibles para todos y los precios a mi modo de ver en barra caros y los menús 16, 50€ por persona, las truchas a penas pican por las cantidades de veces q allí las capturan y sueltan la gente, el camino hasta allí muchas curvas con grandes pendientes y desniveles y gasolinera más cercana Aliaga solo lunes a Viernes si es fin de semana has de ir a Cantavieja a 38 kms. Lo mejor Angel el encargado de actividades al aire libre. Lo visite en San Valentín es la experiencia q he vivido es más la comida del domingo no la hice. Espero q se mejoren los aspectos reseñados y sirvan a otra gente antes de reservar o ir como opinión.

Es muy tranquilo unos paisajes muy bonitos y el hostal y personal muy buen trato osea nos gustó mucho.

Este es un hotel que tiene como atractivo que está cerca de una piscifactoría de truchas y que puedes tomar truchas de diferentes formas. Lo único bueno que tiene a parte de eso es que estás muy tranquilo. Sólo puedo decir eso, pero para conseguir eso me voy a otro sitio mejor y que no tenga pinta de hotel de los años 50… pero sin encanto.

El hostal de la trucha en villarluengo es como un oasis de paz entre las agrestes montañas del maestrazgo turolense, su imponente entorno nos invita a descansar y a descubrirlo poco a poco. Con una acertada decoracion, el hostal dispone de comodas habitaciones y su restaurante pasa por ser de los mejores en los que uno puede comer en la provincia, la profesionalidad de sus trabajadores supera con creces la obligacion, resultando en devocion por el cliente que no puede sentirse mejor atendido y tratado. Desde estas lineas va mi felicitacion para ellos que durante unos dias han sido una familia para mi madre y para mi, por supuesto que volveremos no sin antes recomendar vuestro oasis a todos los que deseen unas verdaderas vacaciones, muchas gracias a todos y hasta pronto.

Lo pasamos bien sobre todo la experiencia de la pesca. El encargado de la pesca es muy amable.

Yo me fui con el cole y mola.

Es un establecimiento muy acogedor y tanto la atencion y amabilidad del personal como el servicio son excelentes.